La violencia de pandillas que siembran el terror en Haití ha dejado más de 2.400 muertos desde el inicio de 2023, incluyendo cientos de fallecidos por linchamientos por habitantes y grupos de autodefensa, indicó la ONU.
"Entre el 1 de enero y el 15 de agosto de este año, al menos 2.439 personas murieron y otras 902 resultaron heridas", declaró Ravina Shamdasani, portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, en una conferencia de prensa en Ginebra.
Como respuesta a la violencia creciente de estas bandas y la inseguridad general, se ha registrado un aumento de los movimientos de "justicia popular" o grupos de autodefensa.
"Desde el 24 de abril hasta mediados de agosto, más de 350 personas fueron linchadas por la población local y grupos de autodefensa", añadió Shamdasani, detallando que entre ellos figuraban 310 presuntos miembros de pandillas, un policía y 46 personas que se encontraban en los incidentes.
Esta ola de violencia se recrudeció entre el 11 y el 15 de agosto.
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Ante esta situación, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, instó a que se tomen medidas urgentes para el envío de una fuerza multinacional que no pertenezca a la ONU y que ayude a las fuerzas de seguridad haitianas.
"Deben protegerse los derechos humanos del pueblo haitiano y reducir su sufrimiento", señaló Türk, que visitó el país caribeño en febrero.
Haití está sumido desde hace años en una grave crisis humanitaria, económica y política. Desde 2016 no ha celebrado elecciones. Esto ha favorecido el surgimiento de las pandillas, que controlan alrededor del 80% de la capital, Puerto Príncipe, donde los crímenes violentos son frecuentes.