El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció el jueves la donación de 80 millones de vacunas anticovid para ser distribuidas globalmente, el 75% de las cuales serán repartidas por el programa Covax en regiones como América Latina."Compartimos estas dosis, no para obtener favores o lograr concesiones. Compartimos estas vacunas para salvar vidas y liderar al mundo para poner fin a la pandemia con el poder de nuestro ejemplo y nuestros valores", dijo Biden en un comunicado.La Casa Blanca informó que para las dosis a distribuir a través del mecanismo Covax, Washington priorizará a países de América Latina y el Caribe, el sur y sureste de Asia y África."El proceso de exportar los primeros 25 millones está en marcha", dijo a periodistas Jeff Zients, coordinador de la Casa Blanca para la respuesta al COVID-19."Siguiendo el compromiso del presidente, se habrán entregado 80 millones de dosis a fines de junio", dijo.El sistema Covax, cofundado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), procura vacunas suficientes para el 30% de la población de 92 de los territorios más pobres del mundo. El costo es cubierto por donantes.Según el plan de Estados Unidos, de las primeras 25 millones de dosis, unos 7 millones se destinarán a Asia; especialmente a India, Nepal, Bangladés, Pakistán, Sri Lanka, Afganistán, Vietnam, Papúa Nueva Guinea y Taiwán.Unos seis millones irán para América del Sur, Centroamérica y el Caribe incluyendo Brasil, Argentina, Colombia, Costa Rica, Perú, Guatemala y Haití.Cinco millones fueron reservadas para África y se repartirán en coordinación con la Unión Africana, dijo el Asesor de Seguridad Nacional Jake Sullivan."Sin embargo, Estados Unidos tendrá en definitiva la autoridad para decir que las dosis irán aquí y no allí", añadió.India rápidamente expresó su gratitud. El primer ministro, Narendra Modi, dijo en Twitter que se comunicó con la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, tras el anuncio."Agradezco profundamente la garantía de suministro a India como parte de la estrategia de Estados Unidos", dijo Modi.El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo estar "muy agradecido" por el anuncio de Biden de distribuir dosis "para proteger a quienes están más en riesgo y alentar a otros a hacer lo mismo".Biden dijo que el remanente de más de 6 millones de dosis de las 25 millones iniciales, será enviado directamente a países que están enfrentando brotes o están en crisis así como a socios y vecinos como Corea del Sur, Canadá y México.Sullivan subrayó que Estados Unidos quiere "mantener cierta flexibilidad" sobre el envío de dosis fuera del sistema Covax.Por ese sistema, se llevan entregadas 80 millones de dosis en 127 territorios. El 97% de ellas son de la vacuna AstraZeneca y en el resto de Pfizer-BioNTech.
La situación del COVID-19 en nuestra región es preocupante, según datos de la Organización Mundial de la Salud, Latinoamérica es una de las regiones más afectadas en la actualidad por la pandemia. El organismo internacional advierte que las tasas de contagios y de muertos en Suramérica superan el 30 por ciento; siendo Haití el país que más preocupa por su falta de recursos para atender la emergencia sanitaria.Para Adriana Delfraro, profesora agregada de virología de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República en Montevideo, Uruguay, hay varios factores que han hecho que el panorama de COVID-19 tenga las alarmas encendidas a niveles máximos en la región.Podría interesarle:¿Por qué es tan difícil dejar de fumar? Conozca aquí las razonesAseguró, por ejemplo, que el surgimiento de nuevas variantes del virus por la circulación en gran proporción en América, puede ser una de las consecuencias, pero también “el fenómeno del relajamiento de las medidas no farmacológicas”; es decir, el descuido en los protocolos de bioseguridad como el uso del tapabocas.En Noticias Caracol Ahora, Delfraro analizó el COVID-19 en la región, lo que se está haciendo mal, el avance de la vacunación y si la aplicación de las vacunas puede garantizar que Latinoamérica supere esta emergencia. Encuentre más respuestas en la siguiente entrevista.
El vallenato está de luto: este domingo, a los 71 años, falleció en Medellín el cantautor Jorge Oñate. Su cuerpo fue trasladado hacia Valledupar y allí le rendirán un homenaje.El tributo póstumo se realizó en el auditorio de la biblioteca departamental Rafael Carrillo Lúquez.En el municipio de La paz, en Cesar, de donde era oriundo el jilguero de América, y en Valledupar se decretaron tres días de duelo.Al homenaje arribaron Silvestre Dangond, junto a su esposa, Peter Manajarrés, los integrantes del grupo Kvrass, entre otros. El Mundo Vallenato rinde homenaje a Jorge Oñate:En medio de la pandemia del coronavirus COVID-19, autoridades pidieron a los seguidores del ‘ruiseñor del Cesar’ ver el homenaje de manera virtual para evitar aglomeraciones.
En México, a finales de febrero se reportó el primer caso de COVID-19. Desde entonces los números no dejan de crecer.La primera muerte por la enfermedad se dio a mediados de marzo y para entonces las autoridades de salud sugerían mantener un confinamiento voluntario, pues no consideraban que se diera un alto número de mortalidad.El 4 de junio el subsecretario de Salud Hugo López Gatell dijo: "Tenemos un escenario muy catastrófico que podía llegar a 60 mil".Ese día llegó. México rebasó la cifra, pero antes el país se detuvo, se suspendieron las clases; negocios, restaurantes y cines cerraron.En mayo se habían perdido más de 12 millones de empleos, tanto en el sector formal como informal.Con el virus esparciéndose por toda la república, las autoridades de salud insistieron: “Quédate en casa".Pero en un país donde la mitad de la población vive del trabajo informal, eso no siempre es opción.“Ando trabajando, vendiendo mis flores porque yo tengo que pagar renta, ya debo la renta, dos, tres rentas. Ya me pidieron donde vivo porque no tengo con qué pagar. En nombre de Cristo Jesús, quiero que nos apoyen, que nos ayuden, por favor. Ya es demasiado, ya no podemos más”, dijo una mujer cuyo video se hizo viral en Twitter.La jornada de sana distancia culminó dando inicio a la reapertura.En todo este tiempo, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido optimista."Vamos bien porque se ha podido domar la epidemia", indicó López Obrador.El 2021 llegará con un escenario económico caótico.“México vivirá la crisis más fuerte desde 1932”, señaló Arturo Herrera, el secretario de Hacienda.Seis meses después, con la vida completamente transformada, pequeños negocios intentan sobrevivir y la esperanza se aferra a una vacuna.Vea el informe América, golpeada por la pandemia
A seis meses del inicio de la pandemia, Perú ostenta el triste récord de ser el país con más mortalidad por COVID-19, pues registra 92 decesos por cada 100.000 habitantes."Muchas cosas han ocurrido en tan corto periodo de tiempo. Estas crisis sucesivas han probado nuestra resistencia, fortalecido nuestra determinación y reafirmado nuestra fe en el Perú y en las inmensas posibilidades que tenemos por delante”, dijo recientemente el presidente Martín Vizcarra.En su mayoría, las casi 30.000 víctimas que ha cobrado el virus son hombres mayores de 60 años.El Gobierno ha declarado cuarentena focalizada y un toque de queda nocturno. Además, los domingos hay restricción a la movilidad para evitar reuniones sociales.En este contexto, ocurrió una tragedia: 13 personas murieron en una estampida humana tratando de escapar de una intervención policía en un local nocturno ubicado en Lima.Las cifras en la economía tampoco son alentadoras, pues el PBI cayó 40,9% en abril.
El gigante latinoamericano Brasil es uno de los países más afectados por el COVID-19 a nivel mundial. Durante dos de los 6 meses que lleva la pandemia ha registrado alrededor de mil muertes diarias.Sin embargo, en septiembre la situación parece mejorar: el promedio de fallecidos bajó en un 25%.Brasil se aproxima a los 130.000 muertos por el coronavirus, siendo así el segundo país más afectado, por detrás de Estados Unidos.La cifra de infectados supera los 4 millones.El presidente Jair Bolsorano siempre estuvo en contra de las medidas de aislamiento, defendiendo que la economía no podía parar. Pese a ello, la mayoría de los gobernadores y alcaldes decretaron cuarentena.Desafiando el virus, el jefe de Estado lo calificó en repetidas ocasiones como una “gripecita”, y asistió a actos públicos sin tapabocas, abrazando y besando a partidarios. Luego, terminó en la lista de infectados, pero tras varios días pasó a hacer parte de los recuperados, así como otros 3 millones de ciudadanos.
Lo que empezó como una misteriosa neumonía en una ciudad de China es ahora el mayor reto que ha enfrentado el planeta en el último siglo, no solo en materia de salud pública. Han pasado 6 meses y hoy la ciencia ha logrado grandes aprendizajes sobre el coronavirus COVID-19.El COVID-19 ha exigido una respuesta rápida de gobiernos, científicos y ciudadanos que ha permitido saber cómo se transmite, cómo se previene, cuáles son los síntomas y quiénes son los más vulnerables. Además, tener métodos directos e indirectos de diagnóstico y protocolos de tratamiento.Son ya 180 días haciendo frente a un problema para el que el mundo no estaba del todo preparado.“Hemos aprendido que la autodisciplina, el autocuidado, manteniendo el distanciamiento físico, portando adecuadamente las mascarillas, evitando los espacios cerrados y con poca ventilación y lavándonos las manos de forma frecuente, son nuestra mejor herramienta contra el COVID-19”, indica el presidente de la Asociación Colombiana de Infectología, José Oñate.A nivel nacional y regional, se han tomado medidas que solo el tiempo dirá si fueron oportunas y adecuadas, pero hoy en día se reflejan en uno de los mayores logros para Colombia: no haber tenido un colapso en el sistema de salud, como ocurrió en otros países. La capacidad hospitalaria y de diagnóstico se ha fortalecido en un esfuerzo sin precedentes.Según el médico salubrista Luis Jorge Hernández, “podemos decir que, en medio de la magnitud y las mortalidades que todas duelen, el balance sí es positivo. Bogotá y Colombia tuvieron menos mortalidad que la media de Latinoamérica. Se ubica debajo del quinto puesto”.Y, precisamente, entre las labores de aplaudir y destacar está la del personal de salud que, pese a los obstáculos, ha dado lo mejor de sí.“Definitivamente escogimos profesiones de vocación, de un gran sacrificio desde que estamos en nuestras universidades y esas vocaciones que se traducen en una profesión de apoyo y servicio a la humanidad también implican una gran generosidad y solidaridad”, comenta Fabio Varón, neumólogo intensivista.Sin embargo, todavía queda mucho por entender, por ejemplo, la respuesta que genera el cuerpo ante la infección de COVID-19 y hay camino para lograr una vacuna. También, para saber realmente cuántos ciudadanos se han infectado.“Aunque seis meses parezcan mucho por el impacto de la epidemia y de las medidas en nuestras vidas, aún el camino recorrido es corto y científicos y ciudadanos enfrentamos enormes retos”, recalca la doctora Fernanda Hernández.Insistiendo en la importancia de no bajar la guardia, el epidemiólogo e infectólogo Carlos Álvarez comenta que “no podemos permitir que esta curva, que ojalá pueda seguir descendiendo, vuelva a subir, porque desafortunadamente todavía hay muchas personas que no se han infectado del virus”.No obstante, los aprendizajes no son solo sobre el virus y las estrategias implementadas para controlar su propagación. Oñate enfatiza que “necesitamos seguir aprendiendo a ser resilientes y solidarios para juntos enfrentar este reto”.Ante este panorama, el llamado es a “confiar en los profesionales de la salud, en la ciencia: los tratamientos, vacunas y mejores métodos de diagnóstico toman tiempo, por favor, que estos vacíos no se sigan llenando de falsas curas e información malintencionada que lo único que buscan es sembrar temor”, puntualiza la doctora Fernanda.Los expertos coinciden en enfatizar que la responsabilidad es de todos.