El concejal de Bogotá Andrés Barrios, quien estaba con Miguel Uribe Turbay el día que el precandidato presidencial sufrió un ataque sicarial en el barrio Modelia, en el occidente de la capital colombiana, abrió su corazón con María Elvira Arango, directora de Los Informantes, en el programa digital ‘En Aguas Profundas’. “Ha sido una pesadilla. Muy duro por él, por lo que él es como ser humano; por el país, ese miedo que nos genera a todos volver a ese pasado que no estamos dispuestos a regresar. Quedas en un estado de shock, de susto y pánico. Gracias a Dios estamos aquí”, reconoció. Mientras el senador y precandidato a la Presidencia permanece en cuidados intensivos en la Fundación Santa Fe, en donde los médicos le han hecho varias intervenciones quirúrgicas tras ser herido de bala en la cabeza, el concejal Barrios – de 36 años - afirma que tanto él como toda la familia y los allegados de Miguel Uribe Turbay siguen esperando esos “micromilagros que darán el milagro completo”: su recuperación total. Sin embargo, reconoció que “es un proceso lento, pero vamos bien y estamos con la fe intacta”.Sobre la traumática experiencia que vivió al presenciar el ataque a Miguel Uribe Turbay, el 7 de junio de 2025, y los momentos de pánico vividos en medio del caos, Barrios recalcó ‘En Aguas Profundas’ que una de las enseñanzas que esta situación le dejó fue “no dejar que el afán me haga salir de la casa sin despedirme de mi esposa con un beso, de mis hijas, y eso era lo que más le agradecía a Dios”.“A veces en la rutina se nos olvida y normalizamos que nuestra familia siempre va a estar ahí. A la final la vida es como la neblina: a veces está y de repente se va. Entonces, valorar a la familia ha sido de las cosas que he aprendido”, subrayó, aunque reconoció que “salir a la calle me ha costado mucho; estar en multitudes le genera a uno preocupación”.Así fue el momento del ataqueEl cabildante también recordó que tanto en el momento del ataque sicarial como en el recorrido previo por varios locales comerciales del sector de Modelia, en Fontibón, siempre estuvo detrás del precandidato porque el mismo Miguel Uribe le dijo: “tú me transmites como paz”.“Yo recuerdo que cuando este sicario viene y atenta contra él, a mí me dio fue un dolor en el oído, yo me cojo el oído, porque quedé como con un pitido, y caigo al piso. Ahí es que el esquema de seguridad mío se arroja encima mío y me pregunta: concejal usted está bien y yo les digo que sí”, contó. De hecho, la camioneta a la que inicialmente suben a Miguel Uribe Turbay es la de su esquema, pero cuando “milagrosamente llega esta ambulancia” todo cambia.Agregó que en la ambulancia “yo solo oraba, le pedía a Dios por él, que protegiera su vida y oraba mucho también pidiéndole a Dios misericordia con Alejandro, su hijo, porque si algo sé que cargaba el corazón de Miguel era haber crecido sin su mamá”, la periodista Diana Turbay asesinada en 1991 en un confuso operativo de rescate mientras estaba secuestrada por los extraditables.https://youtu.be/RaJRyYI3A-QEl concejal comentó también que ha decidido consultar con expertos para tratar un posible estrés postraumático luego de estos hechos: “uno necesita una caja de herramientas para enfrentar lo que viene”. Según dijo, está enfrentando tanto alteración del sueño como la falta de apetito tras el episodio violento.En el diálogo con María Elvira Arango, Andrés Barrios indicó que hicieron lo que pudieron “instintivamente” en el momento del atentado a Miguel Uribe Turbay y le respondió a quienes lo han señalado de “ser parte de todo esto”: “hicimos, en cuestión se segundos, lo que había que hacer y la llegada a este centro médico en Fontibón fue vital”.Para él, la fe y la esperanza son hoy los factores más fuertes que mantienen con vida a Miguel Uribe Turbay, pues dice que si él sigue “acá en la Tierra es porque Dios tiene un propósito muy grande con él”.¿Seguirá en la política?Aunque reconoce que lo vivido con el atentado es impactante y ya hasta su familia y amigos cercanos le han pedido que se aleje de la política, Andrés Barrios fue contundente al indicar que “está lleno de fe y ganas por trabajar por Colombia y sacar adelante nuestro país; creo que no nos podemos llenar de miedo, temor, sino de convicción”.“Es difícil, esto nos toca como nadando contra la corriente, pero se puede y en este momento está la responsabilidad también de seguir uniendo y no de permitir que este país se siga polarizando, se siga dividiendo”, puntualizó 'En aguas profundas'.
Colombianos han denunciado agobiantes situaciones con sus arrendatarios que terminan, en muchas ocasiones, siendo protagonistas de casos mortales. En esta recopilación de casos de Séptimo Día, vea historias estremecedoras desatadas tras solicitar pagos oportunos o sencillamente una convivencia pacífica.“Uno arrienda para beneficiarse y resulta que termina siendo el perjudicado”, así resumen varios arrendatarios la pesadilla en la que se les ha convertido alquilar sus casas o apartamentos en Colombia. Mientras en algunos casos los inquilinos son incumplidos para hacer los pagos del arriendo y hasta dejan de pagar durante años, en otros hay quienes cruzan barreras, agreden a los propietarios, se convierten en enemigos bajo el mismo techo y terminan siendo acusados por homicidio.Los afectados por deudores morosos se sienten desprotegidos y sin herramientas eficaces, pues ley 820 de 2003 en Colombia exige un proceso judicial para desalojar a un inquilino, incluso si no paga, lo que puede tardar años. Pero en otros casos, más allá de lo económico son varias vidas las que han estado en riesgo.Séptimo Día conoció en 2024 casos en los que inquilinos han matado a los propietarios de viviendas que decidieron alquilar habitaciones dentro de su casa con el fin de obtener ingresos extra. Entre ellos, se cuentan Marta Cecilia, en Medellín; María Victoria, en Cali y Lina, en Cundinamarca.Mujer asesinada en MedellínMarta Cecilia Puerta, de 68 años, fue brutalmente asesinada por Lilia Salcedo, una mujer llanera que llevaba más de dos años viviendo como inquilina en la misma casa.Un día las autoridades descubrieron el cuerpo de Marta con signos de violencia en la cocina y envuelto en bolsas. Por ello, durante la investigación el cuarto de Lilia Salcedo fue inspeccionado. “Los colchones, todo estaba manchado de sangre y todo estaba mojado, eso fue que ella le boleó cepillo”, aseguró el esposo de la víctima.Aparentemente, la mujer no tenía un perfil criminal. Sin embargo, Álvaro se percató de otro detalle que alertó a las autoridades: “Empezó muy cumplida con el arriendo y ya a lo último llevaba tres meses sin pagar”, afirmó. Por ello, la familia de la víctima y la comunidad la señalaron de lo ocurrido.De acuerdo con la investigación, el móvil aparente fue evitar pagar el arriendo.Inquilino asesino en CaliEn Cali, Valle de Cauca, en febrero de 2024 María Victoria Loaiza fue brutalmente asesinada por su arrendatario frente a su hijo Freddy, de 27 años y quien también resultó gravemente herido. La mujer recibió más de 20 heridas con un cuchillo y su hijo, un joven con parálisis cerebral, la vio morir a manos de un inquilino llamado Alejandro Trullo Salas.Freddy recibió más de 20 heridas con arma cortopunzante, fue hospitalizado 11 días en UCI, y quedó con afectaciones permanentes en su voz y condición física. El joven dice que quisiera borrar ese día de su mente, devolver el tiempo y no haber confiado en un extraño. "Un error grave, un error que no me voy a perdonar nunca”, añadió.Entre tanto, el agresor fue retenido por la comunidad y, posteriormente, judicializado.Vecino obsesionadoEl 30 de diciembre del año 2023, Lina Gamboa, de 36 años, llegó hasta el hospital Santa Matilde, de Madrid, Cundinamarca, con heridas de alta gravedad en el cuello. Aunque sobrevivió, quedó con secuelas físicas y neurológicas.Como en los casos mencionados anteriormente, en el de Lina su atacante también era un inquilino bajo el mismo techo: Jair Antonio Orjuela, quien llevaba tres meses como arrendador y, según las denuncias, había desarrollado una obsesión enfermiza con ella.Aunque fue capturado el mismo día, Jair fue dejado en libertad dos días después, lo que generó temor y frustración en la víctima y su familia.La investigación de Séptimo Día reveló que los agresores suelen ganarse la confianza de sus víctimas que, por necesidad económica y falta de verificación de antecedentes, terminan abriéndole las puertas de su casa a un sinnúmero de peligros.
Leidy Johanna Soto, madre de cuatro hijos, desapareció misteriosamente en Cali, Valle del Cauca, el 22 de mayo de 2019. Días después, su cuerpo fue hallado en avanzado estado de descomposición flotando en el río Cauca, cerca de Chinchiná, Caldas. Desde entonces, las autoridades emprendieron una intensa búsqueda para dar con el responsable de este atroz crimen. El Rastro reconstruyó el caso. La mujer de 34 años salió de su casa y nunca regresó. "Los niños me llamaron como a las 11 y me dijeron: 'mi mamá nos dejó encerrados, nos preparó el desayuno, cogió las llaves y dijo que ya venía'", recordó Rubiela Muñoz, mamá de la víctima.El día de su desaparición, Leidy dejó a sus hijos solos en casa con la promesa de que regresaría pronto. Incluso, le dijo a su madre que antes del mediodía pasaría a verla para ayudarla a sacar unas citas médicas.Tiempo después, uno de sus hijos llamó a su abuela al ver que su madre no volvía. Fue entonces cuando la familia se alertó, pues Leidy no respondía el celular, y todos coincidían en que no era habitual que se ausentara sin avisar, mucho menos dejando a sus hijos solos. "Ella nunca desaparecía ni dejaba solos a sus hijos. Cuando me avisaron, todo fue un caos", contó Angélica Montero, tía de Leidy.¿Qué pasó con Leidy Johanna Soto?Las autoridades iniciaron la búsqueda de Leidy y, para ello, no solo recopilaron testimonios de vecinos, sino que también comenzaron a interrogar a su círculo más cercano. Uno de los primeros en ser contactados fue John Alexander, su expareja y padre de sus cuatro hijos, con quien compartió casi 18 años de relación.La relación comenzó a deteriorarse después de que Leidy se sometiera a una cirugía bariátrica. Con el cambio físico, ella empezó a recuperar su confianza y autoestima, lo que, según su familia, desencadenó una serie de episodios de celos por parte de John. La situación se volvió insostenible y, en 2017, Leidy decidió separarse de él.Sospechosos en la desapariciónTras la desaparición, John Alexander aseguró que hacía mucho tiempo no tenía contacto con Leidy y sugirió a la Policía que investigaran a su nueva pareja. Esta afirmación sorprendió a la familia, que no tenía conocimiento de que Leidy tenía un nuevo romance.Yesid López Medina, de 30 años, era la nueva pareja de Leidy, con quien llevaba cuatro meses de relación y estaba planeando mudarse con él. Desde el inicio de la investigación, las autoridades notaron que Yesid participaba activamente en la búsqueda, lo que en un principio no despertó sospechas.Desde entonces, tanto la expareja de Leidy como su nuevo novio se convirtieron en los principales sospechosos de su desaparición. Sin embargo, Yesid López declaró que siempre le resultó extraño que Leidy no lo presentara oficialmente a su familia. "Ella nunca me llevaba a la casa de su mamá y yo me preguntaba: '¿si soy su pareja, por qué me deja en la esquina?'”, relató y aseguró que Leidy le confesó que no hacía pública la relación por miedo a la reacción de John Alexander, su expareja."La tiraron al río”Una semana después de la desaparición, la hermana de Leidy recibió un mensaje anónimo que confirmaba lo peor: "A su hermana la mataron y la tiraron al río Cauca", se leía en el texto.Al día siguiente, un pescador alertó a las autoridades sobre el hallazgo del cuerpo de una mujer en el río Cauca. Debido al avanzado estado de descomposición, no fue posible identificarla de inmediato. El cuerpo fue trasladado a Medicina Legal, donde se solicitó la presencia de familiares de personas desaparecidas. Fue entonces cuando Diego, hermano de Leidy, confirmó que se trataba de ella. "Son imágenes que uno quisiera borrar de la cabeza. Tenía la misma ropa con la que había salido de la casa, un anillo y era de ella. Ya la habíamos encontrado".Taxi fue clave en la investigaciónUna testigo del barrio Naranjos le informó a las autoridades que el día de la desaparición vio a Leidy discutiendo con un taxista. La descripción física del hombre coincidía con la de John Alexander, su expareja. Al avanzar en la investigación, los agentes descubrieron que él había comenzado a trabajar como taxista utilizando una identidad falsa.En su declaración, Yesid López aseguró que, días antes de la muerte de Leidy, su exesposo había comenzado a comportarse de forma extraña. Incluso relató que en una ocasión un taxi intentó atropellarlo. “Ella me dijo: ‘Ese es Alexander’”, declaró Yesid.Ante esta versión, la Policía decidió rastrear el vehículo, que fue hallado abandonado en un taller mecánico. Tras realizar las pruebas forenses correspondientes, encontraron rastros de sangre en el interior, lo que reforzaba la hipótesis de que John Alexander estaba detrás del crimen.“El carro fue revisado para ver si tenía alguna falla. La persona que lo trajo no se identificó. Normalmente, el carro venía sucio y olía mal, pero ese día estaba limpio por dentro y por fuera, y olía bien. Recién lavado”, aseguró Angélica Villota, propietaria del taller. Esta fue justamente la pista que las autoridades siguieron y, al revisar el vehículo con elementos especiales, encontraron en él residuos de sangre, por lo que la expareja de Leidy fue identificada como responsable e iniciaron su búsqueda. Condena del responsablePara ese momento, John Alexander se escondía en una zona rural de Corinto, Cauca, un área de difícil acceso por la presencia de grupos armados ilegales. Sin embargo, tras la interceptación de una llamada, el 15 de octubre de 2019 (cinco meses después del homicidio de Leidy) fue capturado y señalado como el responsable de este atroz crimen.En enero de 2020, aceptó la responsabilidad de los hechos y fue condenado a 35 años y 6 meses de prisión por el delito de feminicidio. “Espero que se arrepienta, le pida perdón a Dios y a sus hijos porque hizo un daño muy grande”, dijo una familiar de la víctima.
Lo que debía ser una jornada de aprendizaje y celebración un mes antes de su graduación terminó en una tragedia que marcó para siempre la vida de decenas de familias. El 5 de octubre de 2024, un grupo de estudiantes de la Corporación Educativa Nacional CEN, en Bogotá, realizó una salida pedagógica hacia la zona rural de Bojacá, en Cundinamarca. Lo que nadie imaginaba era que ese viaje terminaría en un accidente fatal que dejó cinco estudiantes muertos, 21 heridos y una serie de interrogantes sobre la responsabilidad institucional y la cobertura del seguro estudiantil. Séptimo Día investigó.María José Romero, María Alejandra Blanco, Isabel Natalia Franco y Paula Andrea Londoño compartían no solo una amistad muy cercana, sino también la pasión por su carrera de auxiliares de veterinaria. A solo un mes de graduarse, salieron de la sede de la Corporación CEN en Barrios Unidos, Bogotá, rumbo a Bojacá.A las 7:00 a.m. comenzó el recorrido. A las 8:50 a.m., en la vía entre La Mesa y Mosquera, los estudiantes notaron que algo no andaba bien. El bus iba a alta velocidad, y algunos alertaron al conductor. “Empezó a oler a quemado y ya fue cuando en la siguiente curva nos volcamos”, relató una de las sobrevivientes.El vehículo se volcó por el lado izquierdo, se arrastró diez metros y chocó con un muro de contención. El patrullero Brian Acosta, de la Policía de Tránsito y Transporte de Cundinamarca, fue el primero en llegar: “Había muchas personas con muchos traumatismos en diferentes partes del cuerpo y nos informaban que se encontraban otras sin vida”.Falla mecánica, hipótesis del siniestroSegún el coronel Jonathan Sandoval, jefe seccional de Tránsito y Transporte de Cundinamarca, la causa del siniestro fue una falla mecánica, “al parecer en los frenos”. La empresa de transporte Trans City Tour, responsable del bus, se abstuvo de dar declaraciones a Séptimo Día tras consultar por lo sucedido: “Nos abstenemos de emitir cualquier tipo de declaración reiterando que los hechos mencionados son objeto de investigación”.Mientras las ambulancias trasladaban a los heridos, la noticia del accidente se propagaba rápidamente en redes sociales y medios de comunicación nacionales. Algunos padres se enteraron por llamadas inesperadas. “A las 12 del día recibí una llamada que nunca uno quiere recibir”, contó una madre. Otro padre relató: “Llamé, para sorpresa mía me contestó un teniente de la Policía, me dijo ‘encontré el celular de ella en el piso, la buseta se accidentó’”.Ambos corrieron al Hospital de Mosquera con la esperanza de encontrar a sus hijas con vida. No fue así. Ellas estaban entre las víctimas fatales que dejó el siniestro.Dura realidad de los sobrevivientes del accidenteMaría José, de 23 años, sobrevivió, pero quedó cuadripléjica. Su vida cambió para siempre. Como ella, otros estudiantes enfrentan secuelas físicas y emocionales graves, pero el dolor no terminó con el accidente. Las familias denuncian que el seguro estudiantil no respondió como ellos esperaban.“Todavía hay muchos vacíos, no sé a quién le compete responder, desde que llegamos a Bogotá fue por la EPS, los gastos aparte siempre han sido de nuestro bolsillo, de la ayuda de la familia”, relató una madre de los sobrevivientes.La IPS CAFAM, donde fue atendida María José, confirmó que la atención fue asumida por la EPS, no por el seguro estudiantil.¿Qué pasó con el seguro estudiantil?Los padres esperaban que la póliza contratada por la Corporación CEN cubriera los gastos médicos y funerarios. Sin embargo, según sus denuncias, esto no fue así.Los padres de familia señalan errores por parte de la institución educativa.“Ha sido dificultoso porque se supone que mi póliza no tiene validez en ningún lado y no entiendo por qué”, dijo una estudiante.El abogado César Fuentes, representante de una de las víctimas, explicó: “No podían acceder a las coberturas de ese seguro porque no tenía vigencia para el hecho dañoso. La atención se realizó en principio a través de la póliza SOAT expedida por la aseguradora La Previsora, ellos fueron los que atendieron todo el tema de gastos y posteriormente, una vez se agota esa cobertura, se inicia la atención a través de la EPS”.El drama que viven familias de las víctimasUna de las familias afectadas relató que tuvo que hacer una colecta para cubrir los gastos funerarios. Un mes de la trágica partida de su hija recibieron por parte de Seguros de Vida del Estado el valor de la indemnización por su muerte, todos, según dicen, gracias a un trámite que ellos mismos gestionaron.Las familias coinciden en que no hubo claridad sobre la activación de la póliza. Al consultar en la página web de la aseguradora, descubrieron que los carnés del seguro aparecían como vigentes solo cuatro días después del accidente.La respuesta de la institución educativaDiana Puche, rectora de la Corporación Educativa Nacional CEN, reconoció ante Séptimo Día: “Ha sido un error, en el momento no podría llegar a establecer en esos momentos de quién puede llegar a ser el error”.Según documentos enviados por la rectora, la póliza sí estaba vigente y cubría para el momento del accidente a las víctimas y fue contratada con Seguros de Vida del Estado. Asegura que la institución gestionó su activación por diferentes canales. Sin embargo, las familias insisten en que nunca contaron con esa cobertura activa.“No sé qué pasó en relación a por qué en la base pública apareció una información diferente a la consignada, en estos momentos la verdad que me entero por ti, entonces la verdad no me he equivocado ni nosotros”, afirmó la rectora.Séptimo Día también consultó a Seguros de Vida del Estado. La compañía no accedió a una entrevista, pero respondió mediante un comunicado: “Por respeto a la confidencialidad de la información nos resulta improcedente pronunciarnos pública y específicamente sobre trámites individuales”.Finalmente, y a pesar de las denuncias, la corporación CEN insiste en que las denunciantes ya recibieron respuesta a la reclamación y que las personas que no han obtenido cobertura son por falta de los requisitos exigidos por la aseguradora, pero nunca por la no activación o ausencia de la póliza. Sin embargo, las familias siguen exigiendo respuestas claras para cada uno de sus casos.
El ídolo colombiano Lucho Herrera está en el centro de la polémica por las denuncias que lo involucran en un repudiable crimen en Fusagasuga, Cundinamarca. El caso se remonta al año 2002. De hecho, el exciclista admitió que pagó diez millones de pesos (unos 2.482 dólares) en 2016 a paramilitares para que lo sacaran del caso en el que está vinculado por la presunta desaparición forzada de cuatro personas."Yo se los di en Fusa. Llegó un muchacho delgado en una moto, y no volví a saber nada", expresó Herrera en declaraciones recogidas por Noticias Uno, que tuvo acceso a lo dicho por el exciclista, campeón de la Vuelta a España de 1987, durante una audiencia.Herrera, de 64 años, rindió versión libre ante la Fiscalía y, aunque rechazó dar declaraciones a la prensa, su abogado, Hernando Herrera, divulgó un comunicado en el que afirmó que su cliente es víctima de "calumniosas sindicaciones, extorsiones y chantajes emocionales".La diligencia de Herrera ocurre luego de que una jueza de Fusagasugá solicitara en abril pasado abrir una investigación formal contra el exciclista por un caso de desaparición forzada de cuatro vecinos suyos. La orden se produjo tras el señalamiento directo del exparamilitar condenado Luis Fernando Gómez Flórez, alias Ojitos, quien lo acusó de haber solicitado a las Autodefensas Campesinas del Casanare hacer desaparecer a cuatro vecinos, presuntamente por negarse a venderle sus tierras colindantes.El caso se remonta a 2002 cuando, según la versión de Gómez, alias Ojitos y otro exparamilitar llamado Óscar Andrés Huertas, alias Menudencias, recibieron la orden de Martín Llanos, jefe de las Autodefensas Campesinas del Casanare, de atender un encargo de Herrera.Según Gómez, el objetivo era "mandar a limpiar (desaparecer) a una gente que era miliciana de la guerrilla" y que en realidad eran vecinos del deportista, identificados como los hermanos Víctor Manuel y José del Carmen Rodríguez Martínez, Gonzalo Guerrero Jiménez y Diuviseldo Torres Vega, "desaparecidos el 23 de octubre de 2002, en circunstancias similares", señala el documento judicial.En ese sentido, Herrera afirmó, según la publicación de este martes de Noticias Uno, que conocía a dos de las víctimas, que fueron criados y crecieron cerca de la casa de los padres del exciclista en Fusagasugá, en el departamento de Cundinamarca.Herrera, conocido como el 'jardinerito de Fusagasugá', es uno de los íconos del ciclismo colombiano y fue el primer latinoamericano en ganar una etapa del Tour de Francia, el 18 de julio de 1984, cuando cruzó la meta en primer lugar en la mítica cima del Alpe d'Huez.Lo que ha dicho Lucho HerreraEn un comunicado publicado semanas antes de la audiencia, Herrera rechazó los señalamientos hechos por los tres paramilitares. Añadió, además, que estas personas son "condenadas anticipadamente por delitos graves" que se han acogido a "sentencias negociados, por lo que rechaza sus declaraciones con "absoluta contundencia"."Jamás he pertenecido a organizaciones criminales ni he pretendido causar daño a persona alguna. Mi vida la he dedicado al deporte, y tras mi retiro del ciclismo profesional, a trabajar de forma honesta. Rechazo de manera enfática las imputaciones que pretenden enlodar mi nombre y mi trayectoria como ciudadano, trabajador y padre de familia", mencionó.En esa misiva, el exciclista señaló que en su trayectoria como empresario y comerciante ha sido "víctima de extorsiones, amenazas y secuestros", situaciones que han sido puestas en conocimiento de las autoridades. "En 2016 otorgué poder a mis abogados para solicitar información ante la Fiscalía General de la Nación y promover las denuncias correspondientes frente a versiones falsas y presiones indebidas", añadió. El junio de este año, las autoridades identificaron los cuerpos de dos de los vecinos de Lucho Herrera asesinados en el 2002. NOTICIAS CARACOL Con información de EFE
El Tour de Francia arranca el sábado en Lille (norte): ¿Será un duelo a dos bandas entre Tadej Pogačar y Jonas Vingegaard o un paseo para el ciclista esloveno, campeón el año pasado y que ha dominado con puño de hierro la primera parte de la temporada?Serán tres semanas de pasión, dramas, alegrías y sufrimiento extremo para los 184 corredores de esta 112ª edición de la 'Grande Boucle', que discurrirá por completo sobre suelo francés luego de tres salidas consecutivas en el extranjero, y antes de los próximos inicios en Barcelona (España) en 2026 y en Edimburgo (Escocia) en 2027.- Del Mont Ventoux a Montmartre -No son pocos los alicientes para el espectáculo en el evento que marca el verano europeo; dos contrarrelojes, una de ellas en subida en los Pirineos, seis etapas de montaña, el Mont Ventoux, el col de la Loze, hasta la conclusión el 27 de julio en los Campos Elíseos con una incursión inédita al carismático barrio de Montmartre, un año después del exitoso paso de la prueba en ruta de los Juegos Olímpicos de París.Pogacar y Vingegaard se han repartido las cinco últimas ediciones -el esloveno domina 3 a 2- y parten con un favoritismo mucho mayor que pueden encarnar Remco Evenepoel, tercero el año pasado, y Primož Roglič, eterno aspirante.Todo apunta a un duelo épico entre Pogacar y Vingegaard, dos estrellas que, por primera vez en tres años, encaran el Tour sin problemas físicos: en 2023 el esloveno regresaba de una fractura en la mano, y un año después el danés compitió lastrado por su terrible caída en la Vuelta al País Vasco.Pero el dominio de Pogacar en todos los terrenos es tan evidente desde hace un año y medio que podría finiquitar todo suspense a la salida de los Pirineos, e incluso antes de la última semana en los Alpes.- Dominio insolente -En el último Dauphiné, el vigente campeón del mundo fue tan superior a su rival danés que rozó la insolencia, incluso la arrogancia.Vingegaard, sin embargo, no se resigna, y sus esperanzas reposan en un equipo Visma muy fuerte (Simon Yates, Jorgenson, Kuss, Van Aert,...). Pero Pogacar también cuenta con un "dream team" a su servicio, con Joao Almeida, Adam Yates o Pavel Sivakov.En los últimos meses, el ogro esloveno demostró, no obstante, que no precisa de ayuda para ejercer de capo del pelotón.Nadie puede asegurar el control total en un deporte incierto que toma toda su dimensión en el Tour de Francia, prueba maratoniana con mil trampas en su camino. Ni siquiera Pogacar está protegido contra una caída, un mal día, o un golpe de calor, habida cuenta de las altas temperaturas que han convertido a Francia en un horno en los últimos días.La primera etapa, en Lille ofrece una oportunidad para los velocistas de lucir el maillot amarillo por primera vez desde Alexander Kristoff en 2020 en Niza. Biniam Girmay y Jasper Philipsen, los maillot verdes de las dos últimas ediciones, Tim Merlier o Jonathan Milan, preferido a Mads Pedersen por el Lidl-Trek, tienen marcado en rojo esa cita desde hace meses.Será la antesala de una primera semana por llano, pero no exenta de trampas, como el Muro de Bretaña.Así llegan Pogacar y Vingegaard al Tour de FranciaPogacar viene de ganar el Critérium du Dauphiné y la Vuelta a los Emiratos Árabes Unidos; por su parte, Vingegaard se coronó campeón de la Volta al Algarve, en Portugal."- Bajas sudamericanas -Un terreno de juego perfecto para corredores como el neerlandés Mathieu van der Poel o el belga Wout van Aert.Parte de las opciones latinoamericanas en este Tour se diluyeron con el anuncio la semana pasada de la baja por enfermedad gastrointestinal del ecuatoriano Richard Carapaz (EF Pro Cycling).Tampoco estará, por descanso, el segundo clasificado en el último Giro de Italia, el mexicano Isaac Del Toro (UAE).Y a falta de que el Ineos oficialice su nómina de corredores, persiste la duda sobre la presencia del campeón colombiano del Tour en 2019, Egan Bernal.
La novela entre Luis Díaz y Barcelona aún no tiene un final, aunque todo parecía indicar que los 'culés' ya habían concretado el fichaje de Nico Williams procedente del Athletic Bilbao, lo cierto es que una 'traba' en las negociaciones le dio nuevamente una esperanza al entorno del guajiro.El 'Barça' aún no pierde el interés por el colombiano, realmente han tenido mucha paciencia con el tema, pues saben perfectamente que el jugador está poniendo de su parte, pero es el Liverpool quien está decidido a no dejarlo ir, a no ser de una cifra escandalosa para un futbolista cerca a los treinta años, como precisan constantemente en la prensa española. Según informó 'Mundo Deportivo' "se había generado una traba en la operación de Nico (Williams), y desde el entorno de Luis Díaz, se han emitido mensajes en dirección a las oficinas del Camp Nou de que el delantero colombiano sigue disponible".Se continuó leyendo en el diario citado que "la cuestión es que en el Barça esperaban, antes de la irrupción del menor de los Williams, que el agente de Díaz avanzase en su tarea de desgaste con el Liverpool para forzar una salida de su representado. Sin embargo, el representante del internacional colombiano no apretó el acelerador todo lo que debía y mientras se dormía en los laureles, Félix Tainta, agente de Nico Williams, le avanzó por la derecha".En Liverpool no bajan la guardiaLa dirigencia de los 'reds' mantienen su postura de retener a 'Lucho' hasta el día de hoy; sin embargo, el representante del guajiro guarda la esperanza de que Liverpool cambie de opinión este mismo mes, ya que se están viendo afectados económicamente por los costosos fichajes que han hecho: Jeremie Frimpong (40 millones de euros), Florian Wirtz (125 millones) y Milos Kerkez (46,9 millones). Esto podría obligar a finalmente aceptar la oferta del Barcelona por Díaz Marulanda, para cuadrar caja en los de Anfield, y evitar una posible pérdida de dinero por lo menos hasta el mercado de invierno. ¿Qué hace Luis Díaz mientras tanto?El colombiano sigue disfrutando de la recta final de sus vacaciones, viajando con su familia y asistiendo a eventos con marcas en la capital de nuestro país, donde se le vio hace algunos días para compartir con muchos de sus seguidores.Hasta el momento, se sabe que 'Lucho' deberá presentarse en Inglaterra a finales de julio para preparar lo que es el inicio de temporada con Liverpool, si todo sigue con normalidad, o si finalmente se llega a un acuerdo con el actual campeón de la Liga de España, todo podría tener un rumbo diferente.
En el barrio Tierra Buena, de la localidad de Bosa (sur de Bogotá), se registró un trágico hecho que ya es investigado por las autoridades. El hecho se presentó, según testigos, luego de que se desatara una pelea entre vecinos que se produjo en medio de una reunión y culminó con el asesinato de una persona a manos de un menor de edad y su tía. Producto de este incidente, las autoridades lograron la captura de un adolescente de 16 años y su tía. Ambas personas son señaladas de haber acabado con la vida de uno de sus vecinos, en Tierra Buena, luego de un altercado que sigue siendo investigado. Y es que, acorde con testigos y diferentes relatos que se registraron en el lugar, todo inició cuando la víctima del asesinato, llamada Wilmar Lara, departía con su pareja y otros vecinos de un conjunto residencial. Según relató la Fiscalía, citada por Blu Radio, durante esta reunión se presentó una discusión con Luisa Barrera, una de las residentes que se encontraban en el lugar. La pelea se escaló hasta tal punto en el que la mujer involucrada en la discusión ingresó a su vivienda y, tras varios minutos, salió de allí con un arma blanca junto a su sobrino menor de edad. Ambas personas fueron al punto en el que se encontraba Lara, a quien agredieron en reiteradas ocasiones hasta dejarlo gravemente herido. Aunque el sujeto alcanzó a ser trasladado al hospital Nuevo de Bosa, este perdió la vida al poco tiempo por el grado de las heridas. Capturas de los presuntos responsablesUna vez se conocieron los hechos, las autoridades acudieron al punto y posteriormente llevaron a cabo las respectivas capturas. Así las cosas, la Policía pudo aprehender al menor y capturar a la mujer, tía del adolescente. A ambos señalados responsables del asesinato les incautaron las armas con las que los sujetos habrían asesinado al vecino. Una vez a ambas personas les fue legalizada la captura, se les imputaron los delitos de homicidio con circunstancias de agravación punitiva; el menor no aceptó cargos y fue llevado a una institución especializada mientras avanza la investigación; su tía, por otro lado, fue trasladada a la cárcel. Un juez declaró la legalidad de la captura y posteriormente a los dos, el joven y su tía, un fiscal de la Seccional Bogotá les imputó el delito de homicidio con circunstancias de agravación punitiva. Aunque el menor no aceptó los cargos, el juez ordenó su internamiento preventivo por un periodo inicial de cuatro meses en un centro especializado para adolescentes, mientras que la mujer fue enviada a la cárcel.JULIÁN CAMILO SANDOVALNOTICIAS CARACOL JSANDOVAL@CARACOLTV.COM.CO
El Mundial de Clubes 2025, que se disputa en Estados Unidos, sigue su curso y varios jugadores colombianos están brillando con luz propia. Uno de los nombres que más resuena por su rendimiento es el de Richard Ríos, volante antioqueño que se ha convertido en pieza clave del Palmeiras, actual campeón del fútbol brasileño.Ríos fue determinante en la clasificación del ‘verdao’ a los cuartos de final del certamen. En el duelo ante Botafogo, el mediocampista aportó una valiosa asistencia para que Paulinho marcara el único gol del compromiso, suficiente para que el equipo dirigido por Abel Ferreira avanzara a la siguiente fase. Más allá del pase gol, su despliegue físico, visión de juego y capacidad para recuperar balones lo han consolidado como uno de los mejores centrocampistas del torneo.Ahora, Palmeiras deberá enfrentar un exigente reto en los cuartos de final ante Chelsea, uno de los representantes de la Premier League, en un duelo que promete ser uno de los más atractivos del certamen.Richard Ríos en el radar de un grande de InglaterraLas destacadas actuaciones de Richard Ríos en el Mundial de Clubes no han pasado desapercibidas en Europa. Desde Inglaterra, varios equipos han empezado a seguir de cerca al colombiano de 25 años, que también ha estado en el radar de clubes como Atlético de Madrid, Porto y PSG en los últimos meses.Sin embargo, uno de los interesados que más fuerza ha tomado recientemente es el Manchester United. Según informó el portal especializado 'CaughtOffside', los ‘diablos rojos’ están considerando seriamente la posibilidad de fichar al jugador del Palmeiras. De hecho, se reportó que el club inglés ha enviado ojeadores a Estados Unidos para observar a Ríos en acción durante el Mundial de Clubes.“La directiva del Manchester United tiene en la mira a Richard Ríos y está evaluando su fichaje. Palmeiras estaría dispuesto a dejarlo salir por una cifra cercana a los 20 millones de libras”, indicó el medio partidario Manchester United Forever.Aunque no es la primera vez que el nombre del colombiano se asocia con el conjunto de Old Trafford, el contexto actual y su desempeño en torneos internacionales podrían acelerar las negociaciones en este mercado de fichajes.Números de Richard RíosRichard Ríos ha sido uno de los jugadores más regulares del Palmeiras en la presente temporada. El centrocampista ha disputado un total de 34 partidos oficiales en todas las competiciones, acumulando 2.412 minutos en cancha. En ese periodo ha registrado cuatro goles y tres asistencias, demostrando su impacto tanto en defensa como en labores ofensivas.Su versatilidad para jugar como volante mixto o más adelantado le ha dado a Abel Ferreira una valiosa alternativa en el medio campo, lo que explica su continuidad en el equipo titular.¿Cuándo vuelve a jugar Palmeiras?Palmeiras volverá a tener acción en el Mundial de Clubes el próximo viernes 4 de julio, cuando se enfrente a Chelsea por los cuartos de final. El encuentro está programado para las 8:00 p. m. (hora colombiana) y se disputará en suelo estadounidense, con transmisión internacional. Será una prueba de fuego tanto para el club brasileño como para Richard Ríos, que espera seguir elevando su nombre en el radar del fútbol europeo.