La escritora colombiana Piedad Bonnett, Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 2024, considera "imposible" ser poeta y no tener una mirada empática y, por ello, dice, escribe poemas "atravesados" por el dolor del migrante, de la pobreza, del olvido histórico y de su país, "muy violento y con mucha desdicha".>> Vea, también: "Cada vez se me hace más difícil ser feliz", dice Piedad BonnettBonnett (Almafi, 1951) recoge este martes en Madrid el máximo galardón de la poesía en lengua española, que se concede a su antología 'La oscura disonancia', y se lo entrega la reina Sofía de España, madre de Felipe VI.Son más de 200 poemas, algunos inéditos e incluso manuscritos, con mucha denuncia social en un primer momento, para dar paso a otra etapa marcada por la enfermedad y suicidio de su hijo Daniel, en 2011, con solo 28 años.Y es, precisamente, el óleo 'Lápiz, 2001' de su hijo el que ilustra la portada de una antología de poemas que son capaces de "mirar y compadecer" como le enseñaron sus padres: "Vivo en un país violento con mucha desdicha, y no se puede existir sin una mediana de sensibilidad, sin sentir el dolor ajeno".La de Piedad Bonnett, un poesía de "cicatrices"La antología, presentada este martes por Patrimonio Nacional (organismo público responsable de los bienes de titularidad del Estado que proceden del legado de la Corona española), y la Universidad de Salamanca (España), que edita el texto, deja ver su evolución como poeta, una creación en progreso donde, dice la escritora, se ven sus "cicatrices".Bonnett reconoce que seleccionar una antología fue una tarea "muy difícil" porque se tuvo que poner en conexión con sus propios poemas, "como si no los conociera para hacer, de verdad, una selección representativa" de lo mejor que ha hecho, y eso implica "una mirada crítica".Y recibir este premio es una "satisfacción enorme", ya que supone el aval de los lectores y de gente respetable y competente. "Es un momento especialmente importante en mi vida", confiesa.Sin embargo reconoce sentir ambivalencia y preguntarse, en el fondo, si acaso el premio no le correspondería a otros poetas, "enormes voces que se merecían este reconocimiento".En la presentación de la antología, en el Palacio Real de Madrid, Piedad Bonnett explica que va entrando en una edad en la que va haciendo balance de vida, y la mejor representación está en su último libro, 'La mujer incierta', de la editorial Alfaguara, donde muestra lo mucho que le costó creer en su talento.En la presentación, Patrimonio Nacional y la Universidad de Salamanca han valorado la capacidad de Bonnett para acercarse "a la parte oscura" y a la denuncia social con "extraordinaria sensibilidad" y una poética "valiente".Bonnett leyó ante el auditorio un manuscrito dedicado a su hijo que le produce especial emoción: "Te he visto vacilar al borde, antes de dar el salto. Y me he quedado quieta, en mi silla blanca, esperando que emerjas de la aguas".La poetisa premiada es licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad de los Andes, con una maestría en Teoría del Arte por la Universidad de Colombia, con nueve libros de poemas publicados y varias antologías.>> Siga leyendo: la primera osteobiografía realizada a Tomás Carrasquilla revela más detalles sobre su vida
Para escribir su último libro, 'Una mujer incierta', Piedad Bonnett ha hecho un repaso profundo de su vida y está satisfecha con lo vivido, pero se ha dado cuenta que cada vez se le hace más difícil ser feliz, confiesa la escritora colombiana en una entrevista con la agencia EFE.>>> Más sobre escritores: Juan Gabriel Vásquez fue nombrado miembro de la Academia Colombiana de la Lengua"Las personas que nos planteamos la vida como un conflicto grande no podemos ser fácilmente felices; habrá momentos en que tú te casas, estás enamorado, compraste una casa, tienes un buen trabajo y ahí sientes que eres feliz... pero a mí nunca me ha pasado", admite la última ganadora del Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana.Ahora, a sus 73 años, asegura que "la felicidad cuando se va yendo la juventud es más difícil" y aunque tiene "momentos felices", actualmente no es feliz porque, por ejemplo, le apena que su padre no pueda oír la tele o leer el periódico y que su madre apenas pueda hablar y le entristece vivir lejos de sus nietos.Además, al mirar atrás, se acuerda del dolor del suicidio de su hijo Daniel, que vivió 10 años con una enfermedad mental. "¿Cuándo he sido feliz? No he sido feliz, he tenido algún momento feliz", como cuando ganó el Premio Nacional de Poesía en 1994 o cuando está con sus amigas.Atravesada por la ansiedadPor eso, escribir 'Una mujer incierta' (Alfaguara), al que se niega a llamar autobiografía pero donde narra momentos de su vida, no ha sido tan sencillo como creía en un principio y ha sido "un ejercicio de decirse la verdad".La idea surgió cuando la pandemia le agarró en una finca desconectada y pensó en escribir sobre su cuerpo. "Yo fui una niña enfermiza, que a los 3 años tenía una úlcera de duodeno y que sigo teniendo una somatización tremenda de todo", explica.Pero al final se transformó en un repaso de su vida donde habla de sus sentimientos, percepciones, decisiones. De esa introspección, Bonnett ha visto "las ventajas y desventajas" de algunas decisiones vitales, como el tener su primera hija a los 21 años cuando aún estaba en la universidad, pero también ha sacado varias conclusiones y una de ellas es que siempre le ha perseguido la ansiedad, incluso cuando era niña y aún no le ponía nombre."Yo pensaba que yo tenía un problema mental, que tenía problemas físicos y ya cuando tenía veintipico años, los médicos empezaron a informarme que todas esas cosas que pasaban en mi estómago tenían que ver con estrés y con ansiedad", explica la autora.En ese momento hablar de salud mental "era un tabú", por lo que lo llevaba como una "culpa" y durante mucho tiempo pensó que eran problemas heredados, y no fue hasta que tenía más de 30 años, en terapia, que no pudo comenzar a deshacerse de ese peso.Media vida en deshacerse de la culpa"Me llevó media vida, exactamente media vida, deshacerme de la culpa", dice Bonnett. De niña la señalaban "porque no estaba dentro de los parámetros esperados; de joven porque cometió 'imprudencias' como quedarse embarazada cuando no tocaba, y en lo profesional, no logró publicar su primer libro hasta los 39 años. Y ese "¿si serviré?" le llenó de culpa.Pero en un momento todo cesó: "Realmente mi vida ha sido una lucha permanente para zafarme de la culpa, pero desde hace 20 años yo no tengo culpa de nada, no me la permito". Empezó a vivir lo que quería sin resentimientos."Simplemente me estaba enloqueciendo entre la estrechez del matrimonio y unos adolescentes de los que yo ya estaba cansada", pero al priorizarse y marcharse del país dejó atrás los arrepentimientos.Ahora, en esa vida que considera "satisfecha" le llenan pequeños momentos y sobre todo la amistad: "pienso que lo que nos sostiene es la amistad y a mí me impresiona mucho, que hay mucha gente que no tiene amigos; yo veo a mi alrededor gente que puede no tener amigos y estar con una pareja y no tener amigos"."La amistad la eliges y también te retiras de ella cuando te hace daño, cuando no hay reciprocidad; es un escenario de gran libertad y la conversación es el tesoro supremo de la amistad", apunta la autora.
El maestro Tomás Carrasquilla fue uno de los escritores colombianos más famosos del siglo XIX. Nació en 1858 en el pueblo de Santo Domingo, Antioquia y murió en 1940 a costa de sus golpes y fuertes enfermedades óseas. El autor de obras como frutos de mi tierra, la marquesa de Yolombó y en la diestra de Dios Padre, están ahora consolidadas en una casa museo que tiene las puertas abiertas al público.La doctora Timisay Monsalve Vargas, directora del Laboratorio de Antropología y Forense de la Universidad de Antioquia quiso hacer una de las primeras osteobiografías de Colombia. Para ello, acudió a la Basílica con la familia de Carrasquilla y con los directivos del museo cementerio para hacer la exhumación del cuerpo que se encontraba en un cobre de metal. La idea era poder determinar un poco más de la historia del escritor desde su análisis óseo.La mujer de oro de Yolombó“En este caso le pusimos una TC, es decir, Tomás Carrasquilla, pues cada pieza ósea de Tomás, inclusive las falanges, las manos, los pies, todas las piezas óseas que él tenía fueron rotuladas con eso. De él se decía que era robusto y sobrio”, explicó Monsalve. “En ese cofrecito de metal amarrado con cabuya y apretadito estaba semi-momificado, que significa esto, que algunas piezas óseas estaban todavía con tejido blando adherido. Lo traemos al laboratorio y aquí comenzamos con todo lo que va a ser el proceso de tratamiento de restos para poder evaluar a Tomás Carrasquilla”, agregó.Además, Monsalve señaló que en el momento de la revisión y colocación adecuada de la anatomía del cuerpo del literato se evidenció varias fracturas y lesiones que “no sabía ni por dónde empezar”. El maestro Carrasquilla en sus últimos años de vida quedo ciego, poco tiempo después, parcialmente, recupero su vista. Hay quienes mencionan que de adulto mayor nunca lo vieron caminar. Sus problemas de salud eran graves, tanto que una de sus manos se torció y una pierna le fue amputada porque presentaba cangrena. Asimismo, dentro de su patología presentó diabetes y arteritis.Para hacer la investigación, la doctora Monsalve trabajó con un traumatólogo español y bioarqueóloga estadounidense. Juntos construyeron la historia documentada de los padecimientos de este escritor colombiano. Esta labor en Colombia aporta información relevante, por ello, a su biografía se suma el análisis de sus restos óseos.William Shakespeare, nueva víctima de ley 'No digas gay' que censura contenidos en Florida“Nació en 1858, eso significa que Colombia tenía 50 años, después de la independencia y estaba formándose como república. Y Carrasquilla se está preguntando por quienes somos y cómo nos estamos construyendo como ciudadanos en una nueva república”, mencionó, Leticia Bernal, escritora de la biografía de Tomás Carrasquilla con cartas inéditas del autor.“Estamos hablando de una época en donde no hay luz eléctrica, no hay teléfono, no hay nada, el hogar con un fogón de leña, y junto al hogar empezar a conversar de fantasma y de historias fantásticas. Carrasquilla siempre que puede, echa mano de esos saberes populares. Él creaba personajes que tenían un valor universal”, afirmó Bernal.Aún sus huellas se pueden rastrear a su casa museo, en su pueblo natal, un espacio dedicado a la escritura, literatura, fotografía y a las grandes obras del escritor colombiano. El propio Carrasquilla escribió en uno de sus textos: “En casa de mis padres había no pocos libros y bastantes lectores, pues ahí me tener a mí, libro en mano a toda hora leyendo, leyendo y creo que en el hoyo donde me entierren abre de leerme la biblioteca de la muerte”.El informe reveló que Carrasquilla sufrió dolores inenarrables por su cuerpo retorcido. “Tenía algunas vertebras que se fusionaron en la parte lumbar y en la parte torácica, tenía una cifosis de Scheuermann y osteoporosis”, indicó Monsalve. Al parecer, el literato a lo largo de su vida tampoco cuidó de su salud, pues le gustaba beber y fumar, esa frecuencia más la de su diabetes era la causa de la decadencia de su bienestar. Sin embargo, pese a sus dolencias no dejaba de crear historias, lo que lo hacía ver mucho más admirable.
La historia de León María Lozano, jefe de Los pájaros en el Valle del Cauca, no es una lección aprendida. Para desgracia de Colombia, en épocas más recientes algunos personajes lo han imitado.¿Quién fue León María Lozano, el jefe de Los Pájaros inmortalizado por Gustavo Álvarez Gardeazábal?Los pájaros de Cóndores no entierran todos los días actuaron en la realidad de los años de la violencia bipartidista en Colombia, como lo harían años después los paramilitares de Castaño.En su trabajo de grado sobre León María Lozano, su bisnieto, Sebastián Martínez Mena, concluye que con su bisabuelo se cristaliza una forma de hacer violencia que no ha sido erradicada todavía en el país.Según Martínez, el líder de los pájaros silenciaba voces para mantener el orden.La novela de Álvarez Gardeazábal inmortalizó una historia que parece repetirse en los tiempos del paramilitarismo. La única diferencia es la víctima.Hija de León María Lozano, el Cóndor, habló por primera vez de su padre en TV: "El mejor"
Una de las dos hijas de León María Lozano, 'El Cóndor', jefe de Los Pájaros del Valle del Cauca en la violencia de los años 50 en Colombia y personaje que inspiró el libro 'Cóndores no entierran todos los días', del autor Gustavo Álvarez Gardeazabal, habló por primera vez sobre su padre frente a una cámara de televisión.¿Quién fue León María Lozano, el jefe de Los Pájaros inmortalizado por Gustavo Álvarez Gardeazábal?A la antigua sede del Partido Conservador en Tuluá solo le queda de azul una placa que rinde homenaje a la memoria de León María Lozano con una frase: “Es un honor morir al servicio del Partido Conservador”.Sebastián Martínez Mena es bisnieto del hombre al que le dieron el remoquete de 'El Cóndor' como jefe de Los Pájaros en Tuluá.Gertrudis Potes, la antagonista exacta de León María Lozano en Cóndores no entierran todos los díasPor su parte Violet Lozano, hija de León María Lozano, vive en la casa heredada de su padre, rodeada de recuerdos y, por primera vez, se refiere a su progenitor ante una cámara de televisión.
En Tuluá, Valle, quedó escrita la historia de un ciudadano ejemplar que se convirtió en jefe de los Pájaros, un escuadrón de asesinos que tenía como encargo del gobierno de su tiempo ayudar a imponer un modelo de país. León María Lozano, conocido como el Cóndor, es el retrato viejo de una realidad que no cambia.La realidad de la ficción de "Cóndores no entierran todos los días"
Las escenas de humor y sátira, acompañadas por espacios de musicalización, marcaron la diferencia en las novelas colombianas durante los años 80 en el país y América Latina. Su creadora: Martha Bossio, la libretista y escritora que se adelantó a una época.¿En qué anda el actor Juan Pablo Obregón, recordado por ‘Padres e hijos’?“Esa comedia, la presencia del humor negro en el melodrama y eso hace muy diferente al melodrama colombiano, al melodrama venezolano y mexicano”, afirmó Nicolás Martínez Bossio, escritor e hijo de Martha Bossio.Dago García, libretista y productor, recordó que “esa combinación de humor y melodrama fue la que años después les abrió a los colombianos las puertas del mercado internacional”.La fórmula de Martha Bossio fue un éxito. Ver historias como ‘San Tropel’ o ‘Gallito Ramírez’ se convirtió en el plan favorito de muchas familias y en modelo para las nuevas generaciones de guionistas.Aura Cristina Geithner vende su ropa interior usada: "Son tanguitas impregnadas con mi olor"“Con ese toque ligero, con ese toque gracioso, irónico, juguetón de las telenovelas. No fui su alumno, no tuve la fortuna, pero eso no quiere decir que no sea deudor de ese camino que ella abrió y que cambio para siempre nuestra televisión”, enfatizó Dago García.Varias de sus novelas fueron adaptaciones de obras literarias, que magistralmente llevó a la pantalla chica con su pluma exquisita.Anuel AA ofende a mujer que supuestamente le lanzó botella en un concierto: "No seas tan tonta"Martha Bossio dedicó sus últimos años a luchar por los derechos de autor de escritores audiovisuales y a transmitir su gran conocimiento a una camada de dramaturgos, que hoy recuerdan su generosidad.“Ella lo hizo con el compromiso de que sus alumnos, de que las generaciones posteriores, pudieran recibir este recaudo tan importante que es el derecho de autor”, explica Alexandra Cardona Restrepo, presidenta de la Red Colombiana de Escritores Audiovisuales.Martha, gracias por tu invaluable aporte a la televisión colombiana. Descansa en paz.
Andrés Salcedo, importante periodista deportivo, falleció en la madrugada de este viernes 7 de enero a los 81 años. Según las primeras informaciones se debió a un infarto.¿Cómo serán los protocolos en los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín? Acá los detallesEl reconocido escritor nació en 1940 en Barranquilla y hace algunos años decidió retirarse y vivir en Puerto Colombia, Atlántico, donde murió.Andrés Salcedo inició su carrera en radio y desde muy joven mostró su pasión, esa misma que lo llevó a dirigir Radio Guatapurí, en Valledupar, siendo muy joven.Cuando cumplió 30 años viajó a Alemania y se convirtió en la voz colombiana de la Bundesliga e hizo la narración en español para el programa de concurso Telematch. Andrés Salcedo llegó a este país del viejo continente para cubrir una vacante y sin siquiera pensarlo se quedó durante 22 años cumpliendo el rol de narrador y traductor.Fue hasta en la década de los noventa que su creatividad y pasión por el deporte conquistó a Colombia. Llegó a Bogotá para trabajar en radio y televisión y se convirtió en la voz principal del canal Telecaribe, en el que no se quedó solo con el fútbol sino que también narró partidos de béisbol.
La visita del presidente Iván Duque a la Feria del Libro de Madrid, en la que Colombia es invitada de honor, pero donde además el mandatario presentará su tercer libro sobre economía naranja y recibirá la medalla 'Isabel, la católica', sigue dando que hablar.En la capital de España, cerca de 200 colombianos protagonizaron manifestaciones de rechazo a la visita del mandatario que comenzará este miércoles.Así ocurrió: Colombianos en Madrid marcharon contra visita de Iván DuqueA las manifestaciones de colombianos se unió el partido español Podemos. Ese movimiento cuestiona la condecoración a Duque “por la represión en las manifestaciones de los últimos meses”. Además, rechaza que el gobierno colombiano no invitara a la Feria del Libro de Madrid a destacados escritores colombianos.La llegada del presidente a España coincide con un foro internacional virtual de congresistas españoles y colombianos que cuestionan la visita de Iván Duque.“El presidente Iván Duque no merece condecoraciones y homenajes sino condena internacional, ha censurado escritores y ha violado derechos humanos en Colombia”, dice Iván Cepeda, senador del Polo Democrático.Pese a que son muchos los escritores que no estarán en la Feria del Libro de Madrid, sus obras sí. Es el caso de ‘El olvido que seremos’, de Héctor Abad Faciolince.Incluso, en una imagen, la reina Letizia se vio leyendo detalladamente la obra del escritor colombiano.En contexto: Los elogios de la reina Letizia tras leer ‘El olvido que seremos'El escritor Santiago Gamboa no tiene duda de que las razones para no invitar a varios escritores a la Feria del Libro de Madrid son políticas.“Obviamente que sí, porque todos los escritores que están excluidos por la Cancillería son opositores, somos incómodos para el gobierno”, dice el escritor.En medio de esta polémica se comienza a rumorar que el presidente Iván Duque podría suspender la presentación de su libro sobre economía naranja.
Falleció Cecilia Faciolince la escritora, compañera de vida de Héctor Abad Gómez y la mamá orgullosa de Héctor Abad Faciolince, que vio su vida reflejada en una historia que se convirtió en película y que hoy le da la vuelta al mundo."No podía creer de la felicidad que mucha gente haya conocido y vaya a ver esta película",: así hablaba doña Cecilia Faciolince cuando supo del premio Goya a ‘mejor película’ logrado por la cinta ‘El olvido que seremos’, inspirada en el libro escrito por su hijo Héctor Abad Faciolince.“Este homenaje se rinde a Héctor. Para mi es muy emocionante, muy satisfactoria, pero doloroso como las cosas, pero así es la vida", dijo doña Cecilia Faciolince.Fue la mujer de la que se enamoró el médico y líder social, Héctor Abad Gómez, a quien acompañó por 43 años y cuyo personaje en la película fue interpretado por Patricia Tamayo."Mi mamá tenía 95 años y pudo ver la película hace un año, ella decía que quería vivir sobre todo para poder ver esta película", declaró Héctor Abad Faciolince, autor de ‘El olvido que seremos’.Doña Cecilia falleció en Medellín a sus 95 años. Condolencias a su familia.