Las fuertes aguas se llevaron el vehículo en el que viajaba y ocurrió la tragedia. Lo recuerdan como un religioso al que no le gustaban los escritorios, “sino estar con la gente más necesitada”.
“Es verdad que tenemos dificultades y justamente por eso debemos participar, pero también tenemos grandes potencialidades”, recalcó la Conferencia Episcopal.
Los padres de los menores denunciaron al clérigo en diciembre del año pasado. Su superior, que murió por COVID, advirtió años antes sobre sus conductas.