Desde hace más de 20 años los pobladores de Tocaima y otros municipios vecinos en Cundinamarca vienen padeciendo por la falta de agua potable. En uno de ellos estuvieron sin servicio durante dos meses.Otras noticias: ¿Humedal en peligro? El conflicto ambiental tras las construcción de la Troncal de Los AndesLa gente culpa a Ingeauga, la empresa prestadora del servicio Tocaima y Agua de Dios, y a Tocagua, creada para hacer la veeduría. Según el concejal Kenny Rivera, la comunidad pide liquidar a esta última e intervenir a la primera.Noticias Caracol solicitó una entrevista al gerente de Ingeaguas, pero no obtuvo respuesta.Una solución a esta problemática está en la Cuchilla de Peñas Blancas y el Subia, zona protegida por la CAR, porque allí nacen varias quebradas y ríos.En este lugar, ubicado en la parte alta del municipio de Mesitas del Colegio, se construirá el embalse Calandaima, una presa que busca regular el cauce del río para garantizar agua en épocas de sequía para las poblaciones como Viotá, Tocaima, El Colegio y Apulo.El embalse de 34,6 hectáreas fue una iniciativa de la CAR, las empresas públicas de Cundinamarca y las alcaldías de Viotá y El Colegio, que comparten el terreno de la futura presa.La CAR hizo los estudios desde el 2009, pero un sector de la comunidad se opuso preocupado por la flora y fauna de la región.Depredadores de bosques talaron cerca de mil hectáreas en plena sabana de Bogotá