Durante la lectura de la sentencia, la CIJ instó al país a "cesar de inmediato" esta conducta. No obstante, reconoció el derecho de la comunidad raizal a la pesca artesanal.
"Tengo que hablar, aunque tenga miedo, aunque mi futuro y el de mi familia sean inciertos”, dijo Arturo McFields. Secretario general del organismo le ofreció garantizar su protección.