El estadounidense Robert Francis Prevost, sumo pontífice que ocupó el puesto del fallecido Francisco I, también es fanático del deporte, como su antecesor.
Con 80 años, reconoce, pensaba ya en "un trabajo más tranquilo". Pero aceptó el nombramiento para, entre otras, denunciar el dolor del narcotráfico. Entrevista
Viajaron más de diez horas por carretera, sin descanso, para llegar a Quebec y poderlo ver. Al principio pensaron que había sido en vano, pero después lograron uno de los momentos más especiales de su vida.
El sumo pontífice, quien ha tenido problemas en su rodilla, indicó que "a mi edad, y con estas limitaciones, tengo que guardar un poco mis fuerzas para poder servir a la Iglesia".
El sumo pontífice se encuentra en la ciudad canadiense de Quebec, como parte de su gira para fortalecer los vínculos entre los sobrevivientes de las escuelas residenciales y la Iglesia Católica.
También lamentó la "indiferencia" de la Iglesia católica frente a la violencia contra los aborígenes en Canadá, donde miles de niños fueron abusados o murieron en internados.