Contó que fue un repartidor. “Nadie vio, nadie dijo nada”, afirmó al recriminar la actitud de la gente que presenció lo ocurrido. “Esto no puede seguir pasando”, subrayó.
Aunque la habían condenado a 25 años de cárcel por homicidio, se logró demostrar que primó la defensa propia y las de sus dos hijos, a quienes también protegió.
El escritor y activista Civic Chandran fue dejado en libertad condicional con unos polémicos argumentos, entre ellos que el hombre estaba físicamente incapacitado para someterla.
El homicida, detenido en el lugar de los hechos, aseguró que cometió el reprochable crimen porque la estudiante decidió romper con la relación que tenían.