
En Colombia, el cáncer de próstata cobra la vida de aproximadamente 4.000 hombres cada año. Detrás de cada número hay una familia rota por esta dolorosa enfermedad. Esta es la historia de César Gómez Estrada, un ingeniero manizaleño diagnosticado con cáncer de próstata a los 39 años, y de Diana Lorena Gómez, la mujer que decidió acompañarlo hasta el último día. Su testimonio no solo revela la crudeza de esta enfermedad, sino también la urgencia de detectarla a tiempo, incluso en hombres jóvenes.
Según fuentes médicas, cada día mueren más de 10 hombres en Colombia por cáncer de próstata. Aunque la mayoría de los casos se diagnostican en mayores de 65 años, el 10% de los pacientes son menores de 50. Uno de ellos fue César Gómez Estrada.
La historia de amor
Diana Lorena Gómez, su esposa y actual vicepresidenta administrativa del Banco Agrario, le contó a Diego Guauque de Séptimo Día cómo fue el inicio de su historia de amor: “Empezamos un noviazgo en Manizales, en un ser humano espectacular, compartiendo incluso pues hobbies como el deporte, viajando, una relación super chévere”.
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Pero lo que parecía una historia de amor con gran futuro, pronto se vio interrumpida por un grave diagnóstico. Durante un viaje a Aguadas, Caldas, el pueblo natal de César, la pareja enfrentó un giro inesperado. Él llevaba un año con molestias en los huesos y la espalda baja. Los médicos le recetaron fisioterapia, pero el dolor persistía. “Un año estuvo en fisioterapia”, relató Diana.
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Además, notaba algo extraño en las madrugadas: “¿Cuántas veces él se levantaba al baño? Una, dos, incluso hasta tres veces. Pero pues él decía ‘no, eso es mejor no tomar agua’”.
César, cansado del dolor, exigió exámenes más profundos a los doctores. “Le dijo al médico ‘no, mándeme un examen, mándeme una gammagrafía, mándeme un TAC, lo que sea, pero yo no me aguanto este dolor y pues eso no es normal’”.
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El diagnóstico: cáncer de próstata con metástasis
Los resultados confirmaron lo peor: metástasis en los huesos. Aún faltaba identificar el tumor primario. Días después, llegó la noticia: cáncer de próstata.
“El cáncer de próstata, los sitios más comunes a los que puede avanzar el cáncer son en los huesos precisamente. Hace lesiones donde se van consolidando de una manera más, se solidifican ciertas lesiones en los huesos” señaló un médico consultado por Séptimo Día.
La pareja viajó a Medellín para iniciar tratamiento, pero los obstáculos no tardaron en llegar. “Casi entra en falla renal porque ya tenía el antígeno muy elevado, ya empezó a orinar sangre y lo meten a cirugía”, contó Diana.
Los médicos fueron claros: con suerte, César podría vivir tres años más. Apenas llevaban ocho meses de relación cuando recibieron este difícil diagnóstico. César, consciente de la carga que implicaba, le dijo a Diana:
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“Pues tú estás muy joven, muy bonita, tú no has tenido experiencia en estos temas de enfermedades. Yo entendería perfectamente si tú quieres que terminemos, porque pues esto es un proceso que yo no sé cuánto va a durar, no sé si voy a vivir”.
Diana reflexionó muy bien su decisión, tenía también que pensar en su hija de solo 10 años, finalmente, tomó una decisión: quedarse a su lado.

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La batalla contra el cáncer de próstata
César inició un tratamiento para esta agresiva enfermedad: "Le empezaron tratamientos hormonales, que es como una especie de castración química. Un gel subcutáneo liberaba una hormona para bajarle los niveles de testosterona”, contó.
Sin embargo, los médicos les advirtieron que ese tratamiento era temporal y solo duraría tres años. “Al tercer año ya tenemos que revisar qué otro tratamiento alternativo porque las células como que aprenden a convivir con eso y ese tratamiento sí le dio calidad de vida”, dijo Diana. Pero durante ese tiempo, César recuperó su calidad de vida.
Fue entonces cuando le propuso matrimonio. Diana, divorciada, dudó, pero él insistió. Logró anular su anterior matrimonio y en mayo de 2005, se casaron en Manizales. “Eso fue una megafiesta. La pasamos delicioso, con muchos pajecitos, la familia de él, la familia mía”, recordó la mujer sobre el feliz día.
Tal como lo predijeron los médicos, tras el mes 36 el antígeno volvió a subir. “Otra vez la angustia, la tristeza, las células cancerígenas ya como que se acostumbran a ese tratamiento y entonces empezó tratamiento de quimioterapia. No surtió el efecto que se necesitaba”, recordó Diana. Tras la fallida quimioterapia, optaron por la radioterapia.
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“En la última radioterapia sí empezamos a ver que empezó a retener líquidos. Tuvimos que mandarle a hacer ropa para las piernas porque se inflamaron, o sea, un pantalón no le entraba”.
“Ya empezaron también a ser más frecuentes los dolores de la metástasis en huesos. Es uno de los cánceres más dolorosos”, relató Diana sobre los difíciles momentos que pasaba su esposo.
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Los opioides que le suministraban eran tan potentes que César comenzó a perder contacto con la realidad. “Nunca se enteró que se iba a morir porque ya con ese manejo de los opioides cada vez era menos lúcido, incluso había momentos que no me reconocía”.

️Así terminó la vida de César Gómez, de 41 años
El 14 de octubre de 2007, César dejó de respirar. “Ya lo empecé a sentir como con dificultad para respirar y así fue como un edema pulmonar ya dejó de respirar como a las 3:40 de la tarde”.
El cáncer de próstata no es exclusivo de los adultos mayores. El 10% de los casos en Colombia se diagnostican en hombres menores de 50 años. Y muchos tiene un diagnóstico tardío. A César Gómez la muerte lo alcanzó a los 41 años, lejos de esas edades preventivas que recalcan los urólogos.