Con la fuerza del corazón: tiene 99 años y con su voto da un ejemplo de democracia

Esta es la historia de Leonidas de Jesús González, un antioqueño que no falla en depositar su sufragio desde 1942.

Nació en Marinilla, un municipio ubicado a unos 50 kilómetros de Medellín, pero es en esta última ciudad donde ha pasado la mayor parte de su vida.

Tiene ocho hijos –cinco hombres y tres mujeres- y 29 nietos.

A ellos les cuenta hasta el cansancio cómo fue su infancia, su amor por las letras, la radio y la democracia.

“Voté desde el primer día que saqué la cédula”, dice desde una silla en la que descansa en el Hogar Geriátrico San José, ubicado en el parque de Robledo, en el occidente de Medellín.

“Me parece que comencé con Alfonso López Pumarejo, después voté por Mariano Ospina Pérez, voté por el doctor Laureano Gómez, por Eduardo Santos, por Alberto Lleras Camargo, Darío Echandía; ah, y por Valencia, don Guillermo Valencia. Yo era conservador, pero comencé a votar por amigos de la política que le servían mejor al país. Después del Frente Nacional compuesto por Alberto Lleras Camargo y Laureano Gómez, que tuvieron cuatro periodos repartidos, liberales y conservadores, liberales y conservadores, para poder salir adelante con el país”, explica.

Tal como lo ha hecho desde 1942, el pasado domingo pidió a sus hijos que lo llevaran a votar. Luis Alfonso, el menor de ellos, lo hizo: lo trasladó en auto desde el San José hasta el colegio El Rosario en el municipio de Itagüí, donde los jurados de votación lo recibieron en medio de gritos y aplausos.

Ahora, don Leonidas cuenta esta historia como símbolo de su amor por la democracia y no es para menos: él es un ejemplo para los 2’108.971 ciudadanos habilitados para votar en Antioquia y que decidieron no hacerlo.

Vea también: Así votaron los antioqueños en primera vuelta de las elecciones presidenciales 2018

Pero también se deja llevar narrando otras vivencias que viene contando en el Hogar San José desde diciembre, cuando llegó allí por pedido de los médicos, quienes recomendaron no dejarlo solo porque aunque parece un roble, su movilidad se empieza a deteriorar y su escucha se encuentra bastante limitada.

A pesar de ello no deja de leer la prensa y de deshilvanar sus aventuras en las fiestas patronales del barrio Manrique Oriental, a donde llevó durante años a artistas de la talla de Rodolfo Aicardi y ‘Montecristo’.

También les habla a sus compañeros del San José, donde hay 26 adultos a cargo de las hermanas Josefinas de la caridad, del amor de su vida: doña Rosa Elvira Mira, con quien se casó siendo menor de edad y con quien tuvo a Leonidas, Orlando, Rodrigo, Javier, Ligia, Marina, Beatriz y Luis Alfonso, sus hijos.

Y no se cansa de gritar su amor por Nacional, ese equipo de copas grandes y grandes glorias.