Este sábado, 8 de junio de 2024, se cumplieron 100 años de la muerte de Ernesto Cortissoz y varios ciudadanos alemanes promotores de la aviación en Colombia, en medio de un accidente cuando sobrevolaban la ciudad de Barranquilla. Les rindieron varios homenajes.
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El 8 de junio de 1924, Ernesto Cortissoz y cinco tripulantes fundadores de la Sociedad Colombo Alemana de Transportadores emprendieron uno de los vuelos más importantes para Barranquilla.
Desde el aire repartirían volantes para presionar al Gobierno nacional con la construcción de los tajamares de Bocas de Ceniza.
“Desafortunadamente hubo un percance, se dice que hubo una nube. El piloto Hellmuth von Krohn, héroe de la Primera Guerra Mundial, esquivó la nube y maniobró. Como iba cargado con cajas de papel que pesan, se balanceó y perdió el punto de equilibrio”, contó Jaime Cortissoz, nieto de Ernesto Cortissoz.
Una tragedia que enlutó a toda la ciudad y que generó gran impacto en la historia de la aviación.
“Este avión era el sexto que llegaba al país, pero la aviación en ese momento era solamente para gente aguerrida”, aseguró Jairo Escobar, vicepresidente de la Academia Colombiana de Historia Aérea.
Sin embargo, el doloroso accidente y la muerte de Ernesto Cortissoz se convirtieron en el impulso que permitió consolidar la construcción de los tajamares en Bocas de Ceniza. Un legado de valentía e interés por el progreso que hoy su familia sigue de generación en generación.
Junto al monumento del Águila de Bronce, los barranquilleros rindieron homenaje solemne a estos fundadores de la aviación que sacrificaron sus vidas por el progreso.
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