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Así fue la trágica muerte de ingeniero que cayó de un piso 11 en Barranquilla

El hombre además de ser ingeniero y empresario, lideraba una fundación que ayudaba a personas a salir de la pobreza extrema.

Sneider Yesid González
Además de ser ingeniero, era empresario y líder de una fundación.
Tomado de redes.

Lo que debía ser una jornada rutinaria de trabajo terminó en tragedia para Sneider Yesid González Calderón, un ingeniero civil de 38 años que perdió la vida tras caer del piso 11 de un edificio en el norte de Barranquilla. El accidente ocurrió en la mañana del martes 22 de julio, mientras realizaba labores de instalación de luces LED en un apartamento del edificio Bristol, ubicado en el barrio Altamira.

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Aunque las autoridades aún investigan las causas del incidente, versiones preliminares apuntan a que González, quien trabajaba sin arnés de seguridad, habría perdido el equilibrio al subirse a una escalera en el balcón. Las fuertes brisas o un posible resbalón están entre las hipótesis. Al momento del accidente, estaba solo en el lugar, pues sus compañeros habían salido a almorzar.

Más allá de las circunstancias del hecho, su muerte ha causado conmoción no solo por lo repentino, sino por el legado social que dejó. Sneider no era un ingeniero cualquiera. Oriundo de Valledupar, lideraba una fundación llamada Razones Pa’ Vivir, desde la cual movilizaba a más de 100 voluntarios para brindar apoyo a niños en condición de pobreza extrema. Repartía mercados, kits escolares y organizaba jornadas recreativas en barrios vulnerables de su ciudad natal.

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También era empresario. Dirigía Multimuebles Modernos, una empresa de soluciones de diseño y mobiliario. Estaba casado con Liliana Marcela López Pérez, emprendedora vallenata y creadora de la marca ‘Tu Pijama Familiar’. Tenían dos hijas pequeñas, quienes hoy enfrentan la dolorosa pérdida de su padre.

Las redes sociales se han llenado de mensajes en su memoria. Quienes lo conocieron destacan su alegría, vocación de servicio y amor por la música vallenata, especialmente por el cantante Silvestre Dangond, a quien admiraba profundamente.

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Su muerte ha dejado un vacío en su familia y en la comunidad que por años se benefició de su generosidad. Mientras se esperan los avances de la investigación sobre el accidente, el recuerdo de Sneider González queda como testimonio de un profesional que puso su talento al servicio de los demás.

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