
En un comunicado, la Superintendencia de Salud informó que iniciará una investigación administrativa para Famisanar y Colsubsidio por medicamentos para pacientes con enfermedades crónicas. Según aclaró esa entidad, la decisión se toma luego de la visita de auditoría que involucró a la EPS Famisanar, al gestor farmacéutico Colsubsidio y a la IPS que atendió a Ana María CueFamisanar y Colsubsidiosta, directora del Centro de Memoria y Paz, quien murió le pasado 11 de junio. Cuesta era usuaria de Famisanar.
"El procedimiento de inspección y vigilancia llevado a cabo por las delegaturas para EPS, la delegatura de prestadores de servicios de salud y para gestores farmacéuticos, encontró material suficiente que evidencia la falta de seguimiento por parte de la EPS y del gestor farmacéutico en la entrega oportuna y completa de los medicamentos para pacientes con enfermedades crónicas, como era el caso de la usuaria de Famisanar EPS mencionada", señala el comunicado de la Supersalud.
La entidad determinó que si bien "la IPS actuó cumpliendo los protocolos para la atención y de manera oportuna, verificando un proceso adecuado", esta "encontró dificultades en la comunicación entre gestor y EPS para el seguimiento y resolución efectiva de medicamentos pendientes para pacientes con patologías crónicas".
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Así las cosas, la Supersalud, "a través de estas delegaturas y luego de auditoría, decidió trasladar a la delegatura de investigaciones administrativas para que inicie investigación formal, se surta el debido proceso y se dicten las acciones de control que estime correspondientes".
¿Qué se sabe de la muerte de Ana María Cuesta?
Cuesta era la directora del Centro de Memoria desde el pasado 2 de noviembre de 2023. El equipo de la Consejería Distrital de Paz, Víctimas y Reconciliación de la Alcaldía Mayor de Bogotá señaló: "Comunicamos con profundo dolor la partida de nuestra directora y amiga, Ana María Cuesta León. Su lucha por la memoria y la dignidad de las víctimas del conflicto armado y otras manifestaciones de la violencia en Colombia fue incansable y una inspiración para todos y todas".
En días pasado, El Espectador reveló detalles de las enfermedades que sufrió la funcionaria y las batallas legales que sorteó con las Entidades Promotoras de Salud (EPS). La primera alerta que vivió frente a sus problemas de salud se dio cuando tenía 19 años, el 30 de enero de 2006. Cuesta, según ese medio, fue diagnosticada con hipertensión pulmonar. "Fue una noticia terrible, el médico nos dijo que ella no podía vivir en Bogotá, que necesitaba estar conectada a un tanque de oxígeno todos los días, que se trataba de una enfermedad idiopática, de causa desconocida", le contó la madre de Cuesta a ese diario.
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En 2010, la funcionaria, que en ese momento era estudiante universitaria, tuvo su primera batalla legal contra la EPS Famisanar. Un medicamento, conocido como Ambrisentan, se convirtió en una herramienta esencial para cuidar de su salud. Sin embargo, por su alto costo solo pudo recibir el medicamento por parte de la EPS después de hacer uso del derecho de tutela, un comité médico le había negado la entrega.
Más adelante se supo que la hipertensión pulmonar que tenía Cuesta estaba asociada a un lupus eritematoso sistémico (LES), una enfermedad autoinmune que le afectaba los pulmones. Esa condición médica fue la misma que año más tarde seguirían afectando su esperanza de vida. En años recientes, la falta de entrega de los medicamentos comenzó a afectar aún más la salud de Cuesta.
El Ambrisentan no se lo entregaban desde abril y otro medicamento, conocido como Selexipag, que contenía la hipertensión pulmonar, no se lo entregaba la EPS desde diciembre del año pasado. El principal medicamento lo encontraron en una droguería de otra caja de compensación, pero Famisanar dijo que no tenían convenio. El pasado 9 de junio Cuesta fue llevada de urgencias a la Clínica Cardio Infantil. "Duró casi dos días sentada en una silla. Se le inflamaron las piernas de estar ahí. Llegó con los pulmones, el corazón y la vena aorta inflamados", aseguró su hermana.
Finalmente, Cuesta fue colocada en una camilla después de desmayarse. Sobre las 3 a.m. del miércoles 11 de junio, la funcionaria tuvo un paro ventricular y no respondió a la reanimación. "La EPS Famisanar le falló a ella, a nuestra familia, pero también al país, a la memoria, a las víctimas, porque ella quería vivir y tenía mucho más para dar", dijo Lina León Darabos, prima de la funcionaria.
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WILLIAM MORENO HERNÁNDEZ Y MATEO MEDINA ESCOBAR
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