El centro médico promueve una iniciativa que busca relajar a los menores y así lograr tener una exitosa intervención quirúrgica.
El Hospital San Vicente Fundación de Medellín inició una estrategia con el fin de brindarle la mejor atención a sus pacientes más pequeños.
Sobre ruedas y no precisamente las de una camilla, Yerli Dayana, con tres años, y Eivy, de un año, tuvieron el privilegio de vivir por medio de juegos una experiencia diferente antes de su intervención.
“Va a enfrentar a una serie de cambios en el organismo que es lo que nosotros llamamos el estrés traumático, o el estrés quirúrgico o prequirúrgico, entonces con esto le estamos mermando la ansiedad al niño, el paciente llega tranquilo, con signos más estables” explicó Joaquín Ríos, anestesiólogo, del Hospital San Vicente.
Y no solo es el carrito sino también otros elementos como el sonido y las luces que hacen el camino al quirófano un poco más fácil.
“Es una experiencia muy bonita porque ayuda a los niños a que se distraigan, a que piensen en otra cosa, ellos vienen con la idea de que vienen al médico, que los van a chuzar, en cambio cuando ven el carrito de una vez piensan en juegos, en diversión”, manifestó Norly Arias Moreno, mamá de una de las pacientes.
Después de un largo sueño, la tranquilidad con que fueron dormidos se extiende hasta el proceso de recuperación.
De esta manera, decenas de niños pueden vivir esta experiencia que marca sus vidas de una forma distinta y amable.