Las declaraciones racistas de Esperanza Castro, específicamente contra la vicepresidenta Francia Márquez, generaron rechazo en varios sectores de Colombia.
Para Franklin Gil Hernández, profesor e investigador de la Universidad Nacional de Colombia, estas palabras “no pueden ser tomadas a la ligera, son un problema muy grave, no solo en el marco de los derechos humanos y de la convivencia en general, sino que son un problema que debe ser extirpado de nuestro país”.
Por su parte, el consultor político con especialización en Gerencia Pública, Anthony Rivas Idrobo, dijo que lo expresado por esta ciudadana “no se puede seguir presentando y es realmente inaudito e inaceptable que en un país pluriétnico y multicultural estas expresiones tengan lugar”.
“El racismo mata, el racismo conduce a la muerte social y definitivamente bloquea el desarrollo de los pueblos negros, de los territorios afro de este país”, agregó.
Asimismo, le respondió en un trino a Esperanza Castro por sus declaraciones racistas.
Juan de Dios Mosquera, del Movimiento Cimarrón Colombia, expresó que las palabras de Esperanza Castro “son una demostración de la pervivencia del racismo en la consciencia colectiva de todos los colombianos y colombianas, pero en especial de la población española descendiente y mestiza de piel blanca, de piel clara".
Y agregó que "son también una demostración de que el racismo sigue vivo dentro de la sociedad colombiana, impidiendo el respeto y la convivencia interétnica, generando discriminaciones, generando segregación racial e impidiendo el ejercicio de la paz”.
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