Con cámaras de seguridad identificó y ubicó al habitante de la calle, que le dijo que lo había robado porque necesitaba dinero para tener algo de comer.
El hecho se registró en Barranquilla, donde el expolicía Miguel Mercado pudo ver quién le había hurtado los retrovisores de su carro, que estaba parqueado en la puerta del conjunto.
Al encontrarlo “le mostré el video que quedó grabado en el apartamento del edificio y esta persona me dijo que no le fuera hacer un daño. Yo le dije: ‘no te preocupes, yo estoy aquí solo para que me entregues mis elementos’”, contó Mercado.
Fue así como los dos llegaron al sitio donde vivía el habitante de calle. Las condiciones en las que estaba él y otras 50 personas conmovieron al expolicía, que decidió regresar para brindarles un pequeño detalle.
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“Darles un pequeño desayuno, pero con toda la sinceridad y humildad del mundo, y decirles que ellos también son personas, que ellos tienen que buscar la forma de que puedan salir adelante”, manifestó.
Mercado pide ahora a las autoridades no olvidar a estas personas, que no están incluidas en los programas gubernamentales porque muchos, incluso, no existen para el Estado y por años han vivido en aislamiento social.
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