Se trata de una especie en vías de extinción que tanto autoridades como comunidad buscan conservar y, por lo tanto, piden no cazar.
Cuando realizaba trabajo de campo, Arlex Anacona, funcionario de la Corporación Autónoma Regional del Cauca (CRC), se encontró, prácticamente, de frente con un oso andino. Superando el pánico, sacó su celular y registró este momento.
“Es una alegría poder observarlo tan cerca. Siempre le hemos estado instalando las cámaras trampa en los diferentes sitios donde ellos permanecen, pero nunca habíamos tenido la oportunidad de tener un encuentro tan cercano”, dijo Anacona.
A pesar de la cercanía, el animal siguió con su rutina entre los árboles de una montaña de Santa Rosa, municipio ubicado en el sur del Cauca.
“Ellos, de por sí, no atacan al ser humano, pero hay condiciones que se encuentran con el ganado o cultivos, que sí dañan cuando se encuentran en su zona. Entonces, la idea es hacer un trabajo para establecer esa relación que existe entre el oso y el ser humano”, afirmó Yesid González, director de la CRC.
Por su parte, Alva Elena Cabrera, miembro del área de Protección y Vigilancia de la CRC, agregó que “esta es una especie de gran importancia”, pues el oso andino “es dispersor de semillas y renovador de bosques”.
“Juega un papel muy importante en la salud de los ecosistemas, ya que, al renovar el bosque, tiene una gran influencia en la conservación del agua, del suelo, de la flora, de la fauna”, explicó la funcionaria.
De allí, que se trabaje conjuntamente con las autoridades locales y la comunidad para tratar de conservar estas especies en vías de extinción.
“La Administración municipal viene desarrollando proyectos productivos que buscan limitar lo que es la deforestación en la parte de ganadería extensiva y, con ellos, se busca un hábitat más adecuado para este tipo de especies”, indicó Daniel Muñoz García, Umata Santa Rosa.
Desde hace un año, de acuerdo con la autoridad ambiental, no se avistaba un oso andino en el departamento del Cauca.