En esta población del norte del Cauca, una de las más golpeadas por la violencia, celebran la medida acordada por el Gobierno Nacional con esta guerrilla.
Según los habitantes de Caloto, desde que se hizo el proceso de paz con las FARC su vida cambió y ahora pueden transitar libremente por las veredas, los niños pueden ir al colegio y ellos viven en completa armonía, por eso quieren que suceda lo mismo con el ELN.
"Es una ilusión de todos los colombianos, que realmente tengamos una paz duradera y estable. ¿Qué necesitamos? Que los compromisos se hagan de verdad", dice Duvalier Paz, presidente del Concejo de este municipio.
La comunidad espera que en los tres meses que durará el cese bilateral con este grupo insurgente, el Gobierno Nacional pueda tomar las mejores decisiones, para que la mayor beneficiada sea la ciudadanía.
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