Su papá se ha encargado de distribuirla y enseñarles a las personas cómo fabricarla para que puedan protegerse del coronavirus al salir a la calle.
Las botellas de plástico le dieron la ingeniosa idea a María Gabriela Rey.
Junto a su padre, las lava, les corta las partes superior e inferior, les pone cinta en los bordes para que quien las use no se corte y les abre unos huecos a los costados para colocar el caucho con la que se fija en la cabeza para cubrir la cara.
Para esta pequeña samaria su idea no solo ayuda a la gente, sino que protege a la Tierra.
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“Si no cuidamos el medio ambiente el planeta se va a sentir muy triste y se va a sentir enfermo”, dijo.
Como María Gabriela no puede salir de casa por la cuarentena del coronavirus COVID-19 , las caretas son entregadas por su papá Jesús Rey.
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"Hemos regalado aproximadamente 2.500 máscaras de estas, pero la intención no es solamente regalarlas, sino enseñarles a las personas cómo elaborarlas para que tengan practicidad y puedan tener las máscaras en casita”, explicó el orgulloso padre.