En una choza abandonada, en medio de la espesa selva de la sierra nevada, apareció la menor con signos de deshidratación y heridas en la piel por su prolongada exposición al sol. “Nunca perdí la esperanza y se lo dije a la Policía, al Ejército y al Gaula”, narró su madre ante la hazaña de las autoridades.
Aún no se descarta que la menor haya sido víctima de un secuestro; para verificar las hipótesis, se conformó un grupo compuesto por Fiscalía y el equipo de infancia y adolescencia del ICBF.
La menor se encuentra bajo supervisión médica a la espera de los exámenes de Medicina Legal para determinar si sufrió abuso sexual.
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