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A 3 meses y medio del tradicional evento en Cali, algunos habitantes solicitan cambio de sitio argumentando múltiples afectaciones en zona donde hoy se realiza.
La denuncia la hizo un grupo de ciudadanos que vive en las unidades residenciales que colindan con la Unidad Deportiva Alberto Galindo, sur de la capital del Valle del Cauca, donde desde el 2016 se realiza el Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez.
Ellos insisten en que no están en contra del evento, lo que piden es que no se haga en este mismo espacio, porque les ha causado problemas de movilidad, seguridad y ruido.
Este año, el festival se realizará entre el 14 y el 19 de agosto, días en que, según los habitantes de las unidades residenciales del barrio El Coliseo, se verán expuestos a varias situaciones.
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“Somos personas que trabajamos y en la noche venimos a descansar y ese bullicio es algo incómodo”, señala Juan Andrés López, habitante del sector.
Entretanto, Luis Sarria, otro residente de la zona, asegura que la realización de dicho evento en la Unidad Deportiva Alberto Galindo “afecta muchísimo la movilidad y la seguridad”.
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“Los parqueaderos de visitantes de nosotros los utilizan todos los que vienen al Petronio y a nosotros nos cierran las vías de acceso”, anota, por su parte, Freddy Giraldo, quien también vive en el sector.
Fue por eso que uno de los residentes de la zona interpuso una tutela que falló a su favor y donde se le exige a la Alcaldía controlar la generación de ruido por encima de los niveles permitidos.
“Lo que queremos nosotros, desde un principio, es la reubicación del Petronio, Alberto Galindo no es el espacio para hacer ese tipo de actividad, ya que el Petronio genera impacto más que todo de ruido”, explica Aymer Idrobo, administrador de propiedad horizontal de la zona.
Por su parte, la Secretaría de Cultura de Cali, dependencia que organiza el evento, aseguró que ya tomó las medidas a favor de la comunidad.
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“Disminuir un día el festival Petronio, hacerlo dentro del coliseo, disminuir las horas de ensayo. Y la innovación este año en los controles es alquilar una barrera acústica, es una barrera que nos vale 100 millones de pesos”, afirma Luz Adriana Betancourt, secretaria de Cultura de Cali.
La funcionaria asegura que este año el certamen se realizará en el mismo lugar, pero que ya están en la búsqueda de otro espacio.
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“Un terreno que la Sociedad de Activos Especiales le incautó al narcotráfico y que ese nuevo lote sea en los años siguientes la sede del festival”, indica la secretaria de Cultura e la capital del Valle del Cauca.
Mientras las comunidades afro están preparando un plantón para pedirles a los caleños que sean comprensivos con la celebración del festival, que fue catalogado como patrimonio cultural, otro sector de la ciudadanía insiste en que la solución definitiva es la reubicación.
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