Desesperados están los habitantes de Monteblanco, en Usme, cerca del relleno sanitario de Doña Juana. Piden ayuda urgente de la Secretaría de Salud.
Las moscas, y también los zancudos, se apoderaron de cada rincón de las casas. Ni las cocinas, ni los alimentos, están a salvo.
“Es imposible vivir acá con esa cantidad de moscas. Hay niños, personas enfermas”, dice Nelson Garzón, habitante del barrio.
“Dan miedo las moscas. Yo tengo dos niñas, las dejo durmiendo y ya hay moscas por debajo de las cobijas. Uno está tomando un chocolate, medio lo deja ahí, y ya el chocolate está totalmente lleno de moscas”, agrega otra residente.
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A pesar de que han buscado ayuda para solucionar este grave problema, denuncian que nadie les ha prestado atención.
“Estuve llamando a Idiger y la Secretaría de Salud y (allí) me remitió al Hospital de Usme. Llamamos y nos dijeron que iban a venir a mirar, pero realmente nunca llegó nadie”, sostiene Garzón.
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Muchos han pensado en abandonar sus hogares mientras el Hospital de Usme toma cartas en el asunto.