
En Sahagún, Córdoba, en 2023, dos parejas compartían la ilusión de la espera por la llegada de su primer hijo, se trataba de Luz Neida Betín y Jesús Manuel Navarro, por un lado, y, por otro, Sadith Vanessa Martínez y Jesús Martínez. Coincidencialmente, las mujeres eran amiga de infancia y se compartían constantemente información sobre el estado de su embarazo, sin embargo, lo que ocurrió antes de que este llegara a término conmocionó a la población y a Colombia entera. El Rastro conoció todos los detalles.
El 17 de mayo de 2023, la desaparición de las dos mujeres que estaban embarazadas dejó en vilo a sus familias y al municipio entero. Sus familiares las buscaban desesperadamente mientras las autoridades trataban de seguirle la pista a sus movimientos para dar con su paradero. “Este caso fue un caso que fue mundial; esto le dolió mucho a la gente, porque esto no se había visto nunca aquí en Sahagún, jamás”, así resume una habitante de la población el que terminó siendo un macabro crimen.
Crimen y traición en Córdoba
La víctima en este caso fue Luz Neida Betín, una ama de casa de 25 años a quien sus seres queridos recuerdan como una persona tranquila, transparente, de corazón humilde. “Era más buena, era como una hija para mí. Yo la quería mucho y ella también me quería bastante, ellos eran felices el uno con el otro, tenían una bonita relación”, comentó en El Rastro María Yepes, mamá de Jesús Manuel Navarro, pareja de la mujer asesinada.
Luz Neida y su familia vivían en la zona rural del municipio, a casi dos horas en carro del hospital en el que se realizaba los respectivos controles de su embarazo. Allí se encontraba con frecuencia a Sadith Vanessa Martínez, su mejor amiga, quien le dijo que también estaba en estado de gestación y darían a luz casi que al mismo tiempo. “Ella era una amiga de infancia de ella, que estudiaron hasta juntas, iba a la finca, convivía con ella, comían juntas, siempre estuvo con ella y hablaban mucho por teléfono”, relató en El Rastro la hermana de la víctima.
Mientras el estado de gestación de Luz Neida avanzaba, decidieron mudarse con su suegra desde la vereda en la que vivían hasta el casco urbano de Sahagún para, según su familia, estar más cerca del hospital en el que daría a luz. Desde el domingo 14 de mayo se establecieron allí. No eran las únicas que lo habían pensado, pues esa misma semana Sadith Vanessa también se había ido para la cabecera del municipio con la misma intención. Sin embargo, tres días después pasó lo inexplicable.
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La mañana del 17 de mayo de ese año, Luz Neida salió de la casa de su tía para encontrarse con su mejor amiga y nunca regresó. “Ella salió y me dijo que iba a verse con una amiga que se llamaba Sadith, pero que ella no demoraba: ‘yo voy un momentico para el parque’ – que estaba a tres cuadras de su casa -. Eran las 8:00 a.m. cuando ella salió”, narró su suegra. Según Jesús Manuel, hacia las 11:00 a.m. habló con ella por celular y, mientras le confirmaba que seguía acompañada y en ese parque, se cortó la llamada y no lograron comunicarse nuevamente, por lo que él decidió irse de la vereda hacia Sahagún temeroso de que algo le hubiera ocurrido. Aunque intentó hablar también con Sadith, ella tampoco le contestó.
Con el paso de las horas, la desesperación crecía, pues ni Luz Neida ni Sadith aparecían, por lo que pusieron el caso en conocimiento de las autoridades, mientras en el pueblo ya se empezaban especular noticias tenebrosas sobre una presunta red que estaba dedicada al robo de bebés. Las pesquisas iniciaron y, mientras la Policía las buscaba en el casco urbano y en zona rural, hacia las 2:30 p.m. en el Centro de Atención de Urgencias (CAMU) de Sahagún recibieron una extraña llamada: pobladores avisaban que una mujer había dado a luz en un potrero. De inmediato una ambulancia partió hacia el lugar para darle los primeros auxilios, pero al llegar allí les aseguraron que la mujer se había ido en una moto.

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“Se me hizo raro porque una recién parida y en moto, difícilmente uno (puede) montarse recién parido a una moto”, indicó en El Rastro la enfermera que atendió el llamado. Luego, en el camino de regreso al CAMU encontraron el vehículo que transportaba a la mujer y, según la encargada de los primeros auxilios, notaron varias cosas extrañas, entre otras, que “estaba muy relajada, o sea, no había signo de que ella había parido ni nada en ese momento (…) ella sola se subió a la ambulancia, se sentó en la camilla y no tuvo más nada que ver con la niña, la dejó en mis brazos”, por lo que decidió dar aviso a la Policía de Infancia y Adolescencia para que indagara el caso a fondo.
Una vez en el CAMU, identificaron a la mujer que supuestamente acaba de dar a luz como Sadith Vanessa Martínez y las evidencias mostraban lo contrario. La médica que le realizó el examen físico señaló que “no hubo signos que nos indicaran que ella había tenido un parto vaginal” y al cuestionarla sobre este tema la joven les respondió que era porque se había bañado luego de tener al bebé.
Sobre la recién nacida, que por fortuna fue atendida a tiempo, los médicos le dijeron a El Rastro que fue un milagro que siguiera viva a tan pocas horas de nacer, teniendo en cuenta que, por las condiciones del parto y por la forma en la que se le cortó su cordón umbilical, se trataba de una bebé potencialmente infectada. “Estaba bastante lesionada, las lesiones estaban ubicadas en la parte toráxica posterior, tenía escoriaciones (raspones) rojitas. Da a pensar de una niña que estuvo en un parto no traumático, pero sí que estuvo expuesta a ramitas. Las curamos porque eran muy, muy superficiales”, detalló otro de los doctores que la atendió la tarde del 17 de mayo.
¿Dónde estaba Luz Neida?
En medio de la confusión, a Sadith Vanessa le preguntaron por su amiga Luz Neida, pero ella aseguró que se habían despedido en el parque hacia las 11:00 a.m. Mientras las autoridades trataban de armar el rompecabezas y dar con su paradero, casi a las 5:00 p.m. en el CAMU donde eran atendidas la joven y la recién nacida otros pobladores avisaron que muy cerca al potrero donde había nacido la niña había una “una señora tirada, como desmayada”.
La ambulancia y unos uniformados se dirigieron al lugar y allí encontraron una escena impresionante: el cuerpo de una mujer que no registraba pulso, estaba sangrando y tenía laceraciones en el cuello y la región abdominal, con exposición de órganos, lo que señalaba que le habían realizado una cesárea artesanal. Se trataba de Luz Neida Betín.

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Ante el cruel crimen, las autoridades empezaron a atar cabos y confirmaron que la muerte de de Luz Neida Betín fue planeada cuidadosamente y con un objetivo claro: robarle la bebé que llevaba en su vientre y la responsable fue justamente su mejor amiga, Sadith Vanessa Martínez.
Según la investigación, luego de cometer el crimen, la mujer pretendía huir caminando, pero unos vecinos la abordaron y, al verse descubierta, aseguró que acaba de dar a luz, por lo que le prestaron los primeros auxilios en su casa. Así fue como su plan se cayó y la verdad se supo.
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En la audiencia de legalización de captura, realizada 19 de mayo de 2023, la Fiscalía le imputó los delitos de feminicidio y secuestro en calidad de autora, pero Sadith Vanessa Martínez no los aceptó. Durante el proceso, que duró 1 año y 10 meses, la mujer siempre negó haber matado a su amiga para robarle a la bebé, pero por la contundencia de las pruebas, el 17 de abril de 2024 en busca de un acuerdo con la justicia aceptó que había cometido el crimen. Fue condena a 34 años y 11 meses de prisión, una pena que paga en la cárcel La Picaleña de Ibagué, aunque la familia de la víctima no quedó satisfecha con la sentencia.
El esposo de la victimaria, Jesús Martínez, le dijo a El Rastro que se encuentra muy dolido por el engaño, mientras que Sadith Vanessa Martínez no quiso entregar su versión a este programa. Entre tanto, la pareja de la víctima mortal de este caso se encarga del cuidado de su hija María Fernanda.