
Un viaje que prometía música y celebración terminó en tragedia. Kevin Mares, un joven de 25 años originario de Nueva York, murió la madrugada del domingo tras recibir un disparo en La Perla, un icónico barrio costero de San Juan, Puerto Rico, mientras visitaba la isla para asistir a uno de los conciertos de Bad Bunny.
¿Qué fue lo que ocurrió?
Según informó la Policía de Puerto Rico, el tiroteo ocurrió en un centro nocturno llamado Refugio de Hombres Maltratados, en la madrugada del 10 de agosto. De acuerdo con el sargento Arnaldo Ruiz, detective de homicidios, Mares era un transeúnte inocente que se encontraba en el lugar acompañado de tres amigos, todos procedentes de Nueva York.
Los testigos afirmaron que su viaje tenía como objetivo asistir a uno de los 30 espectáculos del artista puertorriqueño, que en las últimas semanas han atraído a miles de visitantes al territorio estadounidense.
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La versión preliminar indica que el altercado comenzó cuando varias personas cerca de Mares iniciaron una discusión. Uno de los involucrados sacó un arma y disparó contra al menos tres personas, alcanzando al joven turista en el costado izquierdo del abdomen. También resultaron heridos un hombre y una mujer, hermanos residentes del barrio, quienes permanecen hospitalizados.
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El sargento Ruiz aseguró que por el momento se desconoce el motivo exacto de la disputa y no se cuenta con una descripción del agresor. “Es bien poca la información que tenemos”, reconoció.
Mares fue trasladado de urgencia al hospital público más grande de Puerto Rico, el Centro Médico de Río Piedras, donde falleció pese a los esfuerzos médicos. La tragedia ha generado conmoción tanto entre residentes locales como en la comunidad de fanáticos que asistieron al multitudinario ciclo de conciertos de Bad Bunny.
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La novia de Kevin Mares, cuya identidad no fue revelada, contó en exclusiva a Telemundo que ambos viajaron desde Nueva York con la ilusión de asistir a uno de los shows del 'Conejo Malo'. Además, viajaron también con su primo y su hermano. Reveló que en medio de la experiencia como turistas, en un momento de la noche ella regresó al hotel y dejó a los tres hombres seguir disfrutando de la experiencia.
"Yo estaba muy cansada, tenía mucho sueño y quería regresar al hotel. Ellos todavía querían celebrar y yo les dije que me quería quedar en el hotel. Kevin me preguntó que si estaba bien que pudiera ir y le dije que sí. Le dije que por favor se cuide, que lo quería mucho y mira lo que pasó, no regresó".
Finalmente, la mujer instó y pidió a las autoridades locales que investiguen a fondo los hechos para dar con los responsables de la muerte de su novio, a quien describió como honesto, amable y estudioso. "Por favor, encuentren al que hizo esto porque me quitó casi mi vida entera".
Investigación de lo ocurrido
La Perla, situada en las afueras del Viejo San Juan, es un barrio de alto valor histórico y cultural, pero con un pasado marcado por la violencia y el narcotráfico. En los últimos años, la comunidad ha trabajado por cambiar su imagen, impulsando el turismo y la cultura. Sin embargo, hechos como este reavivan preocupaciones sobre la seguridad en la zona.
Las autoridades continúan investigando para dar con el responsable del ataque y han pedido la colaboración de cualquier testigo que pueda aportar información. Mientras tanto, la muerte de Mares se suma a la lista de crímenes que ensombrecen la vida nocturna en algunos sectores de la capital puertorriqueña.
El impacto de la residencia de Bad Bunny
La residencia musical 'Most Wanted: No Me Quiero Ir de Aquí' de Bad Bunny en el Coliseo de Puerto Rico no solo ha generado expectación artística, sino que también ha significado un fuerte impulso económico y cultural para la isla. Con más de 30 fechas consecutivas agotadas, el espectáculo ha establecido un nuevo récord en la historia del recinto —superando incluso a artistas locales como Wisin y Yandel— y ha puesto nuevamente a San Juan en el mapa de los grandes destinos de entretenimiento en América Latina.
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El impacto económico es notable. Según estimaciones del sector turístico, la residencia ha atraído a miles de visitantes de otras regiones de Puerto Rico, así como a fanáticos internacionales de Estados Unidos, América Latina y Europa. Esto ha generado un incremento en la ocupación hotelera, el consumo en restaurantes y el movimiento en transporte terrestre y aéreo. Además, el espectáculo ha generado empleo directo e indirecto para decenas de técnicos, músicos, diseñadores, productores, personal de seguridad, logística y trabajadores del coliseo.
MARÍA PAULA GONZÁLEZ
PERIODISTA DIGITAL DE NOTICIAS CARACOL