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  • Gol Caracol

    Que mejor manera de empezar este blog que hablando de su propio nombre, porque en mi opinión para hablar de fútbol, más que tener todos los conocimientos teóricos y tácticos, se debe sentirlo y llevarlo en cada fibra del cuerpo. Así que…. ¿Es sólo fútbol? Una pregunta que me contestó con más certeza a medida que pasa el tiempo, NO, no es sólo fútbol. Cuando las personas ajenas al gusto por el deporte más hermoso del mundo opinan sobre la simpleza de transportar un balón por una cancha, sobre lo cavernícola de patear un balón hacia una red o sobre lo ridículo que es sufrir y apasionarse con un equipo, pienso más bien en la simpleza e inmediatez de eso juicios que no entienden que detrás de un balón se pueden llegar a contar las más grandes historias. Los mundiales de fútbol por ejemplo son una muestra de la locura que se crea durante los meses previos y que se exacerba durante la competición, no solo en el país que lo aloja, sino en el resto de la tierra. Donde sea cuál sea la actividad en la que nos desenvolvamos en algún momento giraremos en dirección mundialista, pues hasta al más mínimo rincón extraño al deporte se ve impactado por la diversidad de actividades que se empiezan a desarrollar. Desde la economía y sus grandes conceptos teóricos, hasta el vendedor ambulante que aprovecha y tiene a la venta los más curiosos artículos como banderas, pitos, sombreros, manillas, rosarios y hasta velas bendecidas. Impacta desde las altas esferas políticas y diplomáticas entre las naciones, hasta la conversación coloquial en la sala de los abuelos. El sentimiento patrio renace y todos lo portan a flor de piel casi como si tuvieran la bandera pintada en el rostro. La Copa del Mundo trasciende fronteras, idiomas, culturas y costumbres para reunir en un mismo escenario a millones de personas que vibran con las emociones del deporte rey. Brasil 2014 se acerca y ya se siente en el ambiente la samba mundialista, la preparación, la antesala y la expectativa prometen un espectáculo que hasta al más apático llenará de color, de baile y de emociones que no podrá explicar. El mundo entero se contagia de la fiebre del balón cada cuatro años y el próximo tendrá sangre latina, sangre carioca y seguro será más espectacular que cualquier carnaval que se haya visto. Pero si me lo preguntaran solo a mí, no tendría que ir tan grande y pensar en un mundial para argumentar la trascendencia, para mí la vida se puede reconstruir a través de la memoria de la “pecosa”, a través de viajes a la memoria que guardan recuerdos de las primeras emociones en un estadio. Historias familiares arraigadas en sus graderías, que más que un escenario deportivo se convertía en una escuela de vida, donde en la cancha se hacían visibles los significados de liderazgo, amistad, entrega y pasión. Si, con certeza lo digo, Es Más que sólo fútbol, porque a pesar de lo simple que pueda parecer ante los ojos de muchos, detrás de esos noventa minutos se esconden grandes hitos que empiezan con el pitazo inicial. @NanaNavarrete

  • Gol Caracol

    Viáticos para ir a Madrid. La semana siguiente, a München. Quizá en un mes, Milán o Londres. Llegar allí, darse una vuelta, conocer la ciudad, quedarse en un buen hotel. Entre una cosa y otra, algo de trabajo: pararse en primera fila a ver en vivo y en directo a los mejores futbolistas del mundo sin preocuparse de nada. Quizá todos hemos soñado alguna vez con un trabajo así. Descrito de esta forma suena hasta idílico. Y esto es lo que hace el quinto (y el sexto) árbitro. El fútbol tiene como uno de sus componentes esenciales el atribuirle un poder casi absoluto al árbitro de turno. Como lo indica su nombre, sus decisiones son eso, arbitrarias. Son indiscutibles y prácticamente irreversibles. Y tienen una capacidad única de alterar no solo el resultado sino el devenir de un partido, con las implicaciones lógicas que tiene eso en la psicología y en la economía de miles de personas que están implicadas laboral y emocionalmente con los equipos que están en juego. Por eso es tan importante que los árbitros tomen decisiones correctas. Sabiendo todo lo que puede llegar a implicar una equivocación, la UEFA quiso limitar el margen de error poniendo un juez en cada arco para que colabore en la toma de decisiones que se refieren a goles o jugadas dudosas en el área. Pero la búsqueda de la solución es también el inicio del problema, porque, utilizando una lógica un poco improcedente, podríamos decir que a más árbitros, mayor arbitrariedad. Bajo el refrán popular que dice que poco ayuda el que mucho estorba, el quinto y sexto árbitro amparan su inutilidad precisamente en el hecho de que tienen cuatro personas por delante con más responsabilidades que ellos. Dicho en otras palabras, tienen cuatro espaldas detrás de las que esconderse. Suficiente como para no complicarse la vida nunca en decisiones que puedan arrostrarle insultos y responsabilidades innecesarias. -“¿Hermano, fue penal”? –“Uy, no vi bien. Yo creo que ese man se tiró. Pero lo que le diga es mentira”. Esa podría ser la reproducción de una conversación que se repite repetidas veces entre el juez central y el quinto árbitro. Éste último, a sabiendas de que el que recibirá el chaparrón será el otro, nunca se va a mojar innecesariamente. De hecho, desde que existe la medida de poner más árbitros, nunca he visto uno solo que lo haga. Ni un gol, ni un penal, ni una mano, nada. Nunca he visto a uno solo de esos colegiados siendo determinante en una decisión del central. Es por eso que se convierte en urgente que las autoridades del fútbol comiencen a tomar medidas que no sean solo paños de agua tibia para resolver los problemas arbitrales. Es cierto que hace parte de la esencia del fútbol, pero podemos mejorar el juego sin necesidad de quitar lo esencial. A todos nos encanta llegar al bar o al café a discutir eternamente sobre determinada jugada, y nos gusta todavía más que el consenso sea casi imposible. No pretendo que el fútbol sea un deporte jugado entre robots, pero sí quisiera que fuera un poco más justo. O que por lo menos tenga las herramientas para serlo. Los cuartos de final de la Champions League fueron muestra clara que lo del quinto y sexto árbitro no funciona. En las cuatro llaves hubo polémicas arbitrales de todo tipo y en ninguna aparecieron estos muchachos para resolverlas. Penales no cobrados y goles mal convalidados fueron la constante en esos ocho partidos. La figura del quinto árbitro, concebida para esconderse, metió la cabeza en la tierra como el avestruz. Al fin y al cabo, el que recibe los palos de la prensa y los insultos de los hinchas sería el central o el juez de línea, como efectivamente sucedió. En fin, que viajar a Madrid o a München o a Milan a ver un partido de alto nivel en primera fila es un deseo de todos. Por eso criticar la figura del quinto árbitro puede ser solo un producto de la envidia por no ser yo el que ocupa ese lugar. Pero quizá, en algún rescoldo de mi corazón, lo que deseo es que el fútbol sea un deporte un poco más justo. Por eso aspiro a que entre todos busquemos soluciones más efectivas, distintas a simplemente ampliar las posibilidades entre los potenciales destinatarios de nuestros insultos. Por: Luis Miguel Bravo Álvarez (@LMiguelBravo )

  • Gol Caracol

    Estos diálogos de paz sí me gustan. Tan pronto corrió el rumor acerca del empeoramiento de la salud de la esposa del arquero de Millonarios, Twitter se llenó de comentarios de solidaridad y los hashtag #FuerzaDelgado y #FuerzaTatiana escalaron a posiciones reconfortantes. Es bueno mencionarlo porque estamos hartos de la mala educación que ronda en las redes sociales. De los insultos y las groserías y, tal vez, de nuestro error de andar haciendo eco de las situaciones que nos avergüenzan. El rival no es el enemigo, nunca lo olvide. La cuenta oficial de Santa Fe tuiteó entonces un gran acierto: “Luis Delgado, arquero de Millonarios, es integrante de esta linda familia del fútbol, lo acompañamos en este difícil momento”. Tatiana García sufre de cáncer y debe ser sometida a una operación de seno. Es la cruda verdad. Ante semejante adversidad que representa tal enfermedad, la sociedad le mostró un apoyo refrescante, así para muchos sea intangible y haya durado tan solo unos cuantos minutos. Delgado se convierte mientras tanto en símbolo. Ganó a finales del año pasado el premio al Juego Limpio Guillermo Cano, de El Espectador. Él y su familia, con sus cabezas rapadas, son un emblema de la lucha contra el cáncer de seno. La distinción ahora es para quienes enviaron un mensaje desinteresado en Twitter, un saludo de solidaridad. Algunos medios y otros equipos también lo hicieron. Ojalá que los socializadores de estas empresas y clubes lo hayan hecho sin ninguna intención estratégica digital (lo cual dudo en muchos casos porque los hashtag se ven como una necesidad cuando no como una oportunidad). “La motivación está ahí, tenemos que jugarnos la vida (…)”, dijo el técnico Wilson Gutiérrez antes del reciente partido que le ganó Santa Fe a Tolima en Ibagué por la Copa Libertadores. Pero es un error creer que la vida, más allá del salario, se juega en la cancha. Lo verdaderamente importante está fuera de ella. La salud de Tatiana lo demuestra. Olvidemos la metáfora y acabemos con eso de “vida o muerte” alrededor de un partido de fútbol. A esta hora, una familia llora a Diana Quintero, quien no gustaba del fútbol pero murió hace poco luego del clásico bogotano en un hecho que involucra barras bravas. De momento, toda la fuerza para Delgado, para Tatiana y para todos aquellos que deben sufrir la desgracia de cualquier enfermedad. Este sencillo 'post' se une a esas sanas voces. En Twitter: @javieraborda

  • Gol Caracol

    El actual campeón del fútbol profesional colombiano, que ya estaba eliminado de la Copa Bridgestone Libertadores desde la pasada fecha, perdió en el último minuto del partido disputado contra Xolos de Tijuana (Méx), con solitario gol del ecuatoriano Fidel Martínez. Un grosero error del defensa Leonard Vásquez, permitió que el equipo mexicano anotara en las postrimerías del juego y consiguiera una victoria en un partido que se creía, sellaría un empate entre ‘embajadores’ y ‘calientes’. Pero más allá de buscar y señalar culpables de forma individual, lo de Millonarios fue un colectivo de errores que a la larga, pasaron factura, como tenía que ser. Empecemos por las contrataciones. Millonarios salió de Omar Vásquez, que pasó al fútbol de México (Gallos Blancos de Querétaro) y no contrató en esa posición. Quizás no era el mejor, pero fue fundamental en la consecución del último título conseguido por el cuadro albiazul. Javier Reina, un zurdo con potencial y buen juego, no llegó a Millonarios solo porque no se le hizo ofrecimiento serio al jugador. Los hinchas lamentan la no llegada del talentoso jugador. Wilberto Cosme también salió del equipo, con el mismo destino de Omar, y aunque no era el gran goleador, también facturó en varias oportunidades, inclusive, marcó en el partido de la final contra Independiente Medellín en El Campín, y terminó con una anotación menos que los goleadores del torneo Henry Hernández y Carmelo Valencia, con 9 tantos cada uno. A ocupar su lugar, llegaría Fredy Montero, jugador que militara en el Seattle Sounders de la MLS, y en donde marcaría más de 50 goles con el club. Fredy, acompañaría a Wason Rentería, que tampoco andaba de amores con la red contraria. En la pretemporada y en los primeros partidos (a excepción de la Fecha 1 donde le ganó 3-1 a Equidad), Millonarios mostró falta de gol y, además, su armador ‘10’, Mayer Candelo, se lesionó y no pudo estar en varios partidos de Liga y Copa Libertadores. Todo el peso caía en Hárrison Otálvaro, quien a pesar de dicha responsabilidad, cumplió. José Luis Tancredi, quien también se recuperaba de una lesión, llegaría falto de fútbol, lo que se notó y por eso, el equipo no pudo mostrar el mismo nivel del año pasado, lo que esperaban sus hinchas para haber conseguido mejores resultados en la presente Copa Libertadores. Ya con los partidos oficiales en marcha, Millonarios mostró lo que antes mencionaba y le había hecho falta en la pretemporada: Gol. En 6 partidos, Millonarios solo marcó 2 goles y recibió 8 una diferencia de -6. Amplia diferencia entre ambos ítems. Los goles conseguidos fueron del defensor Pedro Franco (el mejor jugador que tiene actualmente el cuadro capitalino), y el otro, de Wason Rentería, quien dice estar pasando malos momentos en el club. Las opciones de gol que tenía y de las que ‘echó mano’ Hernán Torres, no funcionaron. Ni Fredy Montero, ni Jorge Perlaza pudieron solucionar el gran problema azul. Hoy se intentó con Erik Moreno, pero el resultado fue el mismo. Otro grave error, fue empezar perdiendo en Bogotá contra Xolos de Tijuana, equipo dirigido por el argentino Omar ‘El turco’ Asad. Un rival serio, difícil y tácticamente aplicado. Millonarios tuvo como marcar y ganar ese partido, pero una buena actuación del arquero Cirilo Salcedo y la mala definición de los delanteros azules, no permitió asegurar tres valiosos puntos en condición de local. Lo demás fue siempre igual. Muchas ganas, mucho empuje, cero gol. Solo contra San José de Oruro, el equipo boliviano, se logró la victoria en Bogotá, sufrida por cierto. Millonarios se despide en la primera fase del torneo de clubes más importante de América, como dice el dicho, “sin pena ni gloria”. Ahora, deberá fijar su mirada en el rentado local, del que es colíder con 17 puntos, los mismos que Itagüí (líder) y también de Santa Fe, que es tercero y con quien se verá el próximo sábado cuando se enfrenten en el clásico capitalino número 271. Por Óscar Corredor Twitter @kurkis81

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    En la vida diaria de este país, nuestros dirigentes han consagrado su vida a hacer derroche no de trabajo sino de doble moral, y con gran dedicación y encomio han logrado que en todos los ámbitos, esta sea una característica en las instituciones nacionales. El fútbol y su ambiente ha sido contagiado por esta doble moral en jugadores, dirigentes, periodistas y hasta hinchas, aunque no hemos llegado a los extremos de elegir un Roy Barreras o un Armandito Benedetti (Todo puede ser peor). El fin de semana pasado con ocasión del clásico capitalino ocurrió una explosión inusitada de esta condición nefasta. Tal parece que para muchos periodistas deportivos e hinchas, el fútbol es un deporte de beatos y santos (no de los de la Casa de Nari) y los epitetos en la cancha deben ser dignos de programa infantil mañanero. Claro que son ellos mismos los que con su moral digna de camaleón idolatraban a "barrabas" Gomez, Leonel Alvarez y otros que sin duda nunca dijeron a sus contrarios palabras familiares de pierda, marido y Calcuta. La provocación hace parte de un deporte de contacto. La temperatura del partido, el rival, la posición en la tabla y muchas otras variantes condicionan mentalmente al jugador. Las provocaciones siempre vendrán y la cordura de quien es provocado es la exigencia a los jugadores. Seguir concentrado en el partido y no en lo que los rivales digan. Sin embargo, todo esto se olvidó cuando quien provoca es un jugador de Millonarios. Jhonny Ramirez siempre ha sido un jugador que provoca. En Envigado y Chico jugó igual pero hasta hoy se rasgaron las vestiduras, cual ex presidente con cuenta de twitter. Millonarios jugo bien, rápido preciso en los cierres, Rufai inmenso, pero el titular y comidilla de vecinos patrocinados por crema No 4, fue hablar de provocadores y mañas, cosa bien descarada teniendo jugadores como "Caricias" Mendoza, "Hammer" Centurion y "Rayitos" Bedoya. Que difícil es para varios periodistas ver bien a Millos. Les cuesta ver que las épocas malas se acabaron y que ahora Millos esta en el lugar del cual nunca ha debido dejar. Es muy complicado tener una linea de pensamiento respetuosa, veraz, definida o parecida sin importar que la camiseta sea la azul?...pareciera que si. Esperemos que la nueva generación de periodistas e hinchas, no emulen a los padres de la patria que delante hablan una cosa y por detrás solo cuidan sus propios intereses. MINUTO FINAL: Este equipo pelea la 15, la 16 y la Copa Postobón. Apoyo incondicional como siempre a Millonarios. Vamos Carajo! Mauricio Gordillo @maugor

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    Yo quería escribir sobre el absurdo de que por segunda fecha consecutiva Patriotas tuviera problemas con la numeración de sus camisetas. En la anterior, en una Dimayorada de marca mayor, 'Ringo' Amaya jugó el primer tiempo con la 6 y el segundo con la 9 y nadie se dio cuenta; en esta afortunadamente el juez sí se dio cuenta de que Alejandro González y Luis Murillo iban a arrancar el partido con el número 20, y al utilero de Patriotas le tocó hacer la del barrio y buscar cinta aislante para armar un 26 en la camiseta de González. Mi blog de esta semana, lo juro, iba a contar nuevas peripecias de ese campeonato de barrio que la Dimayor le vendió carísimo a Postobón bajo el rótulo de "Fútbol Profesional Colombiano", y que aparte de tener cosas absurdas y ridículas como las de la numeración de Patriotas (encuentre más Dimayoradas acá o acá... incluso, espere al fin de semana y fijo tendrá un puñado más), tiene unas muestras de caradurismo dignas de dictador tropical, como el que Universitario de Popayán jugara frente a Jaguares con un equipo aficionado y el reglamento se lo permita. Sí, aunque usted no lo crea, por segunda vez pero ahora con su otro equipo, Hernando Ángel enfrentó el reclamo justo de sus futbolistas, mamados de que les deban más de dos meses de sueldo, como sólo un dictadorcillo bananero sabría hacerlo: sacó a los jugadores del hotel en el que los tenía hospedados (es decir, los dejó sin techo y sin comida) y, para evitarse la multa por no presentar equipo en Montería, mandó a un cuadro de aficionados que, obvio, perdió. Uno no sabe qué es más descarado: Ángel, el reglamento que le permite hacer esto o que la Dimayor le deje tener dos equipos (recuerde, también es dueño del Quindío... y a los dos los tiene mal, pobres y en el fondo de sus respectivas tablas), aunque miento; lo más descarado es que el Fútbol Profesional Colombiano fuera vendido tan caro a empresas serias como Postobón, un gigante industrial con una reputación enorme y uno de los más grandes empleadores de este país, o DirecTV. Y ojo, no lo digo desde la competencia, lo digo como hincha, televidente y periodista: nuestro fútbol tiene organización de campeonato de barrio. Pero insisto, este era sólo el tema que iba a tratar hasta que me llegó un video que me dejó frío. En él, como se ve a continuación, un policía le pega una paliza brutal a un hincha de Millonarios en el interior de un CAI. [ooyala code="VqOHh1YTqDRT8240YXigk0mdHDfaEMiu"] Yo no sé qué habrá hecho el joven que tiene la camiseta azul puesta, pero sí sé que eso es brutalidad policiaca, que incluso un delincuente tiene derechos (y ojo, no sé si el agredido lo sea y por supuesto que no lo estoy señalando como tal; sólo estoy apelando a las bases del estado de derecho que enuncia la constitución y que el policía preocupantemente no conoce), y sé, sobre todo, que este es un pésimo camino para tratar de marcar una ruta hacia la convivencia con las barras. Lo escribí hace mucho tiempo, en Colombia nos estamos olvidando de que los que se ponen camisetas con los colores de sus equipos e integran una barra también son personas, en su mayoría jóvenes con un serio vacío estructural que refleja el enorme problema de calidad de vida que tenemos en el país, y ya los convertimos a todos en objetos o algo peor: parias de los que podemos prescindir y que sólo estorban. Pero no estorban, están, hacen parte de nuestra sociedad y del problema de convivencia que tenemos en un país en el que es más fácil negar y rechazar que decir la verdad y enfrentarla. ¿Vamos a controlar a las barras dándoles bolillo y cogiendo a sus jóvenes integrantes a patadas en un CAI? De veras, ¿no hay otra forma, no se podría trabajar en serio desde los hogares, las escuelas y los mismos equipos para cambiar esto? En Twitter: @PinoCalad PD. Al dirigente que me manda razones para que deje de hablar de él y lo "deje quieto" si no quiero problemas, saludos y gracias por el nuevo material... (increíble, me siento hablando de fútbol en 1983 cuando en las reuniones de Dimayor estaban casi todos los capos del narcotráfico).

  • Gol Caracol

    "Si vuelvo a escuchar insultos racistas, abandono el estadio otra vez" Muy enojado por el mal momento que vivió, así reaccionó Kevin-Prince Boateng, jugador del Milán de origen ghanés quien el pasado 3 de enero durante un partido amistoso que disputó su equipo en Busto Arsizio, un municipio ubicado al norte de Italia contra el Pro Patria, conjunto de la cuarta división italiana, fue víctima de canticos racistas, por lo que decidió arrojar la pelota a la tribuna e irse al vestuario. Acto que fue apoyado por sus compañeros del Milán quienes abandonaron el partido en medio de silbidos por parte de la parcialidad local, reconocida por sus actos fascistas. Días después, Joseph Blatter mostró su desaprobación sobre lo ocurrido, pero no lo hizo defendiendo al jugador, sino condenando su actuación. "¿Abandonar la cancha? No. Creo que esa no es la solución" dijo el máximo dirigente de la FIFA. Posteriormente reafirmo que: "La única solución es ser muy severos con las sanciones, las cuales podrían ser una retirada de puntos o algo parecido". Por su parte Michel Platini apoyo el gesto del futbolista: "Es formidable. Ha estado muy bien. De hecho, he llamado al Milán para felicitarles". El año pasado, durante la disputa de la Eurocopa en Polonia y Ucrania, el presidente de la UEFA, Michel Platini, instó a los jugadores a permitir que los árbitros lidien con problemas de abuso racial, e hizo énfasis en que los funcionarios podían detener los partidos, en caso que resultara necesario. Boateng declaró que durante el partido le dijo al árbitro en tres oportunidades que estaba siendo víctima de insultos. "No jugaré más si ocurre de nuevo" le reclamó el volante del Milán al central del juego. El árbitro dijo: “No te preocupes” a lo que él respondió que no era agradable sentir eso, que a él si le importaba. Riccardo Grittini fue identificado por la policía y fue acusado de dirigir los insultos racistas hacia Boateng en el estadio Carlo Speroni del Pro Patria. Grittini, fue despedido de su cargo como Asesor de Deportes de la vecina ciudad de Corbetta, ubicada 18 millas al sur de Busto Arsizio, donde el partido ante el Milán tuvo lugar. Antonio Balzarotti, Alcalde de Corbetta, lamentó lo sucedido con su colega. En una entrevista que le concedió al diario italiano Corriere della Sera, Balzarotti dijo que los insultos no habían sido en serio y que su colega le había mencionado que su intención no era ofender a nadie: “Me dijo que era sólo una broma similar a las que se producen todos los domingos en los estadios. Probablemente fue el hecho de que un prestigioso equipo como el Milán se encontraba en la ciudad, lo que lo hizo más excitable”. Balzarotti y Grittini pertenecen a la Liga Norte, partido creado en 1991 que aboga por una mayor autonomía política para las regiones del norte de Italia. “La Lega Nord” ha sido objeto de varias investigaciones por acciones xenófobas y propuestas fascistas contra los inmigrantes negros en el norte de Italia. "Benvenuti in Italia Africani, Lavatevi!" "Bienvenidos a Italia africanos, lávense!” Decían las banderas y pintadas en las calles de la ciudad de Verona, al norte de Italia. En 1984 fue la primera vez que Maradona visitó una ciudad del norte con el Napoli, aunque ‘El Pelusa’ sabía que existía una batalla entre los del sur del país contra los del norte, nunca se imaginó que esta rivalidad hubiera permeado por completo al fútbol, al punto de convertirlo en un arma para el desprecio y la xenofobia. Maradona notó que el poderío económico y futbolístico estaba claramente concentrado en el norte, por lo que siempre los grandes equipos como la Juve, Roma, Milán e Inter miraban con desprecio a un equipo humilde con el Napoli. La llegada de ‘Diego’ le dio un salto de calidad y un cambio de mentalidad que lo posicionó en los primeros lugares, tanto así que lograron conseguir varios títulos como: La temporada 86/87, el primer Scudetto en el 89/90, una Copa Italia 86/87 y la Copa UEFA en la temporada 89/90, algo impensado en ese momento para quienes lo denominaban como un equipo ‘chico’. La discriminación nunca paró, y cada vez se notaba más exacerbada cuando el Napoli visitaba alguna ciudad del norte de Italia. El buen momento del equipo napolitano y la jerarquía que le había impuesto Maradona hicieron que los partidos contra los equipos poderosos ya no fueran más goleadas de local y visitante, sino que lo convirtió en un equipo que proponía juego y se atrevía a desafiar hasta en su propio estadio a los poderosos del norte. "¡Lavatevi!"Decían las banderas pintadas de los hinchas en la tribuna del Verona. Lávense en español, se refería a los napolitanos como algo despreciable, algo sucio. En esa ocasión Maradona no decidió abandonar la cancha, decidió afrontar a sus detractores y demostró con fútbol que los que tenían que limpiarse eran ellos, abrir su mente, limpiar su pensamiento. Durante años, la mayor insignia de nacionalismo extremo de la Liga Norte fue la selección italiana, mostraban su descontento cada vez que se convocaba a algún jugador de tez negra o a algún foráneo nacionalizado. Hoy en día sus mayores figuras en la selección son un negro de origen ghanés: Mario Balotelli; Un ‘Sudaca’ como lo llaman ellos: Daniel Osvaldo, argentino y El Shaarawy de descendencia egipcia. Por: Daniel Santamaría Jaramillo. Twitter: @danielsaja03

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    Pocas semanas como esta para hablar de "Dimayoradas". Para los que desconozcan de qué se trata el término, el año pasado en este mismo Blog se definió como "esa situación increíble, ridícula o absurda que sucede en el fútbol profesional colombiano”, y si bien es algo que se ve casi todos los días (o al menos en todas las fechas), en esta semana tuvimos una especie de 'jackpot', de 'pleno al gordo', de 'racha' de Dimayoradas que nadie, ni uno que es bien malpensado, habría imaginado juntas. "El que juega es el futbolista, no el número", me dijo un integrante de la Comisión Arbitral cuando lo llamé a preguntarle qué iba a pasar con esa Dimayorada deliciosa en la que el cuarteto comandado por el árbitro Wilmar Roldán permitió que José 'Ringo' Amaya jugara el Quindío vs. Patriotas con dos números diferentes: el primer tiempo con el 6 y el segundo con el 9. El 'Ringo', sin saberlo, pues fue el utilero de Patriotas el que se confundió y le pasó el uniforme, hizo algo que nadie puede hacer: desde el más humilde torneo de barrio a la Copa Mundial de Fútbol todos los jugadores tienen un número que los distingue, con el que los inscriben y con el que se llenan las plantillas arbitrales que luego se le pasan a la organización. El fútbol profesional colombiano no. Es delicioso. Es decir, si Roldán se hubiese confundido y en el primer tiempo le saca tarjeta al 'Ringo' y anota en su tarjeta "Amarilla al 6", y en el segundo Amaya mete un patadón y el juez pone "Amarilla al 9", el jugador habría seguido jugando porque, según los datos del árbitro, no merecía la roja. Pero tranquilos, "el que juega es el futbolista, no el número"; así que los invito a tratar de jugar en sus campeonatos universitarios o empresariales con dos números diferentes por partido a ver si los reglamentos del fútbol aficionado son tan permisivos como los de la Dimayor en donde, además, en un partido unos juegan con un número y otros con otro, según el antojo del futbolista que, sin necesidad de permiso del torneo, en esta fecha juega con el 7 en la siguiente con el 150 porque quiere celebrar el aniversario de fundación de su pueblo, el número de goles que ha marcado o cualquier cosa. Esa Dimayorada, magnífica y ridícula, fue seguida por la del técnico del Junior, Alexis García, que insiste y se ratifica en que el Twitter tiene mucho que ver con que su equipo acumule siete partidos sin ganar. “Cada minuto del entrenamiento sale en Twitter y al rival le queda muy fácil conocer el equipo y saber cómo uno juega. Técnicos de otros equipos me han dicho que ya saben cómo vamos a jugar y eso hace mucho más difícil mi labor", dijo Alexis, un tipo que siempre me ha parecido un gran trabajador y que con Equidad dio muestras de ser un muy buen DT, pero que apeló a la excusa más chimba del universo para trabajar a puerta cerrada. Es decir, ¿Twitter es responsable de las flojas contrataciones de Junior y de los errores individuales de jugadores y cuerpo técnico? García está en todo su derecho de trabajar a puerta cerrada, como todos los técnicos (a ver, Pékerman lo hace con la Selección), pero la excusa no puede ser que no quiere que se publiquen informaciones sobre el equipo Twitter. Si fuera por eso, tendría que haber gestionado ya mismo que se cerrara la cuenta oficial del club, que es la encargada de informarle al mundo qué ha hecho el equipo a lo largo de un día, quiénes se lesionaron y cómo van las cosas. ¿Hay acaso más información en Twitter que la que se consigue sobre Barcelona, Real Madrid o Manchester United? Todo el tiempo, todo el día, se habla de posibles formaciones, se cuenta quién hizo qué, se tiran rumores sobre lesiones y traspasos, se juega con posibles alineaciones... y yo nunca, NUNCA, he leído o visto que sus técnicos digan que perdieron un partido por Twitter. Alexis, tampoco se puede demeritar el trabajo del rival que sabe cómo aprovechar las debilidades del Junior... ¿o es que se necesita una cuenta llamada @SamuelVanegasEsLento para saber que si le pones un delantero con velocidad al central tiburón lo vas a volver un ocho? Pero esto no es nada. El miércoles, mientras Millonarios cumplía con otra Dimayorada ya constante y patentada (esa que dice que los clubes colombianos fracasan en los torneos internacionales... haga memoria, Cúcuta y Millos son los dos únicos con semifinales coperas en siete años. Ojalá Tolima y Santa Fe acaben la maldición), América jugaba un partido amistoso con Nacional. El motivo era la celebración de los escarlatas por haber salido por fin de la Lista Clinton, un purgatorio para las finanzas del club por haber tenido detrás durante tantos años los dineros de Miguel Rodríguez Orejuela (Vea acá la historia del América y el Cartel de Cali). Era un día especial, un día para decirle al mundo que por fin el América dejaba atrás la sombra del Cartel de Cali y que ya estaba limpio, que empieza de cero, pero en la transmisión web del partido, organizada por el propio club a través de sus diferentes redes, el narrador (que me disculpo, no sé quién es), de pronto dijo: "Va un saludo especial para los Rodríguez Orejuela que nos están viendo desde Estados Unidos por internet"... ¿Así o más inportuno? Eso, literal, es una Dimayorada. Pero la semana cerró a lo grande en términos de Dimayoradas. El jueves el Boyacá Chicó salió a cobrar en todas partes con que un juez había revocado la sentencia a favor de Yhonny Ramírez, quien le puso una tutela al club para que le permitiera ejercer su derecho al trabajo y así poder firmar con Millonarios. "El día de hoy yo pienso que ganó el fútbol en Colombia y la institucionalidad. Quedó demostrado que el Boyacá Chicó siempre ha actuado de acuerdo a la ley. Los argumentos que presentaron Millonarios y el jugador Yhonny Ramírez para demostrar su renuncia al Boyacá Chicó quedaron totalmente desvirtuados y hoy el Juzgado Dieciocho Laboral revocó el fallo proferido por el Juez Segundo Laboral de pequeñas causas en Bogotá", me dijo el presidente ajedrezado Ricardo Hoyos en Blu Radio. Sin embargo, cuando uno mira la sentencia, lo que se encuentra es que el juez dice: OK, ya el señor Ramírez está trabajando, con autorización firmada por la Federación además, así que no tiene sentido la tutela anterior y ahora un tribunal laboral debe decidir para dónde van los $500 millones que paga Millonarios por el préstamo del futbolista. Esa plata va para el dueño de los derechos deportivos del jugador y ahí está la disputa: Ramírez dice que son suyos, porque renunció con justa causa al Chicó (el tema de seguridad social es el arma fuerte de su caso), y el Chicó dice que le pertenecen porque no ve como válida la renuncia del futbolista. Pero en Chicó celebran y dicen que ahora "pasamos ya a la Federación Colombiana de Fútbol y a la Dimayor para que ellos resuelvan este tema, lo que va a suceder con el jugador y con Millonarios, con el convenio deportivo y si acarrea alguna sanción deportiva y económica al club y al jugador", cuando en el fallo del juez no dice nada de eso y está claro que el que tiene que resolver el tema es un juzgado laboral. Pero bueno, no le vamos a pedir a los dirigentes del fútbol colombiano que sepan interpretar la ley... es decir, no olvidemos que este es el único torneo en la historia del fútbol en el que un empate se resolvió con un punto para el visitante y cero para el local, y si se hace libre interpretación del reglamento, ¿cómo será con el código laboral? En Twitter: @PinoCalad

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    No es casualidad estar eliminados de la versión 2013 de la Copa Libertadores. Una cadena de errores nos han llevado a esta desilusión. Los mismos responsables de la epopeya de 2012 y la estrella 14 hoy desafortunadamente no lograron cumplir el objetivo de obtener el paso a la segunda ronda del torneo continental. Pongan ustedes el porcentaje que consideren, así se pierde la oportunidad de hacer una buena presentación de un equipo en Copa Libertadores: 1.Planear la competición. El año pasado gozamos con la buena actuación de Millos en Copa Sudamericana. Y ese gozo confundió a los dirigentes y cuerpo técnico que creyeron que era suficiente para el nivel de la Libertadores. Grave error a mas de enfrentar al campeón del mundo y el campeón del fútbol mexicano. Falto peso en la nómina. 2.Nivel de la plantilla. Hasta el día de hoy el equipo no ha estado al nivel de lo que fue el semestre pasado. Por momentos se logran concebir chispazos del equipo campeón, sin que lleguen a cristalizar un buen partido. Montero, Wason, Otalvaro, Martinez, Robayo no han tenido nivel para enfrentar este torneo que no da espera a comienzos dubitativos. 3.Consistencia de Juego. En los peores momentos el semestre pasado Hernán Torres siempre se la jugo con lo mismo. Tenencia de balón, paciencia para encontrar el espacio, desborde de los laterales, llegada a posición de gol de los volantes de primera linea. Este semestre se ve perdido en variantes y juego Millos. Ahora las soluciones no parten de tener el balón sino tener muchos atacantes, estáticos, sin que les lleguen oportunidades claras de gol. Millos ha perdido la capacidad de la paciencia que vimos 30 minutos ayer. Se pelotea de lado a lado con poca sorpresa. Y así Millos se ha visto superior por pasajes q sus rivales. 4.Baja creación de oportunidades. El semestre del titulo Millonarios creaba varias opciones de gol. Entre 9 y 15 oportunidades por partido, que no las sabíamos aprovechar. Este semestre con un goleador nato como Montero la cantidad de oportunidades se ha reducido ostensiblemente. Hay que volver a ser generadores continuos de llegadas al arco y remates de fuera del área. 5.Suerte. Se leerá como una excusa pero hizo falta mucha en este trayecto copero. Empezamos con jugadores lesionados como Mayer luego la novela infame del Chico contra Jhonny Ramirez. La expulsión de Roman para viajar a Brasil y esas pelotas increíbles que no quisieron entrar. Nos falto esa ayuda extra. Así y todo tengo la certeza que este Millonarios puede ser dominante en la Liga Postobon. Tenemos un equipo sólido atrás y un medio campo ya formado que dan la tranquilidad de empezar a trabajar en definición y jugadas de ataque. Las rachas se acaban y la categoría de Wason y Montero no las pongo en duda. Otalvaro viene subiendo y sera el socio que Mayer necesita. Este Millonarios demostró jerarquía en los momentos difíciles en el 2012. El sábado comienza una nueva historia este semestre. Se viene un clásico para que Torres y sus muchachos demuestren que los sueños no se acaban sino que los reemplazamos por otros. Nuestro sueño se llama: estrella 15. Unidos alentando en la tribuna y ellos jugando y poniendo en la cancha...es hora de sentir todos: VAMOS MILLOS CARAJO!!!!! MINUTO FINAL: En columnas pasada hablé de "fariseos" sobre algunos hinchas que olvidaban rápido. Ayer los "fariseos" se ubicaron en oriental central. Se que NO TODOS los que estaban ahí son de esta nefasta estirpe de acomodados. A los que anoche putearon a Wason Renteria, campeón con Millos y también corearon a Cichero, sindicalista de Paez, solo me cabe decirles algo: ustedes son buenos hinchas de SantaFe. MAURICIO GORDILLO @MAUGOR

  • Gol Caracol

    Hoy en Bogotá Millonarios retoma la copa libertadores de América, con la misión de ganar y regresar a los buenos resultados. Pesé a que el puno logrado el sábado pasado en Neiva es bueno por la historia de resultados en esa plaza, por lo que se vio en la cancha se pudo haber conseguido un triunfo. La clasificación a los octavos de final de la copa continental esta envolatada ya que no dependemos de nuestros resultados. Sin embargo hoy es una buena prueba para saber en que esta Millonarios 2013-1. Puesto séptimo en la liga colombiana a 3 puntos del primero, equipo con el que jugaremos el próximo sábado. En la casa hemos sido fuertes y la campaña se ha mantenido gracias a los triunfos de local. El año pasado la seguridad ante los equipos brasileros y sobre todo, los buenos partidos jugados en casa ante ellos, hicieron que el equipo se tomara confianza suficiente para lo que quedó del año. Esa confianza todavía no la hemos visto en el terreno de juego por los dirigidos por Hernán Torres. Apenas destellos de buen juego y orden. Estos no serán suficientes para ganar los dos partidos restantes de copa libertadores y de pronto para clasificar a cuadrangulares. Comenzando abril, el Corinthians nos dirá para que estamos de aquí a junio. El medio campo se ve más sólido en cabeza de Jhony Ramirez, que debuta hoy en Libertadores, y “Ganicita” Ortiz. La debilidad en defensa sigue siendo la banda izquierda. A ver si Alex Díaz aprovecha la oportunidad y redondea una buena actuación. Los goles siempre han sido el problema para el equipo de Hernán Torres. Esta tendencia sigue para este semestre y preocupa más aun que se generen pocas oportunidades de gol. Mayer Candelo aún no retoma el nivel de la temporada pasada y Otalvaro esta más inconsistente que de costumbre. Lo que está claro es que mejorando un poco en los sectores donde no hemos tenido un buen nivel este semestre, podríamos ser dominantes en la liga y haber conseguido mejores resultados en Copa. Hoy la prueba para los jugadores es demostrar un mejor juego, con posesión y explosión en el último cuarto de cancha. Aprovechar la media distancia y seguir siendo fuertes en casa. La prueba es volver a contagiarse de ese empujón anímico y de resultados para aspirar a la estrella 15. Y porque no, si los otros resultados se dan, ir a pelear la clasificación a Tijuana. Hoy se vale GANAR. MINUTO FINAL: La fiesta de la hinchada de Millonarios con la bandera más grande del mundo será de recordar por siempre. La hinchada azul a la altura de la grandeza de la historia azul. MAURICIO GORDILLO MGORDILLOJGA@GMAIL.COM

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