Su mamá había fallecido 6 meses atrás de cáncer. El padecimiento hacía que sus tejidos y articulaciones se solidificaran.
Desde que Beatrice Naso nació, en Italia, había tenido problemas por una extraña enfermedad genética la cual no tiene nombre ni casos similares. Su caso conmocionó al país, pues no había registros de otros pacientes con similares problemas.
Después de luchar contra el padecimiento, la pequeña abrió sus alas. “Decidió correr para abrazar a su mamá”, dijo su tía en una publicación de Twitter, pues falleció justo en el día de San Valentín. Murió a los 8 años, pero los médicos solo le daban 2 años más de vida.
Alessandro Naso, su padre, se niega a que sea llamada ‘niña de piedra’, pues lo único que era tan duro como una roca eran sus ganas de salir adelante y de superar el dolor, consigna Corriere Della Sera.
Naso contó los últimos momentos de Bea con vida.
“Papá, me siento mal, me duele el estómago”, le decía. Después de tener una crisis, por lo general tenía miedo de dormir. “Quédate conmigo, no quiero cerrar los ojos, tengo miedo”, lamentaba la pequeña.
Antes de morir por un cáncer cerebral, la mamá de Bea luchó para darle una mejor vida, pero su fuerza se apagó en agosto. Sin embargo, había creado una fundación llamada ‘El Mundo de Bea’, que dedicaba recursos a la investigación de enfermedades raras y a ayudar a otros niños.
Alessandro no quiere que la recuerden como ‘la niña de piedra’. Explicó que ella podía mover más que los ojos, como sugirió una publicación. También reveló que ella nunca se quejó y que dejó en claro que no necesitaba niñeras.