Intentar ver cuántos y qué tipo de amigos o seguidores tiene la cuenta es un buen comienzo. Además, no lo olvide: ante la duda lo mejor es “bloqueo, bloqueo”.
1. Verifique las fotografías
Échele un vistazo a la imagen de perfil de la persona que le ha enviado la invitación. Si esa cuenta de Facebook o Instagram tiene una sola foto, es la imagen de algún artista, un dibujo animado o un elemento que no permita reconocer la identidad, podría ser falsa. Recuerde que hay muchos lobos vestidos de oveja.
2. Vea sus contactos
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Intente ver el número de amigos o seguidores que tiene, y compruebe su calidad. Sospeche si son muy pocos y, también, si la mayoría no cuenta con foto de perfil. Cuidado, por ejemplo, con el famoso huevito de Twitter.
Constate, además, si algún conocido suyo hace parte de esa red de amigos. Y ojo si en la lista hay muchas personas del mismo sexo; puede caer en las garras de un depredador.
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3. Mire sus publicaciones
Dime qué publicas y te diré quién eres. Vaya al time line de quien pretende ser su nuevo amigo, revise lo que escribe y lo que comparte. Eso puede darle una idea del tipo de persona que es: agresiva, morbosa, intolerante, etc.
Ahora bien, si no publica constantemente, ni lo agregue. Es raro que, en una red social, no tenga nada que decir ni nada para compartir.
4. Búsquelo en Google
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Juegue al detective y sígale el rastro digital. Escribiendo su nombre en un buscador puede descubrir si está en otras redes sociales, si está suplantando a alguien o si tiene mala fama. Allí también puede ver imágenes relacionadas con ese usuario.
5. No coma cuento
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En redes sociales también es cierto aquello de que "de eso tan bueno no dan tanto". Pregúntese para qué quiere a esa persona en su lista de amigos y de dónde salió. No comparta jamás información personal con alguien que no conoce. Un video, una foto o una clave pueden dañarle la vida. Ante la duda, lo mejor será siempre: "bloqueo, Bloqueo".