El cáncer de hueso la carcomía y estaba a punto de arrebatarle la vida, pero una cirugía complejísima la salvó.
Jen Taylor, una mujer inglesa de 30 años, vio cómo ni la quimioterapia más agresiva parecía detener a la enfermedad. No tuvo opción. Había que operar.
Le retiraron la mandíbula superior, el pómulo, la cavidad del ojo y una parte del cráneo.
Todo comenzó el año pasado, cuando descubrió una pequeña masa a la altura de la mandíbula. Taylor creyó que era un problema dental, pero dos meses después llegó el diagnóstico: cáncer.
"Mi quimio fue intensa, de lunes a viernes durante tres horas seguidas (…) En una semana se me cayó todo el pelo y me llevé algunos sustos, como amagos de ataques al corazón”, recordó esta joven inglesa en el programa Victoria Derbyshire de la BBC.
La cirugía duró 16 horas. Le extirparon el tumor, pero se llevaron consigo parte de su rostro y cráneo. Y después, comenzó otra fase compleja: reconstruir.
Los médicos usaron hueso de su omoplato y músculo de la espalda. Conectaron, además, la zona reconstruida con venas en el cuello, para darle irrigación sanguínea.
El cáncer se fue, pero ya saben cómo es esta enfermedad. Hay que seguir haciéndose chequeos.
Jen Taylor tuvo que pasar por un proceso de recuperación, pero también de reconocimiento con tratamiento psicológico. Hoy, ya está lista para volver a trabajar.
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