Con apenas 5 años, Garret tenía claro que al fallecer quería ser “quemado como cuando murió la mamá de Thor”. Así lo despedirán sus padres.
“Voy a ser un gorila y le arrojaré caca a mi papá”, de ese tamaño eran las bromas de Garrett Mathias, un pequeño que sus últimos 9 meses de vida luchó contra un “sucio y estúpido” cáncer terminal.
Su padres, Ryan y Emilie, sabían que muy poco podían hacer ante esto para que él estuviera mejor. Tampoco quisieron tocar el tema de la muerte directamente, así que en una especie de entrevista el pequeño valiente hizo su propio obituario, reseña whotv.com.
En el texto destaca las cosas que le gustaban: “jugar con mi hermana, mi conejito azul, thrash metal, Legos, mis amigos de guardería, Batman”. También confesó que odiaba el cáncer y las situaciones a las que era sometido durante su tratamiento.
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Ya hablando de la muerte, Garret reveló que quería ser incinerado al morir, tal y como ocurrió con la madre de Thor en la película de Marvel. Para su funeral pidió cinco casas inflables (saltarines) a Batman y muchos helados.
En el obituario que él mismo escribió dice que quería ser boxeador. Léalo completo:
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In Memory of Garrett Michael Matthias El “estúpido” cáncer, finalmente, le ganó la batalla a Garret hace un par de días. Poco pudieron hacer los médicos y mucho menos los padres, aunque estos quisieron honrar los últimos deseos de su hijo y darle un último adiós al estilo que él soñaba.
Una ceremonia asgardiana, parecida a la de la película del dios mitológico del trueno, será la despedida para Garret. Mientras tanto, sus padres siguen pensando cómo volver sus cenizas un árbol, otra de las últimas peticiones del pequeño.
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