El delincuente de 18 años aprovechó que los oficiales roncaban, abrió la puerta y emprendió la huida. Sucedió en Argentina.
El joven había sido detenido en la madrugada por robo violento a mano armada. Los policías lo iban a trasladar a los tribunales, desde donde lo llevarían a la cárcel.
Los hechos ocurrieron en horas de la madrugada y faltaba una hora y media para que abrieran el despacho judicial, así que decidieron estacionarse y esperar.
Como lo muestra una cámara de seguridad, después de un rato, el joven abre la puerta trasera de la patrulla con sigilo y emprende la huida sin que nadie se percate.
¿Cómo lo logró? “Nos quedamos dormidos”, confesaron los policías al ser interrogados por su negligencia.
A pesar de esto aún no se explican cómo pudo abrir la puerta, pues según expertos, estas no se pueden manipular desde adentro.
Los agentes fueron retirados mientras culmina la investigación.