
La desaparición de Tatiana Hernández en Cartagenasigue generando acciones y llamados urgentes. Su familia anunció una nueva recompensa económica por información que permita dar con su paradero. Esta vez, el apoyo proviene de la Alcaldía de Cajicá, municipio de Cundinamarca donde residen sus padres.
El nuevo aporte se suma a la recompensa ya vigente ofrecida por las autoridades cartageneras. La familia espera que este respaldo adicional motive a quienes puedan tener información clave que contribuya a la investigación.
La familia de Tatiana había solicitado un apoyo de la administración municipal de Cajicá. Tras una evaluación, la Alcaldía confirmó que entregará $25 millones como parte de la recompensa. Este monto se suma a los $200 millones que ya estaban siendo ofrecidos por las autoridades en Cartagena, elevando la cifra total a $225 millones.
La decisión representa un respaldo institucional importante y un mensaje claro: la búsqueda de Tatiana no se detiene.
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El día que desapareció Tatiana Hernández
La estudiante de Medicina, de 23 años, fue vista por última vez el domingo 13 de abril. Ese día, su madre le llevó el almuerzo al Hospital Naval de Bocagrande, donde la joven realizaba su internado como parte de su formación médica.
“Salió corriendo, me recibió el paquete y fue de afán”, relató Lucy Díaz a la Nena Arrázola en Los Informantes. Más tarde, a las 8 de la noche, David Espitia, su novio en Bogotá, les contó a los padres de la médica que una compañera de la joven le confirmó que se encontraba extraviada y que habían encontrado sus sandalias y uno de sus celulares en los espolones, una zona cercana al mar. Desde entonces, no se ha sabido nada más.

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Objetos clave en manos de la Fiscalía
La Fiscalía General de la Nación tiene en su poder varios objetos personales de Tatiana: un computador, una tablet y dos celulares. Uno de los teléfonos fue hallado en la playa, el otro en su habitación. La existencia de dos dispositivos sorprendió a los investigadores, pero no a su madre.
“¿Tiene conocimiento de que su hija utilizaba dos celulares?”, le preguntaron. “Sí, señor”, respondió Lucy Díaz. Uno de los equipos era un celular sin SIM card, que usaba como medida de seguridad tras haber sido víctima de un robo en Bogotá.
Las compañeras de Tatiana colaboraron con la investigación entregando la clave de acceso al celular, lo que permitió a las autoridades revisar su contenido. Sin embargo, hasta el momento, no se ha revelado qué información contiene.
La familia de Tatiana Hernández no se rinde
Desde el día de la desaparición, Lucy Díaz ha encabezado marchas, repartido volantes y recorrido barrios enteros en Cartagena. “Tatiana está viva, está en un lugar oculto”, afirmó. “Tengo la esperanza y la ilusión que de pronto esté también ayudando a la gente en su estado de médico”.
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Tatiana estaba finalizando su carrera de Medicina y realizaba su internado en el área de ortopedia, una especialidad que la entusiasmaba bastante. Sus jornadas eran largas, pero encontraba momentos para caminar con sus colegas por el malecón, respirar la brisa marina y despejar la mente.
Hasta ahora, ni la Policía ni la Fiscalía han emitido declaraciones oficiales sobre el avance de la investigación. La hipótesis más fuerte apunta a que Tatiana podría haber caído al mar, pero no hay pruebas definitivas y existen múltiples testimonios y pruebas documentales que podrían abrir nuevas líneas de investigación.

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El testimonio de David, su novio
David Espitia, abogado de 26 años, tomó un vuelo a Cartagena al día siguiente de la desaparición. Desde entonces, ha acompañado a la familia en la búsqueda. “Tata es una persona que es muy responsable. Si ella salía, les avisaba a las amigas o a la señora Lucy. En su efecto también me decía a mí ‘voy a ir a tal lado’”, contó.
Ese domingo, hablaron al mediodía. “Me dice, ‘amor, voy a estudiar y después voy a almorzar’”. Luego, no respondió más. “Ella se desconecta 2, 3 horas, yo decía como pues eso es lo que normalmente ella hace, pero ese día ya pasaban 4 o 5 horas y yo digo igual voy a escribirle a ver si almorzó al fin, si no, le escribo a ella y no me contesta”.
Fue entonces cuando contactó a Sara, una compañera de Tatiana. “En una llamada que me hace Sara me dice ‘encontré las sandalias y encontré el celular, están aquí, están al lado del mar’ y me cuelga”.
Lo que iba a ser una visita para ayudar a empacar las cosas de Tatiana al final de su internado, se convirtió en una pesadilla. Los padres de Tatiana y su novio han caminado por toda Cartagena, barrio por barrio, buscando pistas, preguntando, esperando.
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No hay rincón de la ciudad que no hayan visitado. Lo que comenzó como una búsqueda urgente se ha transformado en una rutina dolorosa, pero necesaria.
Una recompensa como esperanza
La nueva recompensa anunciada por la familia representa un nuevo impulso en la búsqueda. Con el respaldo de la Alcaldía de Cajicá, la cifra total asciende a $225 millones. Cualquier pista, por pequeña que parezca, puede ser la clave para resolver este caso que ha conmovido a todo el país.
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