Las víctimas son de Irkutsk (Siberia), que bebieron aceites de baño que contenían un alcohol tóxico, anunciaron este lunes las autoridades rusas.
El caso ilustra el preocupante consumo de alcoholes artesanales y productos domésticos con alcohol en la ex Unión Soviética, donde algunos recurren a esos productos como una alternativa barata a los espirituosos tradicionales.
Este problema causa miles de muertos cada año.
En total, 54 personas acudieron al hospital en los últimos tres días, tras haber bebido un líquido presentado como un aceite de baño perfumado con espino blanco, según los investigadores.
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El fiscal regional, Stanislav Zubovski, indicó que 57 personas ingirieron ese producto, 41 de las cuales fallecieron.
"Esa cifra va a aumentar", avisó, mientras seguía la investigación para encontrar todos los lugares donde se vendió el líquido, a un precio de 40 rublos (0,60 céntimos de euros) la botella de 25 mililitros.¿
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El alcalde de Irkutsk, Dimitri Berdnikov, decretó el estado de emergencia en esta ciudad de 600.000 habitantes, y prometió "encontrar y castigar a los responsables", según la página web del municipio.
La policía descubrió el taller de fabricación del producto en Irkutsk y detuvo a sus dos propietarios, así como a cinco personas acusadas de venderlo.
Los registros llevados a cabo en las tiendas que vendían ese aceite de baño permitieron la incautación de más de 500 litros del líquido, informaron los investigadores.
Según las autoridades, el producto indica claramente en la etiqueta que es impropio para el consumo porque contiene metanol, una sustancia tóxica utilizada como anticongelante.
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"Es una tragedia espantosa", declaró el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, que aseguró que el presidente Vladimir Putin fue informado de lo ocurrido.
El primer ministro Dimitri Medvedev ordenó al Gobierno que "solucionara" el problema, tras asegurar que la venta de esos productos en máquinas expendedoras, una práctica habitual, era "una vergüenza absoluta".
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Las colonias baratas y las lociones con alcohol se venden sin las restricciones que se aplican a los espirituosos, y son consumidas por los más pobres en Rusia.
Las autoridades rusas se preocuparon en 2015 ante la explosión de las ventas de alcohol en el mercado negro, incluido el adulterado, a consecuencia del alza de los precios decretada para luchar contra el alcoholismo.