Gustavo López pensó que sería gracioso jugar con su apuntador y no previó una inmediata reacción de las autoridades.
El sujeto de 38 años se encontraba con su esposa y dos hijos en un parque cuando tomó la mala decisión de apuntar a un helicóptero, que resultó ser del departamento del Sheriff en Orange, California.
De inmediato los pilotos Carlo Diganci y Jeff Van protegieron sus ojos y reportaron lo sucedido a las autoridades. Dicen que López usó este dispositivo unas siete veces.
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En tierra, un policía se acercó a la familia para preguntarles por lo sucedido y ellos negaron tener el láser.
No contaban con que todo había sido grabado, incluido el momento en que López enterraba el dispositivo.
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Tras ser arrestado, Gustavo López confesó haber apuntado al helicóptero y ahora afrontará cargos que podrían costarle 10 años en prisión.
Pilotos hacen un llamado de atención y resaltan que acciones como estas podrían dejarlos ciegos o causar graves accidentes.