
Feroze Sidhwa, un cirujano estadounidense que fue voluntario en Gaza, habló ante el Consejo de Seguridad de la ONU y relató el horror que vio durante el tiempo que estuvo allí, donde los niños han sido las principales víctimas de la guerra entre Israel y Hamás. “No puedo fingir que no lo he visto. Ustedes tampoco pueden alegar ignorancia”, sostuvo.
"Se supone que los niños están protegidos", dijo, pero "en Gaza, esas protecciones simplemente han desaparecido".“La mayoría de mis pacientes eran preadolescentes. Muchos murieron”
Sidhwa, que fue voluntario en Gaza entre el 25 de marzo y el 8 de abril de 2024, contó a los miembros de la ONU que tuvo que trabajar en hospitales sin esterilidad, electricidad ni anestesia. “Los niños murieron, no porque sus heridas fueran insuperables, sino porque carecíamos de sangre, antibióticos y los suministros más básicos de los que se dispone fácilmente en cualquier gran hospital del mundo”, declaró.
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"Estoy aquí porque he presenciado con mis propios ojos lo que ocurre en Gaza, especialmente a los niños, y no puedo fingir que no lo he visto. Ustedes tampoco pueden alegar ignorancia", afirmó el doctor Sidhwa, quien afirmó que el sistema médico en Gaza no ha fallado, "ha sido desmantelado sistemáticamente mediante una campaña militar sostenida que ha violado deliberadamente el derecho internacional humanitario".
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“Durante las cinco semanas que pasé en Gaza no vi ni traté a ningún combatiente. Mis pacientes eran niños de 6 años con metralla en el corazón y balas en el cerebro, mujeres embarazadas con la pelvis destrozada y el feto partido en dos en el útero”, describió.

"La mayoría de mis pacientes eran preadolescentes, con sus cuerpos destrozados por explosiones y destrozados por el metal que salía despedido. Muchos murieron. Los que sobrevivieron a menudo se despertaban y encontraban a toda su familia desaparecida", dijo.
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"Según la War Child Alliance, casi la mitad de los niños de Gaza son suicidas. Se preguntan: ‘¿por qué no morí con mi hermana, mi madre, mi padre?’. No por extremismo, sino por un dolor insoportable. Me pregunto si algún miembro de este Consejo ha conocido alguna vez a un niño de 5 años que ya no quiera vivir”, cuestionó.
El cirujano también contó que “las madres refugiadas en el hospital cocinaban pan en hornillas en el departamento de urgencias durante los eventos con gran cantidad de víctimas, mientras lidiábamos con la lluvia de fuego y muerte que caía a nuestro alrededor por todas partes”.
“Participar o no, permitir que suceda es una decisión”, aseveró. “Se trata de una negación deliberada de las condiciones necesarias para la vida: alimento, refugio, agua y medicinas. Prevenir el genocidio significa negarse a normalizar estas atrocidades, Significa negarse a deshumanizar a los palestinos”.
Sidhwa también habló del momento en que “Israel violó el alto el fuego. Ese día presencié en el Complejo Médico Nasser el episodio de víctimas masivas más extremo de mi carrera. En una mañana, llegaron 221 pacientes. 90 murieron a su llegada, casi la mitad eran niños gravemente heridos. Ningún sistema sanitario del mundo podía hacer frente a esta situación, y menos uno asediado y hambriento”.

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El relato del médico estadounidense es tan doloroso como el de Riyad Mansour, representante permanente de Palestina ante la ONU, quien no pudo contener las lágrimas al hablar de las víctimas más inocentes en Gaza. "Decenas de niños mueren de hambre. La imagen de madres abrazando sus cuerpos inmóviles, acariciándoles el pelo, hablándoles, pidiéndoles perdón, es insoportable. ¿Cómo puede alguien… soportar este dolor?”, dijo entre el llanto.
“Ver la situación de los palestinos sin que tengamos corazón para hacer algo va más allá de la capacidad de cualquier ser humano para soportarlo. Las llamas y el hambre están devorando a los niños palestinos. Por eso estamos tan indignados como palestinos, los 14 millones en los territorios ocupados, en las diásporas, en los campamentos de refugiados, en lugares lejanos, hasta en California y en todas partes, amamos a nuestros hijos, amamos a nuestro pueblo, no queremos que tengan que pasar por esta tragedia”, añadió.Israel se niega a ceder
El embajador de Israel ante las Naciones Unidas, Danny Danon, rechazó los llamamientos para detener la ofensiva y afirmó que el gobierno mantiene su compromiso de lograr la liberación de los rehenes retenidos por Hamás. "No terminaremos la guerra dejando atrás a 58 personas", declaró, refiriéndose a los rehenes que se cree que Hamás mantiene en Gaza. "Hay familias esperándolos, y estamos comprometidos a poner fin a esta guerra asegurándonos de que los rehenes regresen y Hamás quede fuera de juego", añadió.
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No obstante, este jueves el país judío aceptó la propuesta del presidente Donald Trump para un alto el fuego en Gaza, aunque poco después un dirigente de Hamás aseguró a AFP que "no responde a ninguna de las demandas de nuestro pueblo" y que significa "la perpetuación de la ocupación, la continuación de los asesinatos y la hambruna". Pese a ello, aseguró que el movimiento palestino sigue "examinando" la propuesta.
Los bombardeos, de momento, no dan tregua. La Defensa Civil de Gaza informó el jueves que desde la medianoche habían muerto al menos "44 personas en ataques israelíes" en el territorio. Veintitrés fallecieron en una vivienda en la zona del campo de refugiados de Al Bureij, en el centro de la franja costera, detalló Mohamad Al Mughayir, responsable de la organización de rescate. El ejército israelí indicó en un comunicado que bombardeó a "decenas de objetivos terroristas en toda la Franja de Gaza" a lo largo del día.
Por su parte el hospital Al Awda, en el norte de la Franja de Gaza, denunció que "las fuerzas de ocupación israelíes están llevando a cabo la evacuación forzada de pacientes y personal médico dentro del hospital Al Awda en Tel al Zaatar, el único hospital operativo que queda en el norte de la Franja de Gaza", dijo el centro de salud en un comunicado.
EDITADO POR SANDRA SORIANO SORIANO
PERIODISTA DIGITAL NOTICIAS CARACOL
smsorian@caracoltv.com.co
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*CON INFORMACIÓN DE AGENCIAS AFP/REUTERS