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A un padre y su hija les tomó 72 días viajar desde su casa en la ciudad de Dongguan a Lhasa, capital de la región autónoma del Tíbet, suroeste de China.
“Debido al brote deCOVID-19 , ella no va al jardín infantil y mi trabajo también fue suspendido, por eso decidí hacer esto. Empaqué suficiente ropa para diferentes climas y compré un remolque de bicicleta para que ella se quedara adentro.
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Hablé mucho con Dou Dou en nuestro viaje, para hacerla reír y también para ver cómo estaba, si se sentía mareada o enferma por los efectos de la altitud. Manejó todo eso bastante bien durante todo el viaje”, explica Dou Haobei.
Antes de partir, este padre de familia redactó una ruta detallada con planes de alojamiento para él y su hija y empacó los medicamentos necesarios, así como bocadillos y juguetes para Dou Dou en caso de que se sintiera aburrida en el camino. También compró un dron que utilizó para tomarse fotos.
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No siempre fue un camino fácil; una vez, mientras viajaban por un camino empinado en la zona montañosa de Yunnan, comenzó a llover. Todo estaba mojado y Dou tuvo que arrastrar el vehículo pesado mientras buscaba piedras que caían.
"Espero que el viaje se convierta en un recuerdo muy cariñoso y cálido entre mi hija y yo. Si vuelve al Tíbet en el futuro, se sentirá especial por todo, ya que recuerda que su padre una vez la llevó aquí en bicicleta", dice Dou.
El joven compartió su viaje a través de la app TikTok y atrajo casi dos millones de seguidores.
Dou, un padre soltero que abandonó la universidad durante su segundo año para comenzar su propio negocio, se ha enfrentado a diferentes dificultades. Por eso quiso educar a su hija de una manera más abierta y mostrarle el mundo.
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