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Utilizan las redes sociales como sustento de vida y olvidar las dificultades a las que se enfrentan hace más de 30 años.
Ellas son las hermanas Peng sufren de una condición conocida como huesos de cristal. Peng Yan es la mayor, tiene 32 años y pesa 13 kilogramos.
"Nuestros huesos se rompen fácilmente, cuanto más se rompen, más se deforman nuestros cuerpos", contó.
Gran parte de sus vidas la pasaron en una cama, nunca han ido a la escuela y aprendieron a leer viendo televisión.
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Sus dificultades las alivian a través de las redes haciendo lo que más les gusta: cantar.
Con sus videos, consiguieron que les donaran sus sillas de ruedas automáticas, y ahora, por este mismo medio, venden pasabocas.
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“Me siento orgullosa eso aumentó nuestra confianza. Al menos mi mamá puede quedarse en casa y no tendrá que trabajar tan duro para otras personas", manifestó Yan.
Aunque lograron conseguir estabilidad económica, siempre las ha acompañdo un sueño
"Si solo pudiera convertirme en una persona normal, no me importa morir después de cinco años, podría ir a lugares y hacer cosas, cinco años son suficientes para mí”, expresó la mayor de las hermanas.
Orgullosos de sus hiijas, sus padres las presentan como las muñecas de cristal optimistas.
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