La UEFA, en el ojo del huracán por negarse a iluminar el estadio de Múnich con los colores LGBTI

La UEFA, el máximo ente del fútbol europeo, está bajo tormenta tras haber negado a la ciudad de Múnich su solicitud para iluminar su estadio con los colores del arcoíris, que representan los de la bandera de la comunidad LGBTI.

La petición que fue hecha por el alcalde de la ciudad, Dieter Reiter, pretendía rechazar una ley húngara recientemente aprobada que prohíbe la promoción de la homosexualidad entre los menores en los colegios.

Para este miércoles 23 de junio se fijó en ese estadio un partido entre la selección de Alemania y la de Hungría como parte de la Eurocopa.

Las calles de Múnich se vistieron de banderas alusivas y aunque el estadio no se iluminará, los hinchas se han encargado de dar color a la ciudad.

"No creo que haya problema en mostrar que estás abierto al mundo y a las diferentes orientaciones sexuales. No lo veo como político y creo que hubiera sido una muy buena señal, una gran oportunidad", dijo un hincha.

Países europeos rechazan decisión de la UEFA

Desde la jefe de la diplomacia alemana hasta la presidencia francesa, numerosas capitales europeas criticaron el rechazo de la UEFA. Lo ven como un mensaje contra la tolerancia y los derechos humanos.

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Pero el organismo, en un comunicado, defendió su compromiso contra la homofobia y vistió su logo en Twitter con los colores del arcoíris, que no considera sea un símbolo político, y agregó que su decisión no fue de tal naturaleza, por el contrario la petición hecha sí lo fue y defiende que es una organización política y religiosamente neutral.

Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea fue más allá y calificó de vergonzoso la ley húngara.

“Este proyecto de ley discrimina claramente a las personas por su orientación sexual y va en contra de todos los valores, los valores fundamentales de la Unión Europea”, dijo Ursula von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea.

Hungría usó las mismas palabras de von der Leyen, aseguró que sus declaraciones son una vergüenza y argumentó que la nueva ley protege los derechos de los menores y de los padres y no afectan los derechos de orientación sexual.

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