Una leona fue abatida a tiros este lunes después de que el animal escapara de una granja turística de animales privada en la provincia de Goryeong, en Corea del Sur
según informaron las autoridades.
La policía local fue notificada sobre las 7:23 hora local del domingo de que el animal había escapado de su jaula en las instalaciones, a unos 233 kilómetros al sureste de Seúl, y cerca de una hora después agentes y cazadores localizaron a la leona y la abatieron, según detalló la agencia de noticias surcoreana Yonhap.
Los residentes de la zona fueron notificados mediante un mensaje de texto sobre la huida de la felina y su búsqueda.
Un equipo conformado por 159 personas, entre agentes de policía, bomberos y cazadores profesionales del condado, fueron movilizados para las tareas de localización y captura del animal, que fue hallado en una zona boscosa próxima a la granja, detalló la agencia.
Según el testimonio del dueño de las instalaciones, un administrador del rancho encontró abierta una puerta trasera de la jaula de la leona cuando se acercó para ir a alimentar y limpiar al animal, que no se encontraba en su interior.
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El trabajador alertó inmediatamente al propietario, que llamó a la Policía al conocer lo sucedido.
La leona no intentó escapar al ser localizada, pero las autoridades tomaron la decisión de abatirla tras valorar que el animal se encontraba en posición de salir corriendo a zonas residenciales en caso de huir durante la labores de captura, y tras considerar que un sedante tardaría demasiado tiempo en hacer efecto.
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La granja había sido designada como un centro de animales para turistas en febrero de 2022 y contaba con una licencia para criar ganado, pero no animales exóticos como leones, por lo que habrían estado criando a la leona de forma ilegal, dijeron las autoridades, que han abierto una investigación al respecto.
Los residentes de la zona tampoco sabían que el animal se encontraba en el complejo.
Según informó Yonhap, el propietario de la granja se hizo cargo de la leona cuando compró las instalaciones a su predecesor, quien habría criado allí a la leona durante unos 20 años, desde que era una cría. Describió a la felina como un animal suficientemente manso como para dejarse acariciar por él.
Señaló el hombre que ya se había puesto en contacto con las autoridades medioambientales y con un zoológico para que se hicieran cargo de la leona, pero en ambos casos lo rechazaron, alegando razones como posibles conflictos entre la leona y otros animales.