Son 34 asociaciones médicas las que dicen que la propagación del COVID-19 está en expansión y colapsó hospitales, aunque el gobierno "lo continúa negando".
El gobierno ha dicho que la pandemia "está bajo control" y ha rechazado establecer medidas restrictivas "extremas" como cerrar negocios o paralizar el transporte público por considerar que debilitaría la economía.
Sin embargo, Observatorio Ciudadano, integrado por médicos y sociedad civil, contabilizó al 27 de mayo 3.725 contagios sospechosos y 805 fallecidos, bastante más que los 759 casos y 35 muertos que reconoce el Ministerio de Salud, que no ha dado cuenta de la realización de pruebas de diagnóstico.
La oenegé se considera una fuente alternativa al vacío de información oficial sobre el comportamiento de la pandemia, y está integrada por voluntarios médicos y redes comunitarias que recopilan información sobre "casos sospechosos" de coronavirus y otros padecimientos.
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Los médicos calificaron la situación de "dramática" y advirtieron que podría "agravarse en los próximos días y semanas con funestas consecuencias en los hogares" si no se toman medidas para contener la pandemia.
El aumento exponencial del coronavirus "ha provocado un colapso en el sistema de salud pública y privada (...) con hospitales saturados, faltan camas, medicinas y productos esenciales como oxígeno", según los galenos.
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A ello se suma que decenas de médicos y trabajadores de la salud se habrían contagiado con el virus con un saldo "importante" de fallecidos, lo que ha provocado recargo laboral, agotamiento físico y emocional en este personal, añadieron.
El Consejo Superior de la Empresa Privada respaldó la iniciativa del gremio médico y llamó "a las empresas en el ámbito de negocios no esenciales que tengan condiciones para hacerlo, cierren sus operaciones mientras se reduce la tasa de contagio".
Organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos apoyaron el llamado de los médicos, mientras que el gobierno no se ha pronunciado.
El gobierno de Nicaragua, el segundo país más pobre de América Latina con 6,2 millones de habitantes, no solo evitó tomar medidas ante el coronavirus sino que también promovió actos masivos y manifestaciones, contrario a las recomendaciones de organismos internacionales.