Un caso de intolerancia se presentó en una calle principal de Alemania, donde un grupo de activistas climáticos intentó bloquear el tráfico sentándose en el pavimento, con el objetivo de llamar la atención y crear conciencia medioambiental. Cansados de esperar para llegar a sus destinos, varios conductores furiosos, entre ellos una mujer, arrastraron violentamente a los manifestantes fuera del camino.
El episodio quedó evidenciado en un video que se difundió por medio de redes sociales. En la grabación, que fue compartida por el grupo activista, se ve el momento en el que dos hombres agarran de las extremidades a uno de los participantes de la protesta hasta sacarlo de la vía principal.
Asimismo, se observa a una mujer rubia gritándole a una de las activistas que se levante de la calle, ubicada en la ciudad de Bottrop. Ante la negativa, la mujer agarró del pelo a la protestante y la arrastró sin ningún tipo de cuidado.
De igual manera, conductores furiosos repitieron el procedimiento con los demás manifestantes, sacándolos del camino. Pese a los malos tratos, los protestantes hicieron caso omiso y, luego de ser movidos, volvieron a sentarse en el pavimento, oponiendo más resistencia.
De acuerdo con la policía de Recklinghausen, uno de los activistas resultó levemente herido en el altercado. Por otro lado, las autoridades señalaron que se encuentran investigando las fotos y los videos relacionados con el incidente para determinar si es necesario realizar un proceso penal en contra de los furiosos conductores que sacaron a los manifestantes de la carretera.
De igual manera, la policía aseguró que los activistas que bloquearon la vía fueron detenidos.
Cabe mencionar que este grupo de activistas climáticos, denominado Generación Letzte, ha protagonizado diversas protestas que molestaron al público en Alemania. En videos compartidos a través de su cuenta oficial de Twitter, los manifestantes muestran las acciones que han estado realizando para luchar contra la contaminación de los vehículos.
Algunos de los métodos utilizados por estas personas incluyen pegarse las manos a la carretera para que no se las puedan quitar sin que el departamento de bomberos remueva el cemento bajo sus extremidades.
Hace una semana, miembros de este mismo grupo protagonizaron dos protestas en diferentes aeropuertos de la ciudad, pegándose a las pistas de aterrizaje. Esta acción provocó horas de retrasos en los vuelos y decenas de cancelaciones.
“La Generación Letzte no está protegiendo el clima, están involucrados en actividades delictivas”, dijo el ministro de Transporte, Volker Wissing.
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