Las autoridades rusas hacen un llamado a la calma luego de los hechos presentados esta mañana en Cheliabinsk, en los montes Urales, ya que los habitantes de las poblaciones afectadas temen que el fenómeno se repita.
A los hospitales de la región ha llegado un gran número de voluntarios para ayudar a atender a las personas heridas.
La mayoría de los lesionados presentan cortaduras causadas por los vidrios que se rompieron por la onda explosiva.
El Gobierno ruso consideró un presupuesto para la reparación de todos los daños ocasionados.
Las autoridades recomiendan a los habitantes de la región afectada, que no toquen lo fragmentos del meteorito y dejen este trabajo a los expertos.
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