Un chico de billar se convirtió en tragedia por culpa de dos sujetos que no supieron perder tras apostar con otros jugadores en el establecimiento. Se fueron, regresaron armados al bar y la emprendieron con armas de fuego contra varios de los presentes: el sangriento ataque dejó siete personas muertas, incluida una menor de edad, que obviamente no tenía nada qué ver.
El dramático episodio se registró en el municipio de Sinop, de Mato Grosso, Brasil. Allí, dos individuos retaron a otros a un chico de billar pool, pero al final perdieron y, según testigos, los ganadores empezaron a burlarse, algo que no les vino en gracia a los derrotados.
Aparentemente, las cosas siguieron su curso normal, pero nadie contaba con que Ezequias de Souza Ribeiro y Edgar Ricardo de Oliveira tenían planeado vengarse de la manera más cobarde.
Minutos después, a bordo de una camioneta, estos hombres arribaron otra vez al local, desenfundaron armas y empezaron a matar a los presentes, incluida una niña de apenas 12 años.
Después de la masacre, al sitio llegó la Policía para realizar la respectiva investigación. Al revisar las cámaras de seguridad pudieron identificar a los atacantes que se vengaron sangrientamente tras perder un simple chico de billar.
El rastreo los llevó hasta el paradero de uno de ellos en la tarde del miércoles, en un paraje rural, donde se enfrentaron a tiros con Ezequias de Souza Ribeiro, de 27 años. El sujeto quedó gravemente herido y fue remitido hasta un centro médico, donde se confirmó su deceso por los impactos de bala.
Sobre el otro sujeto que participó en la masacre tras perder el chico de billar pesa una orden de captura, pero permanece fugitivo.
Por ahora, los investigadores han encontrado la camioneta en la que se movilizaban Ezequias y Edgar, así como una de las armas con las que perpetraron el crimen.
Intolerancia tras un juego de tejo: dos muertos
El terrible hecho se registró en el sur de Bogotá. Un joven y su mamá fueron asesinados por una turba, mientras el padre quedó gravemente herido y se encuentra en un hospital. Ocurrió en el barrio Chircales de la localidad Rafael Uribe Uribe.
La víctima, de 28 años, había ido a jugar tejo. Allí tuvo una discusión y se fue para su casa. Con lo que no contaba era que un grupo de personas lo iba a seguir. Solo el hermano logró escapar de la turba asesina.
El joven identificado como Juan Carlos Velandia, fue agredido con tejos, piedras y palos. Al percatarse de lo que estaba ocurriendo, sus padres salieron para defenderlo.
“Enseguida baja mi padre y mi madre a defenderlo y lanzándonos de la misma cancha los tejos y botellas, una que otra piedra que había ahí. Entonces en el momento, como bajamos nosotros, una señora que estaba ahí lo subió, los encerró en la tienda”, agregó el hermano de la víctima.
Finamente, madre e hijo murieron producto del ataque desmedido. Doña Gladys, de 68 años, falleció en la puerta de su casa, mientras que Juan Carlos cayó cuando intentaba escapar.
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