Como un “milagro” califican muchos que la uniformada no saliera herida luego de que Javier Hernández Morales activara su arma de fuego. Imágenes sensibles.
El hecho se presentó en Napa, condado de California (EE. UU.), cuando la agente Riley Jarecki le pidió a un conductor que le dejará revisar su vehículo para comprobar que todo estaba bien.
Hernández, un latino de 43 años, aceptó el chequeo y le dijo “no tengo problema”.
Entonces, la policía se dirigió a la ventana del conductor, el hombre bajó el vidrio y disparó.
Riley logró esquivar la bala e inmediatamente alertó a otros oficiales: “¡disparos, disparos!”.
Hernández intentó escapar, pero la uniformada disparó 15 veces contra el vehículo. El atacante perdió la vida.
Dentro del carro, de color rojo, fue encontrado un rifle calibre .22
Javier Hernández Morales tenía antecedentes por robo y posesión de armas.