Jeanine Áñez negó las acusaciones de Evo Morales, quien está asilado en México. La mandataria reiteró que convocará a elecciones en un breve plazo.
"No hay un golpe de Estado en Bolivia, hay una reposición constitucional", afirmó Áñez en una rueda de prensa en el Palacio Quemado, la casa de gobierno, al día siguiente de asumir el poder. La dirigente reiteró que convocará a elecciones "en el plazo más breve posible".
"El único golpista de este país ha sido Evo Morales", dijo Áñez, aludiendo a que el exmandatario izquierdista indígena desconoció el veredicto popular en un referendo que se opuso a la reelección indefinida en 2016 y en los comicios del 20 de octubre, en los que ganó una polémica reelección, que la oposición atribuyó a un "fraude". El escrutinio desató las multitudinarias y violentas protestas que condujeron a su renuncia.
"No aceptaré ninguna salida que no sean unas elecciones democráticas", afirmó la presidenta derechista, quien era segunda vicepresidenta del Senado al momento de tomar las riendas del país el martes.
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La abogada, de 52 años, asumió el poder en una controvertida sesión legislativa, sin quórum reglamentario, llenando el vacío de poder creado con las renuncias de Morales y de los demás funcionarios en la línea sucesoria.
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Su proclamación fue avalada por el Tribunal Constitucional, mientras que los jefes militares y policiales le declararon su lealtad.
Este miércoles designó una nueva cúpula militar, de cinco oficiales, nombrando como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas al general Sergio Carlos Orellana, del Ejército, en una ceremonia a la que acudieron medio centenar de oficiales.
El "Estado nos necesita más que nunca para mantener la paz", dijo Orellana en un discurso, en el que pidió a los seguidores de Morales que "depongan sus actitudes intransigentes".
La mandataria también nombró un nuevo jefe del Estado Mayor de la Defensa, así como nuevos comandantes en jefe del Ejército, de la Armada (marina de guerra) y de la Fuerza Aérea.
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Áñez elogió "la disposición democrática de las Fuerzas Armadas y la Policía", que abandonaron a Morales.
La designación del general Orellana implicó el pase a retiro del general Williams Kaliman, nombrado jefe de las Fuerzas Armadas hace un año por Morales y quien se negó a enviar a sus tropas a reprimir las protestas opositoras y los motines policiales desatados el viernes.
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La presidenta dijo además que está "trabajando en el tema" de su gabinete ministerial y lanzó una advertencia a los partidarios de Morales para que cesen las protestas en las calles.
"No vamos a permitir de ahora en adelante que nos pongan tropiezos", expresó.
Sin embargo, a la misma hora estallaron enfrentamientos entre seguidores de Morales y policías a unas tres cuadras de la casa de gobierno, cuyos alrededores estaban bloqueados por los uniformados.
Áñez también convocó "a los funcionarios públicos a retornar inmediatamente a sus puestos de trabajo", luego de tres semanas de bloqueos de calles y paros. Sin embargo, advirtió que hará cambios de jefaturas en dependencias del Estado: "todos los cargos públicos deberán ponerse a disposición del nuevo gobierno".
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