Sean Tobin, un aspirante a luchador de las artes marciales mixtas, de 20 años, debió tomar un descanso de sus prácticas deportivas luego de que los médicos le indicaran que sería sometido a una cirugía para extirpar parte de uno de sus pulmones por culpa delexcesivo uso de cigarrillos electrónicos.
Todo comenzó el pasado 20 de julio, cuando el estadounidense, quien reside en New Hampshire, empezó a padecer un dolor punzante mientras se dirigía a su trabajo como aprendiz de electricista. Tobin le contó al portal Kennedy News, citado por el medio New York Post
: “Cuando me subí a la camioneta, sentí como si me desgarrara un músculo de la espalda. La tensión allí era bastante mala”.
Al principio pensó que se trataba de neumonía (una afección que inflama los sacos aéreos de uno o ambos pulmones, explica Mayo Clinic), pues los dolores en el pecho y espalda no disminuían, sino que aumentaban. Por ello, decidió ir a un centro de urgencias para que lo revisaran.
Tras someterse a una serie de exámenes médicos, en los cuales le introdujeron una cámara en la cavidad torácica, le informaron que tenía presencia de una especie de manchas negras en un pulmón.
Los doctores le hicieron una incisión entre las costillas y le insertaron un tubo con el fin de que pudiera expulsar el aire que tenía atrapado, el cual le estaba “aplastando el pulmón y el pecho”.
Debido a que la incisión no cicatrizó con el paso de 48 horas, le informaron a Tobin que debía someterse a una cirugía, pues las manchas negras eran depósitos de carbono en el pulmón.
En medio de la incertidumbre por el procedimiento quirúrgico, Tobin pensó: “Tan pronto como vi las manchas, me molesté mucho conmigo mismo. Estaba muy triste porque me hice esto en mi propio pulmón”.
¿Cómo fue el procedimiento que le practicaron?
Para intentar salvar el pulmón, los cirujanos le cortaron una pequeña porción de la parte superior del órgano y lo unieron con grapas. Además, lo "pegaron" a la pared de su pecho para evitar un nuevo colapso.
Ha tenido que estar durante más de tres semanas en periodo de recuperación y aún no puede volver a entrenar. “Mi cardio era tan bueno. Estaba tan saludable y no debería haber empezado a utilizar cigarrillos electrónicos”, recalcó.
Pretende alertar a otros sobre el uso de los cigarrillos electrónicos, pues adjudica a este elemento su daño en el pulmón: “El vaporizador nunca dejó mi mano. Era muy, muy habitual”, tanto así que lo llegó a utilizarlo mañana y noche durante 7 años. Recalca que “nunca piensas que te va a pasar algo hasta que te pasa”.
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