Aunque los tres trabajadores de la salud a bordo salieron ilesos, otro médico que fue a recoger el órgano lo dejó caer al suelo. El piloto sufrió heridas leves.
Gabriel Manzano dice que le acercó el niño a la mamá, con la ilusión de que ella reaccionara, y luego lo llevó al hospital de Ubaté. Este es su estremecedor testimonio.