Durante el juicio, al intentar justificar lo injustificable, el hombre alegó que cometió el crimen porque estaba cansado de las restricciones de la pandemia.
“A qué maldita hora Dios nos ha castigado”, expresaba la profesora en las clases. Aunque la habían denunciado desde 2016, hasta ahora la investigaron por unos audios que se hicieron virales.