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Una terrible muerte sufrió un pequeño de dos años en el municipio de Turbo, Antioquia, luego de que, por accidente, bebiera una sustancia tóxica que estaba envasada en una botella de gaseosas. Los hechos ocurrieron el pasado 25 de agosto al interior de un establecimiento comercial que el abuelo del menor atendía.
De acuerdo con las primeras versiones, el niño estaba bajo el cuidado de su abuelo materno, quien se encontraba atendiendo a clientes en su tienda y, en un momento de descuido, ocurrió lo peor.
Cuando el hombre fue a ver al niño, este ya se encontraba agonizando y a su lado tenía una botella de gaseosa con la sustancia tóxica que consumió. De inmediato, el niño fue trasladado a la Clínica Panamericana, en Apartadó, Antioquia, y después fue remitido al Hospital San Vicente Fundación, en Medellín, donde, finalmente, el bebé perdió la vida tras la afectación que tuvo en los órganos vitales, según indicó el diario *El Colombiano*.
María Indira Fadul, secretaria de gobierno de Turbo, Antioquia, indicó que la práctica de envasar sustancias tóxicas en botellas de gaseosa es muy común en esta zona del país. “Es importante que estemos atentos, que mantengamos estos productos peligrosos fuera del alcance de los niños. Por lo general, tenemos la tendencia a envasar productos químicos o productos de envenenamiento en frascos de remedio, de gaseosas”, manifestó la funcionaria.
Para proteger a los niños de sustancias tóxicas en el hogar, es fundamental aplicar medidas de seguridad rigurosas. Estas sustancias —como productos de limpieza, insecticidas, pinturas o medicamentos— deben almacenarse en lugares altos, cerrados con llave o fuera del alcance de los menores. Es recomendable usar gabinetes con seguros de seguridad infantil y mantener los productos en sus envases originales, que incluyen etiquetas con información sobre su contenido y advertencias.
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Una práctica extremadamente peligrosa es reenvasar sustancias tóxicas en botellas que normalmente se usan para agua o bebidas. Esto puede generar confusión, especialmente en los niños, quienes podrían ingerir el contenido creyendo que es seguro. Además, al cambiar el envase, se pierde la información crítica sobre el producto, como instrucciones de uso, advertencias y medidas de emergencia.
También es importante educar a los niños sobre los peligros de ciertos productos y supervisarlos constantemente. En caso de exposición o ingestión accidental, se debe acudir de inmediato a un centro médico y, si es posible, llevar el envase original del producto para facilitar el tratamiento.
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CAMILO ROJAS, PERIODISTA NOTICIAS CARACOL
X: RojasCamo
Correo: wcrojasb@caracoltv.com.co
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