Fabio Espitia recibió el regaño hecho por la juez que los dejó en libertad. Además, anunció medidas contras los funcionarios que participaron en la detención. Y es que la togada fue tajante al decir que “la Fiscalía no actuó con transparencia, con lealtad, porque aquí no se le puso en conocimiento a esta funcionaria que la Fiscalía tuvo que acudir dos veces a un estrado judicial en procura de unas órdenes de captura. Y, ¿por qué? pues porque el juez constitucional tampoco veía la necesidad de acudir a esta limitación tan grosera como es librar las órdenes de captura”. Ante esta declaración, el fiscal general (e), Fabio Espitia, le halló la razón y regañó a sus fiscales. "Debo reconocer que la posición de la juez que tomó la decisión es una posición sustentada, es una posición mesurada, es una posición que considero que resultaba muy apegada a lo que sucedió, en el sentido de que reconoce que hay elementos de prueba que permiten afirmar una inferencia en relación con la comisión de los delitos", dijo. Pero no se quedó ahí, Espitia anunció medidas contras los funcionarios que representaron a la Fiscalía en la audiencia de los dos primeros capturados que dejó la fuga de la excongresista Aída Merlano. Finalmente, el fiscal sugirió que no se apelara la decisión del juez de otorgarle libertad a Aída Victoria Merlano, hija de la condenada, y al odontólogo Javier Cely. Otro que salió a dar explicaciones fue el general Óscar Atehortúa, director de la Policía Nacional. Ante la pregunta de si hubo exceso en estas capturas, el oficial respondió que sus hombres cumplieron con una orden legal y con los protocolos correspondientes. Le puede interesar: “Es un abrazo normal que le doy a muchos de mis pacientes”: habla el odontólogo de Aída Merlano
Según Javier Cely, la prófuga le dijo en ese instante que le gustó su diseño de sonrisa. Afirma que no vio el cambio de ropa y que guardiana no quiso entrar. ¿Sabía o no de los planes de Aída Merlano? En absoluto, no tenía ni idea. ¿Hace cuánto conoce a Aída Merlano? Era la segunda vez que yo la veía. La primera fue el 24 de septiembre y la segunda vez fue el día de los hechos. ¿Y si la conocía tan poco ameritaba ese abrazo tan efusivo? Esto es un abrazo normal... como le doy, no solo a ella, sino a muchos de mis pacientes. Y no lo doy yo, me lo dan a mí agradeciendo un buen trabajo que les acabo de realizar. ¿Qué le dice ella? Que le gustó mucho su diseño y que Dios me bendiga. Sobre el joven que aparece en el video, ¿quién es? En el momento que yo lo vi ella me lo presentó como el hijo. No puedo calcular la edad. Sobre la joven, ¿quién es? Ella es la hija. ¿Es normal atender a un paciente como Aída Merlano con la familia ahí mismo? Para mí un paciente como la señora Aída Merlano o cualquiera es totalmente igual porque yo estoy es en el ejercicio de mi profesión, yo no estoy pensando si es o no es. Usted sabía que estaba en condición de reclusa... Claro que sí, ¿por qué? Porque la primera vez que la atendí llegaron aproximadamente cuatro funcionarios del Inpec y uno de los funcionarios duró toda la cita dentro del consultorio sentado al lado mío. ¿En esta oportunidad por qué no? No sé. Cuando ella ingresa con el funcionario del Inpec, yo le digo a la funcionaria que si le acercamos una silla y ella dice: ‘doctor, no hay necesidad, yo me quedo en la puerta’ Aída Merlano se cambia de ropa, ¿no se dio cuenta? No. Como el video lo muestra, en ningún momento estoy dentro del consultorio. Yo estoy en ese instante, como lo mostró la defensa y hay cámaras, atendiendo a otro paciente en otro de los consultorios de la clínica. ¿Era consciente de que lo estaba grabando una cámara? Claro. Toda la clínica tiene cámaras en todos los consultorios, en los pasillos, en las entradas, en el primer piso. ¿Quién lo contacta con Aída Merlano? El dueño de la clínica me hace una llamada y me indica que a la señora Merlano le han hecho dos veces un diseño de sonrisa y no le ha gustado, entonces quiere que por favor yo la vea y le haga el diseño. Yo voy a esa clínica y, como trabajo en ese consultorio, también trabajo en otros consultorios. El doctor Mauricio Arango, que es la persona dueña de los consultorios de la clínica, fue paciente mío y él me pide el favor de que le ayude con una garantía que tiene con la señora Merlano. ¿Qué hace usted aquí (se le muestra una imagen del video) mientras ella está sentada? Yo ya estoy guardando todas mis cosas. Como lo he dicho, el consultorio no es mío, entonces, cada vez que yo voy, tengo que tratar de sacar lo mío y volverlo a guardar para dejar el consultorio para los otros odontólogos que llegan a trabajar. ¿Cuánto vale un tratamiento como el que usted hizo? Un diseño de sonrisa puede estar entre los 12 y 16 millones de pesos. ¿Eso pagó Aída Merlano? No sé si lo pagó porque yo nunca he recibido dinero. ¿No le pagó a usted? No, a mí no. ¿A quién le paga? Ella le paga a la clínica, que es la que me contrata a mí para hacer los trabajos. Ella saca una cuerda, abre la ventana y se descuelga. ¿Usted jamás sospechó de algo? No, yo estoy concentrado en mi trabajo, mi trabajo es milimétrico, mi trabajo requiere total concentración. Si yo me descuido un minutico y uno de los lentes se me daña, se me daña todo el diseño. No puedo juzgar absolutamente a nadie. Yo no estoy en el momento en que ella se está cambiando, yo estoy atendiendo, en otra unidad, otro paciente en ese mismo momento. ¿La hija y el hijo le decían algo a ella? Simplemente los vi saludarse. Ella estuvo el 90% del tiempo con la boca abierta, porque le estoy haciendo un tratamiento de odontología, pero yo no vi absolutamente nada extraño. ¿En qué momento se percata usted de que ella se fugó? Yo termino mi trabajo, salgo de la clínica y voy a otro sitio de Bogotá donde tenía otra cita de negocios. Cuando estoy llegando allá, me llaman y me dicen ‘la señora se voló’. Inmediatamente qué hago, cojo un taxi y me devuelvo al sitio donde sucedieron los hechos para poner la cara y mirar qué podemos hacer. ¿Mientras usted guarda sus instrumentos ella qué está haciendo? Si usted lo ve, yo siempre estoy dándole la espalda, yo estoy concentrado en lo mío. Yo no sé si ella está maquillándose, peinándose, no tengo ni idea. Yo termino mi trabajo y estoy guardando mis objetos, como lo muestra el video, y por eso estoy dándole la espalda. ¿En qué momento usted dice: ‘en qué rollo estoy metido’? Cuando llego nuevamente a los consultorios. En ese momento hay personal de la Policía, de la Sijín. En ese momento digo: ‘Dios mío, ¿qué pasó? ¿En qué momento me metí en este problema tan grande?’ ¿Usted fue militar? Sí. Porté orgullosamente el uniforme del Ejército Nacional durante 21 años. Sobre usted han pesado una serie de señalamientos. No consta ninguna condena, pero sí unas aparentes irregularidades sobre corrupción cuando estuvo en sanidad militar en Ibagué y Quindío. ¿Qué decir? Solo son señalamientos. En ninguna parte existe absolutamente nada. Este país lo condena a uno por cualquier cosa que diga otra persona, pero no averiguan a ver si es cierto o no. Eso es totalmente falso. ¿En qué momento le notifican que va a ser capturado? El día de los hechos, siendo aproximadamente las nueve de la noche, estando ya en mi casa, me doy cuenta de la gravedad de lo que estaba sucediendo e inmediatamente me comunico con la firma de mis abogados. Ellos, al día siguiente, a las nueve de la mañana, ya tenían radicado ante la Fiscalía General de la Nación un oficio en el que decía que yo estaba dispuesto a hablar, a que me escucharan. La Fiscalía nunca me llamó. ¿Su abogado sostuvo contacto con la Fiscalía? Claro. Hay un oficio donde me presento voluntariamente a la Fiscalía o envío voluntariamente un oficio a la Fiscalía para que la Fiscalía me llame y me escuche porque yo no tengo absolutamente nada que ver en esto. ¿Ya había pisado un calabozo? Nunca. Ni quiero que nadie pise un calabozo. ¿Cómo fueron esos instantes? Fueron muy duros y más en una persona que es totalmente inocente. ¿Hace cuánto es odontólogo? Hace 25 años. ¿Cuánto dura hacer un diseño de sonrisa, lo que le hizo a Aída Merlano? Eso se lo hice en dos citas, en tres horas y media aproximadamente que duró cada cita. Puede ser más o puede ser menos. El régimen carcelario tiene unos requisitos para las visitas. No es normal que se hagan en un consultorio. Mi función es atender a la paciente, independiente de que sea la señora Merlano, sea Pedro o sea Juan. La función del Inpec es cuidarla y decirme a mí si puede entrar alguien o no. Había una funcionaria del Inpec en la puerta del consultorio. Si la funcionaria del Inpec me dice a mí ‘doctor, qué pena, no puede entrar nadie’, yo no tengo inconveniente, yo vengo es a hacer un diseño de sonrisa, yo no vengo a verme con nadie. ¿Volvió a saber algo de Aída Merlano? No, cómo se le ocurre. ¿Ha sostenido algún contacto con alguien de la familia? No conozco a nadie de la familia Merlano. Quiero aclararle, es la primera vez que veo a los que me presentó como sus hijos. Sigue vinculado a la investigación, aunque en libertad. Sí, claro, sigo vinculado, pero tengo que darle gracias a Dios, que me ha dado fortaleza, y sé que él me va a sacar de esto sin ningún problema. Vea, además, la entrevista con Aída Victoria Merlano, la hija de la prófuga excongresista: “En ningún momento me esperé que ella se fuera a tirar”: hija de Aída Merlano
Aunque Fiscalía dice tener elementos probatorios contra Aída Victoria Merlano y Javier Cely, la juez desestimó que sean un peligro para la sociedad. Horas antes, en la audiencia, la Procuraduría había pedido que los dejaran en libertad. Aída Victoria Merlano fue capturada en Barranquilla por el delito de fuga de presos. "Se movilizaba en un vehículo en compañía de un amigo y en ese momento es abordada por las unidades de Policía Judicial donde se le da a conocer la orden de captura", dijo el general Ricardo Alarcón, comandante de la Policía de Barranquilla. La mujer, de 20 años, cambió en febrero pasado ante la Registraduría Nacional su nombre, Karolyne Manzaneda Merlano, por el de Aída Victoria Merlano Manzaneda. La hija de la excongresista aparece en uno de los videos del día de la fuga en el consultorio en el que la prófuga era atendida por el odontólogo Javier Cely, que se entregó la semana pasada. “Soy totalmente inocente”, dijo el profesional al presentarse ante las autoridades. “¿De verdad cree usted, señor fiscal, que esta jovencita va a interferir el proceso?, ¿va a tener acceso a manipular qué?”, respondió la jueza 12 de control de garantías de Bogotá a la petición del fiscal del caso. Añadió: “Señor fiscal, ¿usted cree que ellos son un peligro para la comunidad como para llevarlos a un centro de reclusión?”. Además, indicó que la actividad de los investigadores “fue grosera al tocar varios despachos, a ver cuál de los despachos les aprobaba su petición”. Al terminar la intervención, la togada no aceptó la petición del ente acusador y ordenó libertad inmediata a Aida Victoria Merlano y Juan Guillermo Cely. Sin embargo, ambos seguirán vinculados al proceso por la fuga de la excongresista. Por otro lado, la joven manifestó desde los juzgados de Paloquemao que la Fiscalía la utilizó como medio de presión para que su madre se entregara y destacó su amor por ella. También indicó que seguirá compareciendo ante la justicia y que no le huirá a nada. Uno de sus abogados, Harold Vega, habría indicado la posibilidad de demandar al Estado por los delitos de fraude procesal, abuso de autoridad y privación injusta de la libertad.
“En repetidas ocasiones traté de informar las novedades que se venían presentando, pero nunca fui escuchada”, declaró la mujer, según la Fiscalía. Tras ocho horas de la audiencia, que se desarrolló este sábado, la Fiscalía realizó la imputación de cargos y pidió medida de aseguramiento contra Aída Victoria Merlano y Javier Cely. En contexto: Hija de Aída Merlano asegura que la están usando para presionar a su mamá La joven y el profesional de la salud están sindicados de fuga de presos y utilización de menores de edad en calidad de coautores. Sin embargo, no aceptaron cargos. Una vez en la audiencia, el ente acusador adelantó la solicitud de medida de aseguramiento y reveló nuevos detalles de la investigación, entre ellos que se realizó un allanamiento en una casa en el sur de Bogotá, donde al parecer habría estado escondida la exsenadora. “Una hoja de papel con una formula médica a nombre de Aida Merlano, ¿porque es importante este elemento? porque aparece el nombre de la persona que se encuentra en fuga”, indicó el fiscal del caso. También se presentó la entrevista de la reclusa Blanca Becerra, quien habló de los beneficios de los que gozaba Merlano: “Ella tenía demasiados beneficios en esta cárcel. Todo lo que se le antojaba se lo traían. Era la única que tenía cuarto para ella sola”. Incluso, según la Fiscalía, intentó advertir sobre el plan de fuga, pero no fue escuchada: “Estos últimos días, desde el día sábado, ya dormía en la celda número tres. Supongo que era porque ya había sacado todo de su cuarto”. “Debo dejar constancia que esto ya estaba planeado con anterioridad. En repetidas ocasiones traté de informar las novedades que se venían presentando con Aída Merlano, pero nunca fui escuchada”, habría advertido la mujer, según el ente acusador. La defensa de ambos indiciados solicitó tiempo para revisar el material probatorio y este martes continuará la audiencia en la que el juez determinará si son enviados o no a la cárcel.
En tono contundente, Óscar Tejada Cárdenas se refirió al cuestionado doctor, quien fue coronel del Ejército. “Es una persona reconocida, en la Dirección General de Sanidad Militar, como una persona corrupta y así lo están reconociendo. Donde yo estuve, todos lo sabían, pero nadie lo decía”, afirmó Cárdenas, quien se desempeña como director de la veeduría Control Social Colombia. Además, argumentó por qué lo señala de actos deshonestos: “Corrupto por el tema de contrataciones y amedrentamiento a funcionarios subalternos”. “Es muy claro, no sé necesita ser brujo para saber que ahí hubo mucho, pero mucho, dinero de por medio porque, conociendo como se conoce al teniente Coronel Cely, él no actuó de gratis”, indicó el veedor. También sostuvo que “él tuvo que haber recibido mucho dinero, eso ya les corresponde a las autoridades averiguar cuál es el monto del que estamos hablando”. Por su parte, este viernes se presentó Javier Guillermo Cely Barajas ante las autoridades, luego de que emitieran una orden de captura en su contra por lo ocurrido en su consultorio, de donde se fugó la excongresista.
Se presentó ante autoridades luego de que emitieran una orden de captura en su contra por lo ocurrido en su consultorio, de donde se fugó la excongresista. Javier Cely fue quien la atendió el primero de octubre, día en que escapó al bajar por una cuerda de la Clínica de La Sabana. El odontólogo llegó al búnker de la Fiscalía, acompañado de sus abogados, horas después de la captura y traslado a Bogotá de la hija de Aída Merlano. Se investiga si Cely tuvo que ver con el plan de fuga de Aída Merlano. Abogados del profesional afirman que la política actuó siempre de espalda a su cliente, lo que, dicen, se evidencia en los videos de las cámars de seguridad. Agregan que conoció a la paciente hace menos de un mes. Sobre el abrazo que Aída Merlano le dio a Javier Cely segundos antes de salir por la ventana, los abogados del profesional fueron enfáticos en decir que "ella no solamente es efusiva con el doctor Cely, sino con todas las personas del consultorio". En contexto: Detienen a la hija de Aída Merlano por la fuga de la excongresista